Associations

Galeuzca

Historiadores como Vejarano, Solé Tura, Balcells, Termes, etc., estudian el Nacionalismo catalán y su evolución histórica. Una síntesis generalizadora de sus estudios permite concluir su división, sin ánimo de matizaciones demasiado detallistas, en cuatro etapas, influenciadas cada una de ellas de una forma más o menos determinante por una concreta ideología política: Federalismo, Nacionalismo, Regionalismo Conservador y Nacionalismo Izquierdista.

En la primera, la figura clave estaría representada por Valentí Almirall. Daría paso a la definición de un acendrado catalanismo, reflejada en la "Nacionalitat catalana", cuyo autor, Enric Prat de la Riba, está considerado como una figura mítica del nacionalismo catalán, tanto en la teoría como en la práctica políticas. La coyuntura socio-económica y política de comienzos del siglo XX transformaría este nacionalismo inicial en un regionalismo burgués y conservador bajo el liderazgo incontestable de Francisco Cambó.

En la década de los veinte las claudicaciones de la Lliga, partido regionalista burgués, produjeron un descontento en las jóvenes generaciones catalanistas. La frustración se tradujo en la aparición de un nacionalismo de carácter izquierdista e independentista, en el que empezaría a sonar como líder indiscutible Francisco Macía. El "impasse" de la dictadura primorriverista supondría precisamente el ascenso a la arena política de este nacionalismo izquierdista que monopolizaría las reivindicaciones catalanas durante la segunda República, la guerra civil y el subsiguiente exilio.

En Euzkadi los tratadistas del nacionalismo vasco: Larronde, Corcuera, Elorza, García de Cortázar, etc., consideran que la conflictividad, unas veces latente y otras explosivas del siglo XIX, la abolición foral de 1876 y las nuevas condiciones socio-económicas y políticas sentaron los presupuestos objetivos de la eclosión nacionalista, cuyo máximo exponente fue el Aranismo político a partir de 1893.

Este Nacionalismo independentista moderó sus impulsos a partir de 1903, con la inclusión de los euzkalerriacos y la muerte de Sabino Arana. El nacionalismo se fraccionaria en dos corrientes: el Partido Nacionalista Vasco, de signo independentista, y la Comunión Nacionalista, más moderado.

La fase inmediatamente postdictatorial y prerrepublicana coincide con la unificación de ambas tendencias. Sin embargo, núcleos minoritarios optarían o por una línea claramente independentista (Federación de Mendigoizales), o por la creación de un partido aconfesional y socialdemócrata (Acción Nacionalista Vasca).