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Historia del Arte. Pintura

Parece ser que la producción de arte es una característica propia del Homo Sapiens, pero los mejores ejemplos conservados de la época son, sobre todo, pinturas y grabados, por lo que la pintura rupestre ha sido durante años sinónima del arte prehistórico.

No se sabe exactamente la fecha del comienzo del arte, pero la mayoría de los ejemplos que conservamos en el País Vasco están datados en la época Magdaleniense del Paleolítico Superior (17.000-10.000 a.C.), aunque dataciones recientes recomiendan adelantar al Paleolítico Medio las pinturas de algunas cuevas de la zona cantábrica.

Las técnicas para la pintura del Paleolítico son variadas, desde la utilización de los dedos, pinceles, tampones, etc. hasta aerógrafos primitivos. Los materiales, en cambio, solían ser bastante simples: pigmentos minerales y carbón vegetal o animal mezclados con agua. De estos materiales salieron los dos colores mayoritarios del arte paleolítico: el rojo y el negro.

La mayoría de las veces, las imágenes se delimitaban por medio de una línea de contorno de color negro, y, algunas veces, se añadía volumen por medio de claroscuros de color, aunque era frecuente utilizar los accidentes naturales de las paredes de las cuevas para simular volumen.

En cuanto a los temas representados, el arte paleolítico del País Vasco comparte con el arte de la zona franco-cantábrica el imaginario de animales y símbolos. En concreto son dos los animales más frecuentes representados en nuestras cuevas, el caballo y el bisonte, junto al ciervo y la cabra. La cueva de Ekain (Deba) conserva algunos de los caballos más bellos del arte paleolítico, mientras que en Santimamiñe (Kortezubi) el bisonte esta más representado, de la misma manera que en Alkerdi (Urdazubi), Xaxixiloaga (Altzürükü) y Etxeberriko karbia (Gamere-Zihiga). Son de destacar también las ciervas pintadas con la técnica del tamponado en la cueva de Arenaza (Galdames). Otros animales como el oso aparecen en las cuevas de Ekain y Benta Laperra, el zorro, las aves y peces también en Ekain y Altxerri, la serpiente en Altxerri y el uro en Arenaza.

Hay también otro tipo de signos e imágenes más difíciles de identificar que aparecen en las cuevas del País Vasco, aunque son más escasas que en otros lugares. Buenos ejemplos son las líneas onduladas paralelas y las manos del complejo de Isturitz-Otsozelai-Erberua, los signos de Benta Laperra (Karrantza) y los descubiertos estos últimos años en Praileaitz (Deba).

En cuanto a imágenes antropomorfas, el País Vasco es parco en este tipo de imágenes, aunque mencionaremos una en Isturitz-Otsozelai-Erberua y otra en Altxerri (Aia).

La interpretación del arte paleolítico sigue abierta a distintas teorías que intentan explicar su función y sus objetivos, aunque casi todos los expertos tienden hacia una explicación ritual de las pinturas.

Al parecer la pintura paleolítica desapareció con la cultura de los cazadores de la edad del hielo hacia el 10.000 a.C. y los restos conservados de la pintura postpaleolítica son escasos.

Por razones no muy evidentes, la pintura rupestre vuelve a aparecen en la Edad del Bronce y del Hierro, con formas y conceptos muy diferentes a los del Paleolítico. Son imágenes esquemáticas y la figura humana aparece junto a las de los animales, así como signos de difícil interpretación. Mencionaremos los ejemplos de Solacueva en Koartango (Álava), el de Peña del Cantero en Etxauri (Navarra) y el de Goikolau en Berriatua (Bizkaia).

Por otro lado, en el Neolítico apareció un nuevo soporte para la pintura: la cerámica, el primer soporte artificial conocido para la pintura y que tendrá gran trascendencia histórica.

Pasando ya a los tiempos considerados históricos, suponemos que la conquista romana trajo consigo la realización de trabajos pictóricos, sobre todo como complemento de edificios públicos y privados, pero desgraciadamente conservamos restos muy fragmentados y poco significativos como para poder analizarlos artísticamente. La caída del Imperio romano trajo consigo un empobrecimiento general que no apoyó la realización de proyectos pictóricos o artísticos importantes.