Municipalités

IRAIZOTZ

Urbanismo y construcciones civiles

La carretera divide en dos este hermoso pueblo, que se dispone por otro lado en una suave pendiente, de la que la iglesia ocupa el lugar más alto. En la parte baja del pueblo arranca una callecita perpendicular a la carretera, en la que encontramos en primer lugar dos casas adosadas en "L". Ambas llevan idéntico tratamiento de las superficies, con muros enlucidos y con cadenas de sillar en enmarques de los vanos y en las esquinas. La mayor de ambas tiene tres alturas más ático, y se cubre con tejado a dos aguas. El acceso consta de un arco apuntado y con la rosca moldurada, flanqueado de dos ventanas. En la segunda altura se abren dos ventanas que flanquean a un balcón moderno, mientras que la tercera planta va cruzada por una larga balconada, muy ligera, que no puede ser muy antigua en su actual disposición. La casita anexa, que repite características, tiene dos alturas y carece de balcones. A continuación encontramos otros dos inmuebles, también adosados en "L", que muestran el mismo tratamiento de los muros, aunque no llevan balconada ni elementos volados. Poco más adelante, una casita más modesta y con arco rebajado, lleva encima de la puerta una inscripción que reza: ESTA CASA IZO ESTEBA/ N YRIGOYEN/ AÑO 1853.

Cruzando la carretera nos encontramos con la calle principal, que arranca en una suerte de plaza ancha y alargada. A un lado de la carretera hay una casa con una ampliación lateral para instalar una segunda vivienda. El tratamiento del muro es el habitual, y se abre mediante dos arcos de medio punto. El mayor de los inmuebles tiene tres alturas más desván, mientras que el anexo muestra un nivel menos, y se cubren con un tejado a dos aguas que denuncia también la citada ampliación. Todos los vanos, salvo las ya mencionadas puertas, son cuadrangulares. Enfrente hay un caserón de planta rectangular, en la actualidad deshabitado, con tres alturas y tejado a cuatro aguas. Repite tratamiento de los muros, se abre con amplio portalón de medio punto, y tiene dos balcones ligeros en su segunda planta.

Más arriba encontramos una casa muy bien arreglada, con tres alturas y tejado a doble vertiente. La primera planta va sin enlucir, mostrando mampostería con cadenas de sillar, y el resto de la fachada va enlucida en blanco. La puerta es de medio punto, pero el resto de los vanos son rectos, y muestra tres balcones con estructura de madera, simétricamente dispuestos. En uno de los laterales se ha adosado un cuerpo de dos pisos, siendo el inferior en la actualidad utilizado como cochera, mientras que la parte superior alberga una galería de estructura de madera, con su propio tejado. Enfrente se alza la posada, que es un edificio de tres alturas más desván y cubierta a doble vertiente. Los muros y los vanos repiten características formales ya descritas.

Algo más arriba hay una casa de desarrollo vertical, de planta cuadrada y cuatro alturas, y junto a ella otra casa similar a las ya descritas, aunque introduciendo una larga balconada que cruza toda su fachada en alto. Las ventanas del segundo nivel llevan antepechos moldurados, y el central lleva labrado en su centro un rostro humano muy tosco. Justamente debajo, una inscripción reza así: ESTA CASA LO HI/ ZO HAZER PED/ RO DE ORQUIN E/ L AÑO 1772. Delante de estas casas hay una fuente con pila octogonal y pilar también ochavado, a la que se adosa un "aska" alargada. Lleva una inscripción que la fecha en el año 1906.

