Concept

Muerte

La funeración entrañaba una serie de oficios y ritos que se organizaba sobre la trama de unas fechas concretas, dotadas de alguna fuerza simbólica o mágica. Así, los actos solían tener lugar el tercer, séptimo, noveno y trigésimo días después de la muerte y también el aniversario y el segundo año. Se detectan dos preocupaciones básicas que se proyectarán sobre estos días concretos que poseen una "mayor eficacia": en primer lugar, se suponía que los primeros momentos tras de suceder el óbito eran muy delicados pues en ellos se daba el juicio particular del alma; para ayudar a un resultado positivo se acumulaban misas, responsos, ofrendas y demás sacrificios en estos primeros días; se hacía el oficio funeral (hileta ), se celebraban las honras (onrak) consistentes en misa, responso y ofrenda (podían ser de una a tres), y con mucha frecuencia se encargaba una novena (bederatziurrunea); muchos testadores pedían a los miembros del cabildo parroquial e incluso a todos los sacerdotes de la localidad, que durante los días de la novena rezasen por su alma todas las misas de que fuesen capaces; si se encargaban misas, los moribundos encarecían a sus albaceas que procurasen que se dijeran lo antes posible. En segundo lugar, se daba mucha importancia al ciclo del luto, se iniciaba con una ceremonia parecida al funeral a la que también se llevaban ofrendas, en Bizkaia se conocía por argia o ogi-aste ; solía tener lugar el primer domingo después del fallecimiento. El luto duraba como mínimo un año (podían ser dos), es decir, el tiempo de descomposición natural del cadáver, el tiempo de impureza; durante el mismo se atendía el culto sobre la sepultura los días festivos. Se cerraba el ciclo con la ceremonia de "cabo de año" (ogistie en Bizkaia, argiuste en Gipuzkoa), con lo que se cerraba el lapso de impureza, el cadáver estaba correctamente funerado.