Monarchie et Noblesse

Sancho Garcés III El Mayor

Sancho III fue paladín de la europeización y convirtió a su reino en puerta de entrada de diferentes ideas, corrientes y disciplinas culturales, artísticas y también religiosas. La ubicación del reino de Pamplona le situaba entre las corrientes culturales de Córdoba y del Occidente europeo. Por otra parte, también recibía el influjo de Roma. La influencia de la cultura musulmana tenía sus altibajos en función de los periodos de paz o de guerra. Las nuevas corrientes espirituales del Occidente europeo se introducían en Aragón y Cataluña, corrientes que no llegaban de igual forma al resto de reinos cristianos situados al Oeste, y la influencia de Roma se introducía a través de la Iglesia.

Igualmente favoreció la recepción y la comunicación de las distintas corrientes la extensión de sus dominios a toda la Vasconia Ducal, la introducción de la observancia benedictina de Cluny en los monasterios de San Juan de la Peña, Leire y Oña, y el impulso dado al camino de Santiago. El impacto de estas influencias tuvo un efecto renovador notorio en la cultura hispánica en general. Durante esta época se constituye un triángulo de relación entre Pamplona-Ripoll-Cluny en el que se encuentra el origen de los primeros pasos en la implantación de la reforma cluniacense; Sancho III era amigo personal del abad Oliba del monasterio de Ripoll (Cataluña), abad que se servía de un intermediario, Poncio, también procedente de Ripoll, y de Sancho Guillermo de Gascuña. Por otro lado, Odilón, abad de Cluny había trabado amistad con Sancho Guillermo de Gascuña, amistad que garantizaba la protección económica de la abadía. La introducción de la reforma cluniacense, basada en la observancia de la regla benedictina, no parecía ser apremiante en el reino de Pamplona; la regla de San Benito defendía la independencia de las abadías respecto a los poderes temporales y o episcopales y en Pamplona los monasterios eran de fundación real y no feudal. Además, los obispados no contaban con recursos y no se sabía hasta qué punto podían hacer frente su jurisdicción y recaudar la cuarta parte de los diezmos de las iglesias. La reforma en Pamplona se orientaba a la restauración de muchos monasterios arruinados durante las guerras. Se implantó en los grandes monasterios de San Juan de la Peña (1025), Albelda e Irache. En el caso del monasterio de Oña se sustituyó a la comunidad de religiosas por benedictinos. En la implantación de la reforma desempeñó un papel importante el monje Paterno, el cual se refugió junto con otros monjes en Cluny, donde aprendió la regla de San Benito tal como allí se practicaba.