La situación al acaecer la ruptura fue, según Euskal Elkargoa, la siguiente: en Bizkaia ETA controlaba 5 distritos y el PNV 3; en Gipuzkoa 6 distritos ETA y 2 el PNV; en Navarra y Alava casi totalmente ETA.
Las cinco ramas que poseía fueron ampliadas a 6 mediante la creación de una sexta rama militar: secretaría, redactora de Eutsi, Zutik, Zabaldu, etc. Grupos, preparadora de círculos de estudio y de células. Euskera, labores en pro de la lengua. Acción legal, propulsora de acciones permitidas. Propaganda, para imprimir y divulgar la misma. Así como en la década de los 60 los movimientos de liberación nacional se hallan fuertemente influenciados por la lucha del pueblo vietnamita, a finales de los 50 es la insurrección armada argelina la que marcará la mentalidad de los jóvenes que abandonan las siglas EGI para constituir ETA.
La generación precedente, la del PNV, había tomado también un modelo: el movimiento independentista irlandés del que habían adoptado su sección femenina, las Emakumes. La organización de José Luis Alvarez Emparanza "Txillardegi" seguirá por las líneas ya trazadas en EGI pero, esta vez, sin la inmovilizante tutela de "los mayores".
Dada la situación socio-cultural en la que sigue sumergido el pueblo vasco, la labor sigue siendo aún la de base: recuperar las señas de identidad perdidas o a punto de extinguirse. Sobra decir que el ambiente es bien poco favorable; en aquellos momentos, crear círculos de estudios de historia y cultura vasca, aprender el idioma identificacional, difundir la música vasca, llevar a cabo una "pintada" callejera, ejercer propaganda, era una dura tarea.
La dirección de esta primera ETA es colegiada: Eneko Irigaray, López Dorronsoro, Alvarez Emparanza, Benito del Valle, J. Manuel Aguirre, Patxi Iturrioz y Julen Madariaga.
La primera redada en la que caen miembros de la nueva organización tiene lugar a comienzos de 1960; la agitación promovida durante la ruptura ocasionó la afloración de varios nombres de militantes. A estas detenciones se sumarán, después, las de otros sorprendidos ya en pleno activismo: 1960 Juan José Echave y el militante denominado "Gautxo" son detenidos al efectuar una pintada.
Exiliado Txillardegi, al año siguiente ETA sube de tono: el 18 de julio, intenta hacer descarrilar a un tren de excombatientes que se dirigían a San Sebastián. El intento, fallido, provoca, sin embargo, una enorme redada tanto de militantes como de simpatizantes de la organización. Julen Madariaga, Benito del Valle, Iñaki Irigaray y Javier Elósegui se exilian; otros, atrapados, serán condenados hasta a 20 años de reclusión.
En mayo de 1962 se celebra la Primera Asamblea de ETA; allí se estructura en forma de frentes: político (Madariaga), cultural (José Luis Alvarez Emparanza "Txillardegi"), obrero (Benito del Valle) y militar (Imaz Garay).
ETA se define como "movimiento vasco revolucionario de liberación nacional" que reclama la "integración federalista europea, siempre que ésta se lleve a efecto a la altura de las nacionalidades".
En su declaración de principios se consideran el trabajo y el capital "como elementos integrantes de la empresa, en cuya cogestión y beneficios participarán proporcional y correspondientemente...".
Este mismo año aparece el célebre Vasconia de Krutwig, biblia de media generación de nacionalistas vascos y cuyo autor, a pesar de no haber coincidido aún con la organización, tuvo una repercusión fundamentalmente sobre ella.
ETA confecciona, entre el I y II Congresos un ambicioso plan a efectuar en ocho años: dos de propaganda, dos de preparación de militantes, dos de recolección de armas y fondos y dos de paso a la acción directa guerrillera.
El año 1963, año en que se celebra la II Asamblea de ETA ésta recluta un número relativamente grande de militantes que, tras el primer entrenamiento, pasan al activismo: colocación de ikurriñas, robo de dinamita, intimidación de confidentes, etc. Los cabeza de herrialde comienzan a portar pistola; sin embargo, sólo entre 1964 y 1965 empieza a irse armado aunque sólo sea para acciones consideradas muy peligrosas. Este mismo año 1963, sin embargo, una gran caída arroja a las cárceles a varios militantes importantes (Iturrioz, Escubi, Izco, J. A. Echevarrieta) y obliga a exiliarse a otros etarras de la primera hora tales como Juan José Echave, Javier Imaz Garay y Yokin Gárate.
La aportación, en 1964, de un grupo de militantes de EGI a las aguas etarras introduce en éstas un nuevo impulso hacia la acción armada y hacia el concepto de "guerra revolucionaria". El leit motiv de ETA, "la espiral acción-represión-acción" se incorpora en la IV Asamblea (1965), asimismo el abandono de la petición pacífica de financiación a elementos nacionalistas.
