En 1981 realiza su primer audiovisual: La elección del soporte, premiado en el Festival Nacional de Vídeo de Madrid. Esta aportación gozó de una considerable resonancia en los ámbitos especializados. Cuatro años después trabaja en un cortometraje de ocho minutos de duración titulado Disfraces para un cubo, film que Santos Zunzunegui calificó en su libro Cine Vasco como "el punto más alto alcanzado por el cine de animación -tomando este concepto en sentido amplio- en el País Vasco". De 1986 son el corto Concierto para una escalera, basado en sus preocupaciones pictóricas del momento, y el vídeo Disfraces para un cubo II, exhibido en el festival de Montpellier. De finales de 1989 y principios de 1990 es Estrategias, un vídeo-autorretrato elaborado en el Centro de Imagen y Nuevas Tecnologías del Ayuntamiento de Vitoria. Las más prestigiosas publicaciones del gremio se hacen eco de estos trabajos.