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PATRONATO DE SAN MIGUEL

Obra social de la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián en colaboración con la Asociación Guipuzcoana pro Subnormales que se había creado en Gipuzkoa en 1960, con el triple objeto de integración social del subnormal, de atención, educación y enseñanza de los mismos y de despertar la conciencia pública hacia este problema.
El primer Centro se creó en Villa Careaga, en Ategorrieta, y allí se inició la colaboración de la Caja para ya en 1962 adoptar como Obra Social propia, creando al efecto el Patronato San Miguel, la labor de atender, educar y enseñar a los niños subnormales. El inmenso campo posible de atención hubo de ser acotado y el Patronato San Miguel tomó sobre sí la responsabilidad de atender a los subnormales de grado medio coeficiente mental entre 0,30 y 0,65- y desde los 5 años hasta una edad máxima de 21 años. El Patronato San Miguel no se conformó con ser una escuela dedicada a los niños subnormales, sino que fue el centro de una gran actividad que se desarrolló en acciones complementarias y tan variadas como: servicio de diagnóstico y orientación, con creación de un fichero estadístico social que permite seguir el desarrollo del niño. Esto se completa con una asistencia evolutiva, bien en los propios centros o bien ambulatoria. Reeducación de los niños, atendiéndolos en régimen de media pensión o internado en algunos casos, en tres escalones sucesivos: a) preescolar, b) escolar, c) formación profesional.
El Patronato hubo de enfrentarse desde el comienzo de su gestión con una total carencia de programas de atención a estos niños, y abordó con decisión y competencia la enorme tarea de programar toda la actividad en todos los niveles de educación, creando programas que han sido utilizados por muchos otros Centros dedicados a la misma función. Es de destacar otra idea fundamental aceptada y asumida profundamente por el Patronato y que constituye la clave de su desarrollo por toda la Provincia. Se aceptó como intocable el principio de que el niño subnormal no podía ser privado del trato de su familia, y por ello se rechazó de plano la solución posible de concentrarlo en centros de internado donde fueran cuidados pero con ruptura de sus vínculos familiares. La aceptación de este principio llevó al Patronato a la solución de ir creando centros en cada una de las zonas de la Provincia, de tal manera que con un asequible transporte escolar los niños pudieran diariamente situarse en el centro educativo por la mañana, para regresar a sus casas por la tarde, después de haber comido en la propia escuela. Para abrir nuevos centros en cada zona exigió el previo compromiso de los padres para que, por los medios que fuera, aportaran un local para la instalación y funcionamiento de la escuela.
El proceso de desarrollo hasta cubrir la Provincia fue realmente rápido. En febrero de 1963, se creaba la escuela de Eibar, con 5 unidades escolares y 50 plazas. En abril de 1964, la escuela de Bergara, que a partir de 1968 está en edificio de nueva construcción, con 6 unidades escolares y 60 plazas. En el mismo abril de 1964, la escuela de Irun, con 5 unidades escolares y 45 plazas. En marzo de 1965, la escuela de Ordizia, con 3 unidades escolares y 25 plazas, sustituida hoy por un nuevo y moderno edificio escolar construido por la Asociación de Padres de Familia de Ordizia. En diciembre de 1967, la escuela de Rentería, con 6 unidades escolares y 60 plazas. En octubre de 1968, la escuela de Legazpia, con 3 unidades escolares y 30 plazas. En octubre de 1968, la escuela de Azpeitia, que a partir de octubre de 1972 se encuentra en un nuevo edificio construido en colaboración entre la Caja y la Mancomunidad Cultural del Urola, con 5 unidades escolares y 50 plazas. En septiembre de 1969 se inauguraba el Centro de Miramón, en San Sebastián. Entre tanto había cubierto las necesidades de la Capital la escuela instalada en Villa Careaga en donde se habían completado las instalaciones con un pabellón prefabricado. En marzo de 1971, la escuela de Tolosa, con 5 unidades escolares y 50 plazas. Por fin, en febrero de 1976, se inauguró el centro de Zarautz, con 7 unidades escolares y 70 plazas. Hay que decir que en cada punto la atención a los niños no nacía al inaugurarse el centro escolar sino que, anteriormente, la atención se prestaba a través de alguno de los centros restantes. El Patronato ubicó además en Miramón, que como centro escolar cuenta con 24 unidades escolares y 240 plazas, un internado y el Pabellón de Dirección donde radican y trabajan todos aquellos servicios comunes del Patronato y que crearon los programas de actividad para las escuelas de subnormales de toda la Provincia actualizándolos y aplicándolos cada día. Hay que decir también que para la construcción del Centro de Miramón, la Caja no tuvo duda en desgajar de su Finca Miramón, adquirida como importante reserva urbana de San Sebastián, una parcela de 54.000 m.² situada en la parte más noble y de más bella orientación de la finca.
Como referencia indicativa de la importancia del Patronato, es de considerar que atendió a 540 niños y tenía capacidad para un total de 740. Ocupó la actividad laboral de 108 empleados de plantilla y 39 maestras nacionales. Y que la aportación que la Caja hubo de hacer en 1977 para equilibrar la costosa economía del Patronato fue de 52.099.000 ptas. y de 68.297.000 ptas. en el año 1978. A partir del curso 1982-1983 y 1983-1984 la obra educativa fue asumida por la Consejería de Educación del Gobierno Vasco y el Patronato se extinguió.

Bernardo ANAUT