Roman

Álvarez Emparanza, José Luis (version de 2005)

Harrizbikieta, Txillardegi, Larresoro, Usako, Igara.

Escritor en euskera, lingüista y político.

Nació el 27 de septiembre de 1929 en el barrio del Antiguo de San Sebastián (Gipuzkoa). Hacia 1954 empezó a usar el sobrenombre con el que es más conocido, Txillardegi, y que es el nombre de un lugar próximo a su casa natal. Sus padres conocían el euskera, pero no lo hablaban, de manera que tuvo que aprenderlo por su cuenta más tarde. En 1948 empezó a estudiarlo en serio.

Siendo estudiante de Ingeniería en Bilbao fue encarcelado por primera vez, por su militancia dentro del movimiento patriótico vasco. Decepcionado por lo que consideraba postura resignada del Partido Nacionalista Vasco, fue uno de los fundadores del grupo revolucionario de estudiantes Ekin y más tarde de Euskadi Ta Askatasuna ( ETA), en 1959. En 1961 marchó al exilio, huyendo de la policía. Posteriormente trabajó en París y Bruselas, principalmente como profesor. En su época de militancia en ETA defendió la necesidad de un frente abertzale o patriótico, y se mostró contrario al marxismo-leninismo.

En 1967 dejó la organización armada. Tras 16 años lejos de casa, volvió del exilio en 1977 y fundó el partido político ESB, junto con Iñaki Aldekoa. También nada más volver del exilio fue uno de los fundadores del movimiento Euskal Herrian Euskaraz. En 1980 fue expulsado de ESB, tras una polémica sobre el papel del euskera en esa formación política. Más tarde fue senador por la coalición Herri Batasuna.

En la década de los 80, y tras unos años de profesor en el campus de San Sebastián de la Universidad de Deusto, comenzó a dar clases como profesor titular en la Universidad del País Vasco. A finales de la década de 1990 fue nombrado por la UPV profesor emérito.

En lo que se refiere a su faceta de literato, hay que recordar que su aportación fue fundamental en la renovación de la narrativa vasca, pese a que ha declarado que para él siempre fue una actividad "marginal". Sus primeras novelas rompieron con la narrativa tradicional imperante hasta el momento. Resumiendo aquí el estudio que ha realizado Mari Jose Olaziregi (Historia de la literatura vasca, Edit. UNED, 2000), se puede decir que es un escritor al que siempre le ha preocupado el compromiso del intelectual con los avatares históricos de su tiempo. Su primera novela, Leturiaren egunkari ezkutua (Edit. Euskaltzaindia, 1957), marca el inicio de una trayectoria influida por el existencialismo. La novela narra la relación amorosa entre Leturia y una mujer llamada Miren, la cual, al igual que todas las relaciones personales presentes en la novela, está destinada al fracaso. Finalmente, Miren enferma y muere, y Leturia se suicida. El tema principal de la narración es la angustia que produce el tener que elegir. Leturia va plasmando en su diario los temas cruciales del existencialismo: la soledad, el fracaso, la muerte y la existencia de Dios; es una existencia que Leturia no niega. Así, según Karlos Otegi (Pertsonaia euskal nobelagintzan, Edit. Mensajero, 1976), Leturia es "el primer héroe problemático de la novela vasca". Escribió esta primera novela en la soledad de un cuartel, mientras hacía el servicio militar como alférez -dado que había acabado la carrera de Ingeniería- en El Ferrol (Galicia). Nunca una novela en euskera había ofrecido ese tipo de meditaciones filosóficas, y provocó muchas críticas negativas, por ejemplo por parte del escritor Nicolás Ormaetxea "Orixe". Más tarde, Txillardegi declaró que la literatura de entonces vivía una situación diglósica: "La literatura se relacionaba sólo con la religión y el caserío".

Volviendo al análisis de Olaziregi, cabe decir que la novela está planteada como un diario trascrito por un compilador, instancia intermedia entre el narrador Leturia y el lector. Ese compilador no duda en opinar. La novela es también novedosa porque combina escenarios reales (París) e irreales (Zerubide, Altzurain), con un tratamiento del tiempo centrado en el devenir de las estaciones del año.

La segunda novela del autor es Peru Leartzako (Edit. Itxaropena, 1960), "que supone un retroceso poético para el autor, debido a que la explicitación del plano ideológico es todavía mayor" que en la obra anterior, en detrimento del plano literario, según Olaziregi. Peru es el protagonista-narrador de la novela, y vive angustiado por el paso inexpugnable del tiempo. Agobiado por el trabajo, cuando lo deja tampoco es feliz, y acaba en un manicomio. Olaziregi coincide con el crítico Iñaki Aldekoa en que Txillardegi no acertó a crear un universo literario que se sostuviera por sí mismo.

Su tercera novela, Elsa Scheelen (Edit. Lur, 1969), tiene como novedad la utilización de un narrador omnisciente, opción que ya indica la factura tradicional del texto. El argumento gira en torno a la trayectoria sentimental de Elsa, una mujer joven que, abandonada por su compañero Luc, trata de superar su terrible soledad mediante una relación con el sacerdote Pierre Maunier. La novela es un reflejo de la época en que discurre: se habla de marxismo, de Luther King, de la guerra del Vietnam, y sobre todo de la secularización, plasmada en las dudas de Maunier tras conocer a Elsa. También aquí la problemática existencial volvía a tener excesivo peso, según Olaziregi.

