Peintres

Cemillán, Alfredo Fermín

Los cuadros de Mintxo exhiben ya en estos años un detallado a la par que desenfadado estudio compositivo, con una cierta deformación visual del espacio pictórico, junto al aplique de una pincelada muy suelta y espontánea, y unos colores intensos. Las formas creadas se desenvuelven con sabiduría y dominio del espacio, adaptándose a él y dimensionándolo a su escala.

Presenta su obra una vocación clara hacia la figuración y dentro de ésta hacia la figura humana. Son composiciones realizadas libremente a base de amplias ráfagas multicolores, con un grafismo muy próximo o deudor del comic. La construcción y transformación de estas realidades pictóricas, generalmente satíricas, se han definido dentro de un estilo rayano con el expresionismo crítico.

Como el carácter del propio artista, es la suya una pintura, diríamos, de confluencias, abierta a diferentes posibilidades estilísticas. Como si los cuadros estuvieran articulados a un tiempo a partir de la convergencia de distintos ritmos, eso sí, tamizados desde una óptica enteramente personal.