Siguiendo adelante, una casa muy renovada, marcada con el nº 22, muestra arco de acceso rebajado e inscripción antigua: YNCENDIADA EL/ AÑO 1865 Y FORMA/ DA POR ANTONIO YR/ AIZOZ Y EUSEVIA Y/ RIARTE AÑO 1866. Justamente enfrente hay una casa arreglada y muy cuidada, que presenta una disposición muy típica entre los caseríos vascos. Lleva tres alturas más tejado con profundo alero, y la fachada va flanqueada por dos espolones o prolongaciones de los muros laterales a modo de "antas". Estas antas tenían una triple función, pues protegían la fachada de las inclemencias del tiempo, al tiempo que, tectónicamente, daban soporte seguro a las balconadas que cruzan la fachada. Además, en cascos urbanos, podían servir de cortafuegos, riesgo nada desdeñable en una zona con importante presencia lígnea en la arquitectura. El tratamiento de los muros es el habitual, pero los vanos han sido muy alterados, a excepción del acceso, que es un medio punto algo deprimido.

Continuando calle arriba encontramos otras casas que, con ligeras variantes, repiten los parámetros ya reseñados. No falta algún chalet de estilo neovasco, y podemos destacar así mismo un hermoso caserón, señalado con el número 29, en el que ya reparara Caro Baroja, y que en esencia permanece igual que en las fotografías antiguas. Presenta una fachada paralela a la línea del caballete, a dos aguas y con tres alturas. Lleva antas laterales, que sostienen una hermosísima balconada de madera, con su propio tejadillo. El enlucido se reserva para la tercera planta, en entramado de madera y mostrando el resto mampostería con cadenas de sillar. Otra casa, con ampliación lateral y remozada con gusto aunque con balconada de hierro, lleva arco de medio punto y, sobre él, inscripción en la que se lee: 1758/ ESTA CASA/ HIZO HAZER/ MRN DE GURBINDO.

Cerca se aprecia una casa muy alterada y con ampliación lateral que afecta al tejado, que es a doble vertiente. Se distingue aún claramente, no obstante, que esta casa engloba los restos de alguna torre palaciana medieval con visos de antigüedad. Su fábrica original, de planta cuadrada y desarrollo vertical, va en sillería menuda de buena estereotomía, lo cual entra en clara contradicción con el resto del casco urbano. Los vanos son modernos y apenas logran disimular el carácter ciego y macizo que la construcción tenía antiguamente. La puerta está ligeramente sobreelevada, y se accede mediante cinco escalones. Es un acceso angosto, rematado por un arco apuntado de siete dovelas grandes y que dan sensación de pesantez. Se trata sin duda de un edificio medieval en origen, y sin duda el más antiguo del lugar.

Otra casa cercana muestra dos alturas y gran desarrollo en planta, recordándonos ejemplares del corredor de Sakana-Arakil. La fachada lleva mampostería sin enlucir pero con las juntas muy bien dibujadas, y arco de medio punto sobre el que se lee: LA HIZO PE/ DRO DE ORQUIN/ AÑO DE 1746. delante hay una fuente con pilar cuadrangular rematado por jarrón, con "aska" para abrevar y lavadero descubierto adosado, de planta también cuadrangular. Por último, otra casa que repite modelos anteriores, con fachada entre antas una vez más, balconada superior y vanos rectos a excepción del acceso, de medio punto. Lleva el tratamiento de muros habitual, y una placa de piedra en la que se lee: AÑO DE 1711 LO HIZO/ PEDRO DE YRAIZOZ/ ESTA CASA I GRACIAN/ A DE LANDA.

Ya adosada a la iglesia nos encontramos la casa parroquial, con tres pisos más desván, y vanos rectos a excepción del medio punto del acceso, cerca del que se lee: VIVA JESUS/ SIENDO ABAD/ D. BERNARDINO OYARZUN/ A ESPENSAS DE D. MIGUEL/ ARISTREGUI Y CIGANDA/ AÑO 1827.

Ermitas

Se cita la ermita de Santa Lucía de Arañotz. Se alza en la cima del monte homónimo, en una zona boscosa y con unas envidiables vistas. Se trata de un edificio de carácter rural y de extrema simplicidad. Su planta, larguísima, forma un rectángulo terminado en testero recto, tras el cual se alinea una pequeña sacristía. Los muros van enlucidos, y llevan una ventanita en el muro occidental, en el que también se abre la puerta de la ermita, que es sencilla y adintelada, y que va flanqueada por dos contrafuertes. El tejado es a doble vertiente, y lleva estructura de madera. La imagen titular es una talla de bulto de Santa Lucía, realizada en el año 1866 por el escultor pamplonés Pedro María de Eguaras.

