Concept

Congregaciones religiosas y educación en Euskal Herria

El siglo XX es la época dorada de las órdenes y congregaciones religiosas dedicadas a la enseñanza. Por una parte, se produce la expulsión de las mismas de Francia a partir de 1901 y son recibidas en el Estado español con la mayor complacencia, a pesar de algunas críticas (ley del Candado) o de la política laicista de la Segunda Republica española. En este sentido se habla de una segunda oleada, en la que volverán las expulsiones entre 1904 y 1914. Así, a lo largo del primer tercio del siglo XX, la presencia de los colegios regentados por religiosos y religiosas irá en aumento. En las estadísticas de las comunidades religiosas de 1923, un 56,59% de las congregaciones de hombres se dedicaban a la enseñanza, mientras que tan sólo un 35,14% de las de mujeres se dedicaban a este fin.

Por otra parte, el franquismo, y aquí puede detectarse otra tercera oleada, produjo el contexto adecuado, con su política de subsidiaridad del Estado, desde 1945, para beneficiar a la Iglesia y a sus centros escolares. Por lo que respecta al País Vasco, y al contrario de lo ocurrido en 1880, no hubo por parte del gobierno español ninguna prohibición para que no se instalasen en las provincias fronterizas, lo cual favoreció que la mayoría de órdenes y congregaciones religiosas se establecieran, sobre todo en las provincias de Gipuzkoa, Girona y Barcelona que, por lo demás, estaban muy bien comunicadas con sus respectivas fronteras francesas, al tener acceso a las líneas férreas. Como señala Delaunay (2005), que ha estudiado este fenómeno: "los lugares de refugio respondieron a criterios bien precisos. País Vasco (41%) y Cataluña (35%) contaron con el mayor número de asentamientos: más de las tres cuartas partes, de las cuales casi una cuarta parte en Guipuzcoa, la más pequeña de las provincias españolas. San Sebastián y sus alrededores se cubrieron de residencias francesas. De las 49 provincias, 29 fueron afectadas por la migración". En la siguiente tabla se observa el número de comunidades masculinas y femeninas establecidas en las primeras diez provincias

Religiosos franceses refugiados en España 1901-1914
ProvinciasComunidades masculinasComunidades femeninasTotalPorcentajes %
1. Gipuzkoa39438224,9
2. Girona29245316,1
3. Barcelona22194112,5
4. Bizkaia1112237
5. Navarra812206
6. Lleida117185,5
7. Oviedo311144,3
8. Baleares122144,3
9. Burgos65113,3
10. Álava4592,7

Como puede observarse los cuatro territorios vascos están entre ellas, pero sobre todo destaca el caso de Gipuzkoa. Tal es el éxito de esta presencia que conforma el primer lugar, con 134 comunidades y más de un 40% del total de todo el Estado español. Este éxito no hará más que confirmarse a lo largo del siglo XX.

Las circunstancias cambiantes tanto en España como en Francia a partir de 1939 harán que cambie la situación de las órdenes y congregaciones religiosas. En Francia volverán a ser legales los institutos religiosos dedicados a la enseñanza y por lo tanto quedará estabilizada la situación con su vuelta paulatina. En España, la victoria del franquismo significará el apoyo a la Iglesia y la aplicación de una legislación educativa favorable a la educación religiosa que producirá un efecto benéfico, iniciándose un florecimiento de de colegios privados religiosos, en detrimento de una escasa política de construcciones escolares públicas, cuya expansión máxima se consigue en la década de los sesenta.

El Concilio Vaticano II (1963-1965) marcará las siguientes décadas, de manera que si hasta los años sesenta la encíclica Divini Illius Magistri era el marco en el cual interpretar el derecho a la educación desde la perspectiva católica, este concilio obligará a las órdenes y congregaciones religiosas a actualizar sus reglas, y los principios de sus fundadores, al proceso de renovación que estaba viviendo la Iglesia, con una apertura a la realidad social del momento. Junto a este contexto externo, existía otra realidad que las congregaciones vivían en sus comunidades y centros educativos: la paulatina presencia de profesorado seglar para ir sustituyendo a los docentes religiosos, que registran pocas vocaciones. Este fenómeno comenzará a ser evidente a partir de comienzo de la década de los setenta, y no hará más que aumentar. A partir de los años ochenta el profesorado de colegios religiosos tiene una tipología: descenso de docentes religiosos y aumento seglares masculinos y seglares femeninos. En los años noventa el profesorado religioso comienza a ser residual y va adquiriendo mayor presencia el profesorado seglar y especialmente las mujeres, sobre todo en aquellos centros que mantienen los niveles primarios de enseñanza, siguiendo un proceso general de feminización en el magisterio. El caso de La Salle en el País Vasco es paradigmático para explicar esta evolución. La causa de este fenómeno hay que buscarla en el aumento de la demanda escolar debido al crecimiento demográfico, que en la década de los ochenta va a afectar a las escuelas y también en las consecuencias de la Ley General de Educación de 1970 que supuso un reordenamiento del sistema escolar. A partir de la promulgación de la LOGSE (1990) muchos centros se irán uniendo a fin de rentabilizar la oferta escolar. Asimismo la mayoría de ellos se incorporarán a la red de Kristau Eskola.