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SOCIEDAD DEPORTIVA EIBAR

Antecedentes, fundación y primeros pasos.

La actual Sociedad Deportiva Eibar, como tal club, se fundó en 1940. Pero este hecho queda inexorablemente ligado a una serie de circunstancias anteriores, sin las cuales no hubiera sido posible la creación de esta entidad. Estamos hablando de los antecedentes, del fútbol en Eibar antes de que existiera la institución.

Hay que remontarse hasta la segunda década del siglo XX para encontrar, allá por 1911, al paisano eibarrés Pedro Mandiola, a la sazón jugador del Athletic de Bilbao, llegar con un balón a Eibar con la clara intención de introducir un poco conocido deporte por estas latitudes, aunque ya comenzaba a despuntar en otros países europeos.

De aquellas primeras intentonas surgió el Izarra (en 1913), primer equipo conocido en la villa, y que lucía una camiseta verdinegra y calzón azul. La afición se extendió rápidamente y en el plazo de dos años ya habían nacido dos clubs más, el Sport Arin y el Eibartar Club. El primero con camiseta verdiroja y pantalón azul y el segundo con camiseta blanca y pantalón negro.

La progresiva implantación del balompié a nivel local llevó a habilitar el campo de Otoña-erdikua para la práctica de este deporte. Fue en 1914 cuando se inauguró este terreno, con un partido en el que se enfrentaron el Izarra y el Bambino de Bilbao. El fútbol seguía en auge y buena prueba de ello fue que en 1916 el Izarra alcanzaba el Campeonato de Gipuzkoa de Segunda Categoría, lo que le dio opción a jugar la final del Campeonato del Norte frente al Racing de Santander en San Mamés, logrando los eibarreses la victoria y el ascenso a Primera Categoría. En este grupo formó junto a la Real Sociedad, el Real Unión y el Jolastoquieta.

Pero no todo iban a ser parabienes para el fútbol eibarrés. En 1917 el Izarra entró en crisis, llevándole esta circunstancia a la extinción, lo que arrastraría asimismo la clausura del campo de Otoña.

A la sombra del desaparecido Izarra nació el Irrintzi, que se asentó como primer equipo local al tiempo que el Sporting Arin y el Eibartar Club seguían destacando en las categorías inferiores.

Hubo que esperar hasta 1922 para que se abriera paso con notable éxito la Unión Deportiva Eibarresa, que ese mismo año logró ser campeón de su grupo y de la denominada serie C. El punto culminante de la Unión Deportiva Eibarresa se alcanzó en 1927, año en el que lograba proclamarse campeón de la serie B al imponerse al Avión del barrio donostiarra de El Antiguo. Pero a pesar de los éxitos logrados, tampoco la UD Eibarresa consiguió consolidarse como club, para desaparecer en 1931.

Un nuevo lapsus en la actividad balompédica dio paso en 1932 a la creación, por cuenta de una cuadrilla de amigos, del equipo llamado Deportivo Gallo. Este equipo logró ser campeón del torneo de Durango, además de conseguir éxitos en otros torneos.

Esta revitalización del fútbol en Eibar fue un revulsivo para que en 1935 resurgiera la Unión Deportiva Eibarresa. Pero el desencadenamiento de la guerra civil española en 1936 dio al traste con las ilusiones de los incipientes clubs eibarreses. Los dos equipos locales cesaron en sus actividades deportivas hasta el final de la contienda.

Al término de la guerra, y cuando corría ya el año 1940, el Deportivo Gallo y la Unión Deportiva Eibarresa decidieron unir sus fuerzas y se fusionaron, naciendo lo que en principio se denominó Eibar Fútbol Club y que después se consolidaría como Sociedad Deportiva Eibar. Tras acordarse la fusión, se constituyó la primera junta directiva de la entidad, que estaba presidida por Juan Artamendi.

El nuevo equipo comienza jugando de manera esporádica, lo que hacía difícil la continuidad. En el año 1941 llegó a jugar la semifinal del Campeonato de Aficionados frente al Alavés. Esta falta de continuidad y otras razones hicieron que en la temporada 1942/43 el Eibar quedara marginado de las competiciones oficiales. Su puesto lo ocupó el equipo del Frente de Juventudes.

