Concept

Carnavales de Álava

En una sociedad que carecía de cierto bienestar y el dinero brillaba por su ausencia, el pedir por las casas de familiares y amistades constituía una realidad de la situación. Necesidades alimenticias que se solventaban durante un día.

Así tenemos, por un lado, las postulaciones llevadas a cabo el Jueves de Lardero, también conocido como Jueves de Todos, e incluso el día anterior. Día de marcado carácter infantil, en el que algunos pequeños se disfrazaban. No había clase en la escuela y en pequeñas cuadrillas recorrían las calles y caseríos.

En el Valle de Aiara portaban un gallo en una cesta, el cual les servía de elemento identitario del grupo. Se entonaban letras alusivas al día y se recogían huevos y chorizos en una cesta, y algo de dinero en una bolsa.

Hoy es día de "Lardero"y no tenemos lección,es justo que disfrutemos(de) un rato de diversión.

Os pedimos un durico,cuatro huevos,un chorizoy algo más.

Si nos dan lo que pedimosbien lo vamos a pasar.

Que buena comidanos van a poner,con algunas cosasque ustedes nos den. (bis)

Esta canción recogida en San Vicente de Arana-Harana Done Bikendi, tiene su paralelismo con otras interpretadas a lo largo de la geografía alavesa que, sirviéndose de un "Obispo" (Arrieta, Arrizala, Bikuña, Egino, Erroitegi, Luzuriaga, Munain, Okariz, Onraita, San Román de San Millán, Vírgala Mayor, etc.) u "Obispillo", junto a una "Reina" (Gaceo), formaban un cortejo de eminente conexión con la festividad de San Nicolás (6 de diciembre).

Los encargados de cuidar el ganado (el pastor, el yegüero, o el vaquero) efectuaban otra cuestación no exenta de oficialidad. Les servía de acicate y de recompensa por sus esfuerzos laborales de traslado de los animales.

Pero el Jueves de Lardero o Jueves Gordo no era el único día de cuestaciones. En el Valle de Zuia se conmemoraba la "Fiesta de la Banderilla" en los primeros días de febrero. En dos grupos, separados por sexos, niños y niñas, y portando un estandarte cada uno, recorrían sus localidades respectivas: Murgia, Sarria, Zarate, etc.

Los días reservados a las cuestaciones juveniles eran el Domingo, Lunes y Martes de Carnaval. Dirigidos por el mozo mayor, el cual salía elegido mediante sorteo o por sacar el As de oros de la baraja, recorrían las casas más apartadas en busca del donativo, a ser posible en metálico (dinero). Generalmente el premio era más abundante que el reseñado para los del Jueves de Lardero.

En Amurrio este acto era conocido por "tajadilla de Carnaval" y en muchas localidades se acompañaban de instrumentistas (acordeonistas, txistularis, panderetistas y guitarristas), que amenizaban el recorrido y en cada casa los disfrazados bailaban una o más piezas, en caso de no estar de luto.

Los grupos de postulantes, además de recibir huevos y chorizos, que eran los productos más habituales en los caseríos, también recogían, según zonas: aceite, manteca, morcilla, alubias, azúcar y miel. Con todo ello, es decir lo que buenamente aportaban los vecinos de cada pueblo visitado, se preparaba una merienda en una casa designada al efecto, en el caso de los niños y niñas.

Los jóvenes, con lo recogido en las cuestaciones o con el sacrificio de una oveja o un ternero, lo celebraban en la taberna con una o varias comidas o cenas, abundantes de contenido sólido y si era posible, bien regadas de un buen vino y una ronda callejera nocturna.