Tras un paréntesis de diez años, Txillardegi publicó Haizeaz bestaldetik (Autoedición, 1979). En ella, volvió a tocar el tema de la primera novela, la búsqueda del absoluto por el hombre. La obra podría ser adscrita al género de novela lírica, con un fuerte simbolismo. El autor la ha definido como "una gran parida" y "la más profunda y simbolista" de sus novelas.

La siguiente novela fue Exkixu (Edit. Elkar, 1988), próxima al realismo socialista más ortodoxo. "La explicación ideológica de la novela (el argumento gira en torno a un protagonista que es miembro de ETA), así como su desarrollo formal (los personajes son caricaturas carentes de cualquier desarrollo narrativo) hacen naufragar cualquier objetivo literario", ha escrito Marijose Olaziregi.

La última novela del autor es Putzu (Edit. Elkarlanean, 1999). Situada entre la segunda guerra carlista y finales del siglo XIX, tiene como protagonista a un joven de San Sebastián que, disconforme con las autoridades liberales que gobiernan la ciudad, decide marcharse para combatir junto con los carlistas. Luego recorrerá buena parte del País Vasco como redactor de la revista "El Cuartel Real", para, con el paso de los años, acabar distanciándose del carlismo y convertirse en un "pre-nacionalista". Cuando se presentó la obra, el historiador Iñaki Egaña, que acompañaba al autor, dijo que había muchos elementos autobiográficos en el personaje principal, y lo mismo señaló Iban Zaldua, autor de un estudio sobre la novela (Revista "Jakin", número 126, año 2001), en el que sostiene que Txillardegi ha volcado en el texto demasiados pormenores sobre la historia y geografía del país.

Este autor tiene también un libro de cuentos: Kosmodromo (Edit. Haranburu, 1984).

Txillardegi es también clave en la renovación del género del ensayo. En este apartado resumiremos el estudio realizado por Xabier Altzibar (Historia de la Literatura Vasca, Edit. UNED, 2000). Txillardegi primeramente publicó Huntaz eta hartaz (Edit. Goiztiri, 1965). Según Ibon Sarasola (Euskal literaturaren historia, 1971), renovó el ensayo en euskera "sacándolo de las páginas de las revistas y dotándolo de un lenguaje matizado y funcional, del que estaba necesitado". Toca temas existenciales, religioso-morales y político-ideológicos, y se puede ver su querencia por Teilhard de Chardin, Kierkegaard, Buda y Gandhi. De todas formas, siempre ha comentado que los dos pensadores que más le han influenciado han sido Jean Paul Sartre y Bertrand Russell. En Hizkuntza eta pentsakera (Edit. Mensajero, 1972), trata sobre las relaciones entre lengua, lógica y pensamiento o visión del mundo. Otros de sus libros son Euskal Herritik erdal herrietara (Autoedición, 1978), en el que recogió artículos publicados anteriormente, y Euskal kulturaren zapalketa (Edit. Elkar, 1984) . También ha publicado un libro a caballo entre las memorias y el ensayo, titulado Euskal Herria helburu (Edit. Txalaparta, 1994).

En su faceta de lingüista, ya bastante antes del congreso de Arantzazu en 1968 se destacó por defender la necesidad de crear cuanto antes un idioma unificado. Desde 1957 es académico no de número de Euskaltzaindia-Real Academia de la Lengua Vasca, pero nunca ha ocupado un sillón de académico, según él por haber sido la "oveja negra" de la institución.

Se licenció en Lingüística en París y realizó el doctorado sobre el acento vasco en la Universidad de Barcelona, tras una estancia en la universidad MTT de California. Ha escrito Euskara batua zertan den (Revista "Jakin", 1974), Oinarri bila (1977, con materiales diversos dirigido a los interesados en alfabetizarse), Euskal gramatika (Ediciones Vascas, 1978), Euskal Fonologia (Ediciones Vascas, 1980), Euskal Dialektologia (Autoedición, 1983) y Euskal azentuaz (Edit. Elkar, 1984). Ha realizado muchos trabajos en el campo de la sociolingüística, dando a conocer en el País Vasco las realidades de países con lenguas minorizadas. Ha creado un método matemático de análisis de la situación de la lengua, presentado en el libro Elebidun gizartearen azterketa matematikoa (Edit. UEU, 1984). La obra se publicó en castellano el año 2002: Hacia una socio-lingüística matemática (Edit. Euskal Soziolinguistika Institutua Sortzen).

También ha publicado una historia de su barrio natal de San Sebastián: Antigua 1900 (Edit. Kutxa, 1992) y una autobiografía: Gertakarien lekuko (Edit. Haranburu, 1985).

En 1996 el periodista Joxean Agirre publicó Hitza hitz. Txillardegirekin solasean (Edit. Elkar), un libro-entrevista largo con Txillardegi en el que se repasan todas sus facetas. En 1999, la revista Jakin le dedicó un número monográfico, con ocasión de sus 70 años, y en el 2000 la Udako Euskal Unibertsitatea publicó el libro-homenaje Txillardegi lagun giroan, con artículos de 32 personas, dado que ha estado muy vinculado a la UEU.

En el año 2001 dejó el cargo de director de la revista Bat de sociolingüística. Había ejercido esa función durante diez años.

En noviembre de 2004 es nombrado miembro de Honor de Euskaltzaindia.

En septiembre de 2005 Euskaltzaindia-Real Academia de la Lengua Vasca y la U.P.V.-Euskal Herriko Unibertsitatea publicaron un libro de homenaje a Txillardegi con 30 colaboraciones. En octubre presentó en Donostia-San Sebastián su libro Agur Labartzari.