Concept

Kutun

Reciben este nombre diversos objetos, a los que se atribuye la virtud de curar enfermedades o alejar males y peligros.

Cerca de los caseríos de Sastei y Berrain, forma el río Agauntza un remanso. Su nombre es Lamiñosiñe. "el pozo de las lamias". Una vez pasaba por allí un hombre y se le acercaron dos brujas. Una de éstas dijo a su compañera: elakio, elakio "agárrale, agárrale". Mas la otra contestó: ik elakio; or zeuzken orrek, amak jarri-ta, erueda eta apio "agárrale tú; ahí tiene ése, puestos por su madre, ruda y apio". Estas dos palabras han sido muy utilizadas como elementos de amuletos varios.

Existen muchas clases de amuletos. Así, un papelito, en el que van escritas las primeras palabras del evangelio según San Juan y que metido en un saquito se lleva colgado al cuello o en los pliegues de la faja del niño o cosido al vestido, es considerado en muchos lugares como un remedio contra el mal de ojo (begizko). Se trata de un símbolo que tuvo mucha aceptación en los siglos pasados en toda la Cristiandad. En Itziar (Gipuzkoa) introducen en el saquito algunas yerbas bendecidas por San Juan; en Bolibar, carbón vegetal; en Kortezubi, Forua y Muxika le meten pan bendito, estiércol de gallina y carbón vegetal; en Lekeitio, cordón umbilical, carbón y una moneda de céntimo; en Zegama, laurel, ajenjo, oliva, romero, ruda, apio, ceniza, carbón, digital, parietaria y cordón umbilical.

La bolsa que contiene un kutun no debe ser abierta. Si se abre la de un niño, éste se queda mudo o no aprende a hablar (Oiartzun).

Trozos arrancados a un madero existente en la iglesia de Nuestra Señora de Eitzaga y que dicen ser de la Cruz de Cristo, son utilizados como amuletos contra enfermedades (Zumarraga). También trozos arrancados a la estatua de San Pedro (iglesia de Ibarranguelua) para tener buena suerte en el mar.

Ha sido también muy usual colocar a los niños en la faja o en otra prenda una cinta de las que hayan estado colgadas de la cruz de un santero que anda o andaba de casa en casa pidiendo limosna para su santuario (Ataun). Las jóvenes de Elosua llevaban colgados de su cuello trozos de carbón de castaño, cuando iban a alguna romería, para estar protegidas contra el begizko "mal de ojo".

Para provocar la primera dentición en los niños les ponían a éstos, como amuleto, dientes de erizo en Llodio; dientes de erizo y de gato montés en Larrabetzu; diente de caballo en Bedia.

Como amuleto que proteja contra los dolores de cabeza se utilizan piedrezuelas recogidas en la cueva de la Trinidad, situada en la sierra de Guibijo. Se llevan sujetas a la frente mediante un pañuelo (Kuartango). Los habitantes del valle de Iza, al pasar junto a Arkaitz o peña de Oskia, toman un guijarro y trazan con él una cruz en la misma peña para conjurar a las brujas. Para curar la herpe, según el inventario de prácticas usuales en Navarra que figura en un decreto del tribunal de la Inquisición de Logroño (14 de marzo de 1727), era costumbre sacar tres chispas golpeando con eslabón una piedra y aplicarlas al paciente. En el comentario de esa práctica se añade que, para librarse de las terciarias, el paciente va tres mañanas continuas al campo, rezando en el camino algunos Pater, Ave y Gloria; se pone allí de rodillas delante de una yerbabuena silvestre, reza una Salve y dice estas palabras: "Yerbabuena silvestre, yo tengo calenturas y tú no, Dios me las quite a mí y te las dé a ti; aquí traigo para ti sal y pan". Al mismo tiempo echa sobre dicha yerba migas de pan mezcladas con sal.

Otro tipo de amuleto es el utilizado por las mujeres que están criando niños a fin de evitar tumores y endurecimiento de los pechos. Su nombre es zingiñani en Ataun, arraiarri en Oiartzun, abilaiu y errabearri en Elosu; ugetzarri en Larrabetzu y en Mendexa. Es un vidrio rojizo, de forma poliédrica, cuyas facetas son cuadradas. Le atraviesa por el centro un orificio destinado para la cuerda. Por medio de ésta se cuelga del cuello. Los hay de dos tamaños, siendo los mayores de un centímetro próximamente de diámetro y los otros -menos usados- de medio centímetro o algo menores.

Patas de tejón han sido empleadas también como amuletos que protegen contra las brujas, y piel de tejón cubriendo el yugo de una yunta de bueyes o de vacas para proteger a estos animales contra el mal de ojo (Ataun). Esto se hacía principalmente cuando debían presentarse ante numeroso público, como una feria, una boda, etc. En tales casos en Orozko les arrojaban yerbas llamadas begibedar (¿aster?); en Gernika les echan saliva; en Markina arrollan una cuerda alrededor del cuello del animal o llenan con cera unos agujeros que les hacen en un cuerno.

Equivalen a un amuleto las llamadas cadenas de Teodosio que se hallan en el santuario de San Miguel de Excelsis, en cuyo derredor dan vueltas muchos romeros para curarse o preservarse de enfermedades. En el monte Ernio, cerca de la cruz que corona su nombre, existen aros de hierro con que los reumáticos rodean sus miembros enfermos a fin de curarse. En Langarika existe una cruz de hierro, de cuyos brazos cuelgan unos clavos. Para curar dolores de muelas los pacientes suben a la cruz y tocan con su boca dichos clavos. En Laguardia ponen unas campanillas de plata para que no les dañe el mal de ojo.

El sentido mítico del amuleto o el papel de éste en los mitos y su participación en diversas prácticas religiosas y aun de la vida ordinaria, son temas que se prestan a muchas investigaciones. El kutun parte de diversas fuentes: de la magia, de la religión y de la ciencia.