A la fase de crisis que atravesaba el fútbol, no sólo en Eibar sino en general en toda la zona, se quiso poner fin en la temporada 1943/44, cuando se intentó reorganizar el deporte en el sector costero, para lo que se contó con Eibar. A pesar de que en estas reuniones no se obtuvieron grandes logros, y el fútbol eibarrés se mantenía reacio a volver a arrancar, finalmente se pusieron en marcha dos equipos: Educación y Descanso, y el Eibar, que en esta ocasión figuraba ya con su nombre precedido de las siglas SD (Sociedad Deportiva). Fue entonces cuando el Eibar estrenó equipaje, donado por la Federación Guipuzcoana de Fútbol y consistente en la camiseta azulgrana y el pantalón azul. Indumentaria que sería definitiva y que permanece casi 70 años después.

Así, se había iniciado ya la progresiva consolidación del club. Las bases para la formación del que, a la postre, sería el primer equipo local se estaban asentando con solidez.

De nuevo en la temporada 1944/45 el Eibar vuelve a participar en el Torneo Regional de la Costa, con la incorporación de jóvenes valores surgidos de la propia cantera futbolística eibarresa. Por aquella época se anunció por primera vez la posibilidad de construir un campo de fútbol estable en la zona de Ipurua.

La temporada 1945/46 se abre con novedades, al retornar al puesto de entrenador Aniceto Albizu 'Chaparro'. La inclusión de jóvenes jugadores que reforzaran el equipo no dio los resultados esperados y el Eibar no pudo evitar ese año el descenso a Segunda Regional. Se confiaba, no obstante, el eludir este descenso apelándose a una reorganización de categorías. Pero no ocurrió tal cosa, ya que en una reunión celebrada en la Federación varios clubs modificaron su postura anunciada previamente y en consecuencia quedó decidido el descenso del Eibar.

El ascenso a Primera Regional llegaría al año siguiente, en la temporada 1946/47, a pesar de que en la Copa de Gipuzkoa el equipo no alcanzara el rendimiento esperado. Ya por entonces se había hecho cargo del equipo como entrenador Celestino Olaizola, histórico jugador del Izarra, que también militó en la Real Sociedad y perteneció a la selección vasca.

La gran novedad de cara a la temporada 1947/48, con el Eibar en Primera Regional, fue la inauguración del nuevo campo de Ipurua. A pesar de la histórica derrota eibarresa frente al Elgoibar en el encuentro inaugural de la Liga, y al mismo tiempo de Ipurua, el Eibar fue recuperándose. A la importante reestructuración de la plantilla llevada a cabo al iniciarse la campaña, siguió la incorporación durante la Liga de jugadores de la talla de Sarasqueta, Alquila, Garechana y Azcargorta. El Eibar concluyó el campeonato en cuarta posición.

Para la temporada 1948/49 se produce un relevo en la directiva, haciéndose cargo del puesto de presidente Crispín Gárate. Asimismo, se contratan los servicios como entrenador de Patxi Gárate, quien había sido jugador del Athletic de Bilbao. Se incorporan muchos nuevos jugadores al equipo, y el Eibar comienza una buena campaña situándose como líder en solitario a lo largo de numerosas jornadas. Finalmente, terminaría la Liga segundo por detrás del Elgoibar. Aquel año el cuadro armero se llevó la Copa de Gipuzkoa tras imponerse al Pasajes en Errotazar (Deba).

En la campaña 1949/50 se crea la Primera Regional Preferente, partiendo el Eibar como favorito de la categoría y máximo aspirante al ascenso a Tercera División. Crispín Gárate había presentado su dimisión tras un conflicto surgido a raíz de una sanción federativa, siendo sustituido por Manolo Escodín. Seguía, no obstante, como entrenador Patxi Gárate.

En aquella Preferente formada por 14 equipos, el Eibar consigue ser primero. Pero antes del ascenso automático, el equipo debía superar una liguilla de promoción, a la que concurrieron, junto con los azulgranas, el Anaitasuna, el Real Unión, el Binéfar, el Basconia y el Calahorra. Después de superar satisfactoriamente los primeros envites, el triunfo en el último ante el Basconia le dio el pasaporte a Tercera. Fue en una calurosa tarde, el 29 de junio de 1950, en Basauri (1-2).