El quinquenio 1986/1990. La adhesión española a la entonces Comunidad Económica Europea a partir del 1 de enero de 1986 supuso la culminación de interminables negociaciones, que ya duraban veintitrés años (se iniciaron en 1962), y profundas modificaciones en nuestro funcionamiento habitual con consecuencias que van desde el paulatino desarme arancelario hasta la puesta en marcha del Impuesto sobre el valor añadido (I.V.A.) o la unificación a nivel comunitario de la regulación de la propiedad industrial y de las patentes y marcas.
Los constructores de máquinas-herramienta durante el quinquenio 1986/1990 obtuvieron excelentes resultados que se resumen en el cuadro II. El dinamismo de la demanda del mercado español y de los mercados, sobre todo europeos, que los fabricantes supieron aprovechar fueron fundamentales en los logros alcanzados. Al propio tiempo se estabiliza el número de empresas especializadas en esta actividad que mejoran sustancialmente su situación financiera gracias a las rentabilidades obtenidas y reinvertidas; los avances tecnológicos por desarrollo propio y adquisiciones son también muy importantes según el siguiente cuadro:
CUADRO III
Evolución de las principales variables
El consumo interno de máquinas-herramienta entre 1986 y 1990 se dobló ampliamente pasando de 45.300 a 110.900 millones de ptas. (272,26 a 666,52 millones de euros), alcanzando cotas no logradas con anterioridad. Esta demanda fue abastecida en su mayor parte por la producción propia que, sin embargo, perdió hasta 15,5 puntos de cuota (del 67,3 al 51,8) al pasar las importaciones 14.800 a 53.500 millones de ptas. (88,95 a 321,54 millones de euros), a lo que contribuyó decisivamente el desarme arancelario. Al perder una parte del tradicional mercado los fabricantes intensificaron su actuación exterior vendiendo a terceros cantidades crecientes, pasando de 25.000 a 46.100 millones de ptas. (150,25 a 277,07 millones de euros).
Todo ello permitió que el valor de la producción al final del período superara por primera vez los 100.000 millones de ptas. (601,01 millones de euros) manteniéndose el número de fabricantes y la ocupación directa a pesar de que las empresas más importantes del sector habían comenzado a externalizar parte de la producción. El empleo medio también se mantuvo estable.
Como ya hemos adelantado este quinquenio fue también muy importante en la consolidación financiera y tecnológica de las empresas del sector.
Los constructores de máquinas-herramienta durante el quinquenio 1986/1990 obtuvieron excelentes resultados que se resumen en el cuadro II. El dinamismo de la demanda del mercado español y de los mercados, sobre todo europeos, que los fabricantes supieron aprovechar fueron fundamentales en los logros alcanzados. Al propio tiempo se estabiliza el número de empresas especializadas en esta actividad que mejoran sustancialmente su situación financiera gracias a las rentabilidades obtenidas y reinvertidas; los avances tecnológicos por desarrollo propio y adquisiciones son también muy importantes según el siguiente cuadro:
CUADRO III
Evolución de las principales variables
VARIABLE | 1986 | 1987 | 1988 | 1989 | 1990 |
Valor de la producción | 55,5 | 71,0 | 81,8 | 95,5 | 103,5 |
Comercio total | 39,8 | 58,0 | 66,6 | 78,6 | 99,6 |
- Importaciones | 14,8 | 31,0 | 36,3 | 40,4 | 53,5 |
- Exportaciones | 25,0 | 27,0 | 30,3 | 38,2 | 46,1 |
Consumo mercado español | 45,3 | 75,0 | 87,8 | 97,6 | 110,9 |
-% Abastecido prod.propia | 67,3 | 60,3 | 58,7 | 58,7 | 51,8 |
-Importaciones | 32,7 | 39,7 | 41,3 | 41,3 | 48,2 |
Empleo directo | 7.216 | 7.013 | 7.143 | 7.284 | 7.240 |
Número de empresas | 117 | 112 | 114 | 114 | 114 |
Empleo medio por empresa | 61,8 | 62,0 | 62,7 | 63,9 | 63,5 |
Fuente: Diversas publicaciones. Valores monetarias en millones de pesetas. Empleo y empresas en unidades . |
El consumo interno de máquinas-herramienta entre 1986 y 1990 se dobló ampliamente pasando de 45.300 a 110.900 millones de ptas. (272,26 a 666,52 millones de euros), alcanzando cotas no logradas con anterioridad. Esta demanda fue abastecida en su mayor parte por la producción propia que, sin embargo, perdió hasta 15,5 puntos de cuota (del 67,3 al 51,8) al pasar las importaciones 14.800 a 53.500 millones de ptas. (88,95 a 321,54 millones de euros), a lo que contribuyó decisivamente el desarme arancelario. Al perder una parte del tradicional mercado los fabricantes intensificaron su actuación exterior vendiendo a terceros cantidades crecientes, pasando de 25.000 a 46.100 millones de ptas. (150,25 a 277,07 millones de euros).
Todo ello permitió que el valor de la producción al final del período superara por primera vez los 100.000 millones de ptas. (601,01 millones de euros) manteniéndose el número de fabricantes y la ocupación directa a pesar de que las empresas más importantes del sector habían comenzado a externalizar parte de la producción. El empleo medio también se mantuvo estable.
Como ya hemos adelantado este quinquenio fue también muy importante en la consolidación financiera y tecnológica de las empresas del sector.