Concept

Congregaciones religiosas y educación en Euskal Herria

El progresivo establecimiento de órdenes y congregaciones religiosas comenzará a ser un fenómeno relevante a partir de la Restauración y continuará a lo largo del siglo XX, con la única excepción de la Segunda Republica. Así, entre 1876 y 1900 en el Estado español existían 73 institutos religiosos (34 masculinos y 39 femeninos), de los cuales, más de la mitad se dedicaban a la enseñanza. La distribución territorial de las escuelas privadas en España, coincide sustancialmente con los centros docentes pertenecientes a la Iglesia. Es decir, un noreste dominado por la enseñanza privada (País Vasco, Navarra, Cataluña y Baleares) además de Madrid y un sur con menor presencia de este tipo de escuelas. Para comprender mejor este fenómeno en el País Vasco, según una estadística de 1880, la asistencia de niños y niñas a las escuelas se distribuía en función del tipo de escuela pública o privada, arrojando los siguientes resultados de matrícula:

Matrícula de niños y niñas en escuelas públicas y privadas (1880)
NiñosNiñas
ÁlavaPública54%46%
Privada44%56%
GipuzkoaPública57%43%
Privada25%75%
NavarraPública54%46%
Privada32%68%
BizkaiaPública58%42%
Privada44%56%

Como podemos observar los porcentajes de matrícula en las escuelas públicas es similar en las cuatro provincias, aunque los niños superen el 50% de estas matrículas. Pero si nos atenemos a las escuelas privadas, Gipuzkoa arroja un 75% de niñas matriculadas en este tipo de escuelas, con lo cual el primer lugar logrado por Gipuzkoa con respecto al número de niñas por escuela en general, lo hace a costa de este importante porcentaje en las escuelas privadas. Otro tanto ocurre con Navarra.

Para explicar este fenómeno es necesario tener en cuenta la llegada de estos institutos religiosos, con motivo de la expulsión de Francia a partir de 1880. Se trata de la primera oleada de expulsiones, debido a las consecuencias de la política laicista de Jules Ferry y que tuvo escasa incidencia en el Estado español. La mayoría de los religiosos tuvieron que instalarse en provincias que no fuesen limítrofes de la frontera (Gipuzkoa, Navarra, Huesca, Lleida y Girona), ocupando mayormente las dos Castillas y Andalucía. Las órdenes y congregaciones religiosas que consumieron este exilio, entre otras, fueron los asuncionistas, benedictinos, capuchinos, carmelitas, franciscanos, maristas y dominicos, sobre todo los procedentes de comunidades de la Francia meridional. La mayoría de estas congregaciones, existentes antes de 1880, se dedicaban a la enseñanza como era el caso de las Hijas de la Cruz (Bilbao, 1859).

Al margen de este exilio religioso, y al cobijo de una relativa tranquilidad política, podemos señalar que entre 1880 y 1900 se establecieron otros tantos institutos religiosos (10 femeninos y 5 masculinos) la mayoría de ellos también dedicados a la enseñanza. Tales son los casos de las Siervas de María (San Sebastián, 1882), las Ursulinas de Jesús (Vitoria, 1882), las Hermanas de la Reunión del Sagrado Corazón de Jesús (Puente la Reina-Navarra) y Hijas María Inmaculada Marianistas (San Sebastián, 1890). Entre las congregaciones masculinas, cabe destacar el establecimiento de los Marianistas, con su célebre colegio de San Bartolomé en San Sebastián, creado en 1887. Además de estas primeras fundaciones, también, durante este periodo, se establecieron en el País Vasco, otras congregaciones y ordenes religiosas francesas, como la Compañía de María Nuestra Señora; Sagrada Familia Burdeos; Religiosas Asunción; Hermanos Escuelas Cristianas; Hermanos Maristas; Franciscanas Montpellier; Hermanos Instrucción Cristiana y Hermanos Sagrado Corazón; además de escolapios, franciscanos y jesuitas que ya estaban instalados, con anterioridad.

A las escuelas y colegios mantenidos por estas órdenes y congregaciones acudía todo tipo de alumnado, pero cada uno de ellos tenía su propia clientela y selección de vocaciones. Así, a los marinistas, acudían alumnos de la clase burguesa, para completar el bachillerato; a los salesianos, maristas, menesianos, Hermanos del Sagrado Corazón, Hermanos San Gabriel, Clérigos de san Viator, entre otros, acudían alumnos de clases populares, que buscaban una formación profesional para un acceso rápido al mundo del trabajo. Las niñas de clase burguesa se inclinaban por las Ursulinas, o los colegios regentados por la Sociedad del Sagrado Corazón, Compañía de María Nuestra Señora, entre otros. En cambio, las niñas de clases populares tenían la posibilidad de acceder a las escuelas regentadas por las Hijas de la Caridad, o las Hijas de la Cruz. El mapa escolar de la escolarización en Euskal Herria obedecía a una suerte de distribución donde en Álava y Navarra el peso de la escuela pública era mayor que en Gipuzkoa y Bizkaia: Fenómeno que se irá confirmando con el paso de los años y el asentamiento de la industrialización en estos territorios.