Las cinco ramas que poseía fueron ampliadas a 6 mediante la creación de una sexta rama militar: secretaría, redactora de Eutsi, Zutik, Zabaldu, etc. Grupos, preparadora de círculos de estudio y de células. Euskera, labores en pro de la lengua. Acción legal, propulsora de acciones permitidas. Propaganda, para imprimir y divulgar la misma. Así como en la década de los 60 los movimientos de liberación nacional se hallan fuertemente influenciados por la lucha del pueblo vietnamita, a finales de los 50 es la insurrección armada argelina la que marcará la mentalidad de los jóvenes que abandonan las siglas EGI para constituir ETA.
La generación precedente, la del PNV, había tomado también un modelo: el movimiento independentista irlandés del que habían adoptado su sección femenina, las Emakumes. La organización de José Luis Alvarez Emparanza "Txillardegi" seguirá por las líneas ya trazadas en EGI pero, esta vez, sin la inmovilizante tutela de "los mayores".
Dada la situación socio-cultural en la que sigue sumergido el pueblo vasco, la labor sigue siendo aún la de base: recuperar las señas de identidad perdidas o a punto de extinguirse. Sobra decir que el ambiente es bien poco favorable; en aquellos momentos, crear círculos de estudios de historia y cultura vasca, aprender el idioma identificacional, difundir la música vasca, llevar a cabo una "pintada" callejera, ejercer propaganda, era una dura tarea.
La dirección de esta primera ETA es colegiada: Eneko Irigaray, López Dorronsoro, Alvarez Emparanza, Benito del Valle, J. Manuel Aguirre, Patxi Iturrioz y Julen Madariaga.
La primera redada en la que caen miembros de la nueva organización tiene lugar a comienzos de 1960; la agitación promovida durante la ruptura ocasionó la afloración de varios nombres de militantes. A estas detenciones se sumarán, después, las de otros sorprendidos ya en pleno activismo: 1960 Juan José Echave y el militante denominado "Gautxo" son detenidos al efectuar una pintada.
Exiliado Txillardegi, al año siguiente ETA sube de tono: el 18 de julio, intenta hacer descarrilar a un tren de excombatientes que se dirigían a San Sebastián. El intento, fallido, provoca, sin embargo, una enorme redada tanto de militantes como de simpatizantes de la organización. Julen Madariaga, Benito del Valle, Iñaki Irigaray y Javier Elósegui se exilian; otros, atrapados, serán condenados hasta a 20 años de reclusión.
En mayo de 1962 se celebra la Primera Asamblea de ETA; allí se estructura en forma de frentes: político (Madariaga), cultural (José Luis Alvarez Emparanza "Txillardegi"), obrero (Benito del Valle) y militar (Imaz Garay).
ETA se define como "movimiento vasco revolucionario de liberación nacional" que reclama la "integración federalista europea, siempre que ésta se lleve a efecto a la altura de las nacionalidades".
En su declaración de principios se consideran el trabajo y el capital "como elementos integrantes de la empresa, en cuya cogestión y beneficios participarán proporcional y correspondientemente...".
Este mismo año aparece el célebre Vasconia de Krutwig, biblia de media generación de nacionalistas vascos y cuyo autor, a pesar de no haber coincidido aún con la organización, tuvo una repercusión fundamentalmente sobre ella.
ETA confecciona, entre el I y II Congresos un ambicioso plan a efectuar en ocho años: dos de propaganda, dos de preparación de militantes, dos de recolección de armas y fondos y dos de paso a la acción directa guerrillera.
El año 1963, año en que se celebra la II Asamblea de ETA ésta recluta un número relativamente grande de militantes que, tras el primer entrenamiento, pasan al activismo: colocación de ikurriñas, robo de dinamita, intimidación de confidentes, etc. Los cabeza de herrialde comienzan a portar pistola; sin embargo, sólo entre 1964 y 1965 empieza a irse armado aunque sólo sea para acciones consideradas muy peligrosas. Este mismo año 1963, sin embargo, una gran caída arroja a las cárceles a varios militantes importantes (Iturrioz, Escubi, Izco, J. A. Echevarrieta) y obliga a exiliarse a otros etarras de la primera hora tales como Juan José Echave, Javier Imaz Garay y Yokin Gárate.
La aportación, en 1964, de un grupo de militantes de EGI a las aguas etarras introduce en éstas un nuevo impulso hacia la acción armada y hacia el concepto de "guerra revolucionaria". El leit motiv de ETA, "la espiral acción-represión-acción" se incorpora en la IV Asamblea (1965), asimismo el abandono de la petición pacífica de financiación a elementos nacionalistas.