La iglesia parroquial de San Salvador es una realización del siglo XVI. Sin embargo, tan sólo se conoce la participación de Domingo de Eceiza, quien haría las paredes, bóvedas y campanario a partir de 1580. Es un templo de una sola nave de dos tramos y ábside ochavado, haciéndose uso en la cubrición de bóvedas de crucería. Además, conviene reseñar la portada, de cronología gótica. La torre se erigiría con posterioridad, en el siglo XVIII, examinando en 1731 la obra José de Lizardi y Domingo Bernardo de Abaria. Ya en 1747 Ignacio de Ibero reconocería y otorgaría trazas para reconstruir el coro. El retablo mayor es un interesante organismo de principios del siglo XVIII, que alberga un estimable conjunto de lienzos, además del Calvario escultórico. Posee, además, en el banco sendas efigies del Nazareno y la Virgen de la Soledad, realizaciones de la primera mitad del siglo XIX.
La anterior casa consistorial es una construcción alineada con otros edificios, contando con un porche y el característico balcón corrido. En la actual se sitúa "Baserriaren barneko zuaitza", obra de Koldobika Jauregi, quien realizaría en 1995 esas piezas ensambladas sobre una base de piedra. Por otro lado, Zubizaharra es un puente del siglo XVI que cuenta con un añadido del XVIII. El humilladero de Santa Cruz es también una realización modesta. En cuanto a la ermita de Guadalupe, es una realización de planta rectangular y acceso en arco de medio punto. La casa solar de Oriar, de planta rectangular, tiene junto a ella la ermita de Santa Ana, construcción del siglo XVI en origen.
En el barrio de Berostegi se sitúa la ermita de Santa Marina, que cuenta con un retablo del siglo XVIII debido a Felipe de Azurmendi. Pese a la modestia del edificio, su fachada nos demuestra que posee cierta entidad. El molino de Goiko Errota mantiene su maquinaria. También se conservan restos de la ferrería de Buruntza, destacando igualmente los caseríos Ajoain, Urdaneta Azpi y Legorreta Zahar.
Ignacio CENDOYA ECHÁNIZ
Profesor de la U.P.V.-Euskal Herriko Unibertsitatea
La anterior casa consistorial es una construcción alineada con otros edificios, contando con un porche y el característico balcón corrido. En la actual se sitúa "Baserriaren barneko zuaitza", obra de Koldobika Jauregi, quien realizaría en 1995 esas piezas ensambladas sobre una base de piedra. Por otro lado, Zubizaharra es un puente del siglo XVI que cuenta con un añadido del XVIII. El humilladero de Santa Cruz es también una realización modesta. En cuanto a la ermita de Guadalupe, es una realización de planta rectangular y acceso en arco de medio punto. La casa solar de Oriar, de planta rectangular, tiene junto a ella la ermita de Santa Ana, construcción del siglo XVI en origen.
En el barrio de Berostegi se sitúa la ermita de Santa Marina, que cuenta con un retablo del siglo XVIII debido a Felipe de Azurmendi. Pese a la modestia del edificio, su fachada nos demuestra que posee cierta entidad. El molino de Goiko Errota mantiene su maquinaria. También se conservan restos de la ferrería de Buruntza, destacando igualmente los caseríos Ajoain, Urdaneta Azpi y Legorreta Zahar.
Ignacio CENDOYA ECHÁNIZ
Profesor de la U.P.V.-Euskal Herriko Unibertsitatea