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PESCA MARÍTIMA EN EUSKALERRIA

Consideraciones generales. La actividad pesquera ha tenido una destacada importancia en estas provincias a pesar de que su contribución al producto interior bruto haya sido reducida (1,20 por ciento).

Hay que tener en cuenta que los municipios costeros viven muy conectados a este sector primario y son numerosos los sectores inducidos por la actividad pesquera.

Importancia tradicional en los distintos subsectores, pero muy acentuado en los más evolucionados (Altura y Gran Altura), por lo general, hasta mediados de los años setenta. Desde entonces la crisis pesquera ha sido continuada en algunos de sus sectores.

La pesca experimenta en los años previos a la Guerra Civil un destacado desarrollo, en especial en el puerto de Pasajes, que se convierte en uno de los más importantes de España en altura y gran altura bacaladero.

Con la finalización de la guerra se produce un pequeño estancamiento y sólo a partir de mediados de los cincuenta un crecimiento. Y es precisamente a principios de los años sesenta cuando se produce un importante crecimiento, en especial en el número de barcos y tripulantes y también, en los momentos iniciales y hasta principios de los setenta en las capturas pesqueras.

Pero a partir de mediados de los setenta diversos factores han producido una importante crisis en la actividad pesquera. Es necesario explicar cuáles son los factores que han condicionado el desarrollo de la pesca desde inicios de los años setenta: la escasez de caladeros en la estrecha plataforma continental marítima (entre 0 y 200 metros, que es donde se concentran las biomasas pesqueras), que ha obligado a la búsqueda tradicional de caladeros en el Atlántico: Gran Sol, Terranova, Noruega. Caladeros que ante la importante sobreexplotación pesquera realizada por la flota internacional durante los años sesenta y comienzos de los setenta experimentaron una grave esquilmación de las especies y reducción, por consiguiente, de las capturas. Si a ello se une el considerable número de embarcaciones existentes y el incremento del precio del petróleo y aumento de los gastos de explotación, se entiende la situación de precrisis que se produjo a mediados de los años setenta. Crisis que se hizo real a partir del año 1976 cuando se implantó por Canadá la Zona Económica Exclusiva de Pesca (Z. E. E.), es decir las 200 millas, y en 1977 cuando fue implantada por la Comunidad Económica Europea. Implantación de las Z. E. E. que suponía en el último caso la imposición de licencias de pesca anuales para los barcos de origen español y también cuotas de pesca que cada año se reducía, produciéndose la expulsión rápida de los barcos de estas aguas ricas en recursos pesqueros.

Así desde 1975 a 1985, en algo más de una década, se ha producido un poderoso viraje en el sector pesquero vasco. De ser una de las principales zonas pesqueras de España, con el 14 por ciento de los desembarcos nacionales a principios de los setenta, ha pasado a lugares muy inferiores ya que en 1983 la producción pesquera vasca sólo representaba el 5 por ciento de los desembarcos efectuados en España y en 1992 únicamente representa el 3 por ciento. Se ha producido una reducción de capturas y también de embarcaciones y tripulaciones que ha afectado sobre todo a los subsectores de altura y gran altura (arrastreros y bacaladeros) y en menor medida a la bajura y al subsector de atuneros congeladores y de congeladores arrastreros. Y en esta situación se ha producido la inclusión en la Comunidad Económica Europea, que supone un nuevo marco legal, de organización y regulación de la actividad pesquera.