Parroquia de San Martín de Tours

Se trata de un templo moderno, construido en el siglo XIX pero que sigue parámetros propios del estilo barroco. Al parecer se erigió a expensas de la familia Aristregui, hacia 1827 y a cargo del arquitecto de Arribe Domingo de Aldecoa. La planta es de cruz latina, con dos tramos amplios, transepto marcado en planta y cabecera terminada en testero recto. A esta cabecera se adosan dos estancias que colmatan los ángulos que marcan los brazos del transepto, y de las cuales una es utilizada como sacristía, en el lado de la Epístola. Un pórtico se adosa por el mismo lado, ocupando los dos tramos de la nave y cobijando la puerta, que se abre en el segundo de ellos. Por el lado del Evangelio se aprecia así mismo un cuerpo para las escaleras, así como la torre, de planta cuadrada.

Los muros van enlucidos al interior, pero dejan a la vista algunos paños de piedra oscura y gris al exterior, de factura irregular. Se perforan por una ventana cuadrangular por cada uno de los tramos del lado meridional del templo. A los pies de la nave se levanta un coro simple, de obra.

La fábrica se cubre con bóvedas de lunetos de raigambre barroca, separados en la nave por arcos fajones de medio punto que apean sobre pilastras. El transepto lleva bóveda de arista en su tramo central, mientras que ambos brazos reciben sendos tramos de bóveda de cañón. La sacristía lleva techo plano con viguería de madera.

Al exterior el templo tiene aspecto ciego aunque enriquecido con variados volúmenes. La torre es esbelta, con planta cuadrada y dividido en pisos por impostas lisas. El cuerpo de campanas se distingue por ser ochavado, está perforado por medios puntos para las campanas, y se corona con un remate piramidal terminado en bola. El pórtico es de piedra, con acceso lateral y tres arcos de medio punto sobre pilares cuadrados que llevan impostas a modo de capiteles. Va cerrado por antepechos de piedra. Este pórtico se prolonga en la casa parroquial, en donde se superpone un segundo nivel con miradores acristalados. La puerta es un medio punto muy simple y de sabor civil. Va rematado por una inscripción que reza: VIVA JESUS/ SIENDO PONTÍFICE LEON XII/ AÑO 1827.

El interior va presidido por un retablo mayor neoclásico del XIX, con una imagen de San Martín de la misma época. Debió de sustituir a un retablo romanista obra de Miguel de Espinal. Cerca se observa la pila bautismal medieval, en piedra, con fuste cilíndrico y copa también cilíndrica decorada con arquerías que enmarcan flores cuatripétalas.

En el lado del Evangelio se emplaza el retablo de la Virgen de Lourdes, barroco de la primera mitad del siglo XVII, que procede de la iglesia de Otano (Valle de Elorz). Su traza consta de banco, un cuerpo de tres calles y ático con aletones y frontón curvo. Va articulado con columnas de orden corintio. La imaginería consta de varios santos obispos y un relieve de San Juan Bautista, y la imagen titular moderna sustituyó a la original, que se exhibe en el Museo Diocesano de la capital navarra, y que era un ejemplar medieval del siglo XIV.

En el lado opuesto encontramos otro retablo, dedicado a San José, idéntico al ya descrito y procedente igualmente de Otano. La imaginería es contemporánea a la mazonería, salvo la imagen titular que es del XVIII. Anotamos las tallas de Santa Catalina, San José con el Niño titular, y un cardenal. En el ático se aprecia además un relieve de San Antonio Abad.

Para terminar, en la sacristía se custodian diversas piezas de platería.

Joseba ASIRON SAEZ (2007)