Villes

Bergara

Intentos de segregación de Oxirondo. Antzuola se separó de la vecindad de Bergara en el año 1629. La parroquia de Santa Marina de Oxirondo trató de seguir su ejemplo. Según refiere Gorosábel, Bergara se adelantó a hacer un convenio con García de Haro, juez de comisión; reducido a servirle con 4.000 ducados de plata doble, a fin de que dicha parroquia continuase bajo su dependencia. Los vecinos de ésta por el contrario solicitaron en el consejo de hacienda su exención y villazgo y por su concesión ofrecieron pagar, no sólo los 4.000 ducados propuestos por Bergara, sino 400 más. La Provincia se opuso a las pretensiones de Oxirondo, y el resultado fue que en fecha 1 de mayo de 1630 logró Bergara un real privilegio por el cual se desestimó la separación promovida por dicha parroquia. Pero no se aquietó ésta con una determinación tan contraria a sus deseos sino que suplicó de ella, y ofreció pagar por su emancipación otros 600 ducados, o sea en todo 5.000 ducados de plata doble. No tardó la villa en salir a la causa, ofreciendo pagar igual cantidad; tanto era el empeño que mostraban ambas partes en este negocio. Este pleito se falló en Madrid por el conde del Castrillo, juez de comisión del donativo, el 24 de enero de 1631, declarando no haber lugar a la separación de la expresada parroquia: mandando al propio tiempo que corriese la gracia hecha a Bergara, pagando los 5.000 ducados de plata doble, que tenía ofrecidos. El barrio de Oxirondo, no desengañado todavía, pidió la revocación de esta sentencia, ofreciendo pagar por su separación la suma de 6.000 ducados de plata y la misma oferta hizo la villa de Bergara en sentido contrario. Al ver tanta puja, cualquiera diría que éste era un negocio comercial y de almoneda de efectos públicos. De todos modos, es claro que el gobierno se hacía muy poco favor en la admisión de semejantes aumentos de precio para la resolución de un incidente; en el cual parece que sólo debía atenderse a la justicia de la causa y a la conveniencia pública, y no adjudicarla a quien diese más dinero por la resolución. Esta se decretó por la real junta del donativo el 14 de junio de 1631, mandando que corriese la gracia hecha a la villa de Bergara, pagando los 6.000 ducados de plata ofrecidos, cuya determinación se confirmó en providencia de 29 de julio siguiente. En su consecuencia, se expidió la real carta ejecutoria de todo estenegocio en Madrid el 20 de octubre del mismo año y quedó así terminado este asunto, después de haber gastado ambas partes mucho dinero.