Monarchie et Noblesse

Sancho Garcés III El Mayor (version de 1996)

El hombre. Don Bernardo, primer obispo de Palencia, en su carta del año 1045, dice de don Sancho: «Que fue gran rey en todas sus cosas, sagacísimo, procreado de prosapias reales, criado en las partes de Pamplona»; «Que no se conoció varón mejor en la guerra, ni más clemente y constante: blando de condición, temeroso de conciencia en las cosas sagradas..., «Que en la guerra parecía un león en la animosidad...; «Que era rey hermoso de rostro, alegre, espléndido, en los convites liberal y que con estas artes se arrastraba a todos al séquito de su corte». Indirectamente, el historiador árabe contemporáneo Ibn Haiyan, hace un elogio que le honra: al compararlo al conde castellano, su suegro, Sancho también, y conocido en la historia castellana con el sobrenombre de «el de los buenos fueros». Dice: «No he visto entre los cristianos guerreros semejantes a los de Sancho, ni entre sus príncipes un hombre que le igualase en gravedad de aspecto, en valor varonil, en claridad de entendimiento, en sabiduría y en elocuencia; el único que pudo serle comparado era su pariente y homónimo Sancho, hijo de García, «Señor de los Vascones», el cual, después de la muerte de Sancho de Castilla, reinó solo.» Esta gran concentración de poder le hizo el rey más temido y respetado de su tiempo. Además, don Sancho es el paladín de la europeización. Convierte a su tierra en puerta de entrada de ideas, disciplinas y sentimientos netamente europeos y occidentales: la extensión de sus dominios a toda la Vasconia Ducal, la introducción de la observancia benedictina de Cluny en San Juan de la Peña, Leire y Oña; y el fomento y organización del camino de Santiago. Y es tan intensa la corriente de arte y cultura que entra por esa puerta, que la tierra ibérica, verdadera habitación sin ventilar, es oreada y renovada en tal forma, que sus frutos son inmediatos y espléndidos.

Bernardo ESTORNÉS LASA