Sendagileak

Urcola Echeverría, Javier

Médico, neurólogo. Pionero de la neurología guipuzcoana. Nacido en Errenteria el 9 de diciembre de 1937, fallecido el 6 de febrero de 2014.

Huérfano de padre al año de edad, su madre Maria Echeverría queda al frente de la panadería familiar y del cuidado de sus tres hijos varones: Miguel, Teodoro y Javier. Realizó los estudios de bachillerato en el colegio de los hermanos del Sagrado Corazón, inicialmente en Errenteria y finalmente en San Sebastián, pasando los veranos de 1950,1951 y 1952 con su tío y padrino, el psiquiatra Jesús Echeverría, a la sazón jefe de sección de la casa de salud del sanatorio psiquiátrico de Santa Agueda en Arrasate-Mondragón. Allí tuvo su primer contacto con enfermedades mentales y neurológicas.

Tras finalizar el bachillerato en 1954, estudió Medicina y Cirugía en la Universidad de Zaragoza hasta su finalización en 1961, instalándose en la residencia Pignatelli de los padres jesuitas y posteriormente en el colegio mayor Cerbuna. La vida de Javier en Zaragoza no se redujo únicamente al estudio de las asignaturas de Medicina. En torno al Colegio Cerbuna encontró núcleos intelectuales importantes que encajaban en sus inquietudes vitales y que le introdujeron tanto en el mundo literario de Baroja y Unamuno como en la filosofía existencialista de Kierkegaard y Sartre. En esta época universitaria organiza con otros compañeros una asociación de estudiantes vascos de Zaragoza y en el año 1955 entra a formar parte de las juventudes del partido nacionalista vasco en la clandestinidad. De la misma forma, en 1959 participó en la fundación de un grupo apelado los txapel haundis del Bidasoa, con cierta influencia en el pensamiento cultural y político de la época a nivel universitario.

En julio de 1961 inicia su actividad profesional en el servicio de neurología y psiquiatría del Hospital Provincial de San Sebastián en calidad de becario interno por oposición, siendo el Dr. Luis Martin Santos el director y jefe de los servicios psiquiátricos de la Diputación de Gipuzkoa. El servicio contaba con colaboradores como Vicente Urcola, Juan José Lasa y posteriormente Pascual Martínez Langarita. De esta época datan sus primeras publicaciones científicas sobre alucinosis alcohólica, epilepsia del lóbulo temporal y yatrogenia de los psicofármacos. La prematura muerte de Luis Martin Santos tras accidente de tráfico en 1964 deja al servicio con una auténtica sensación de orfandad y el joven Javier Urcola orienta su futuro profesional hacia la neurología, contactando con Luis Barraquer en Barcelona. A lo largo de tres años acude de manera regular al Hospital de Sant Pau profundizando en neurología con el Prof. Barraquer y en neurofisiología con Vilabadó y Samsó, asi como con el Dr. Oller en el Hospital del Mar de Barcelona.

Contrae matrimonio con Dª Mari Carmen Carrera Goñi en 1965, fruto del cual tienen 5 hijos.

En 1968 comienza a trabajar en el servicio de neurofisiología de la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu, encargándose fundamentalmente de la electroencefalografía, aunque también realiza funciones como consultor en neurología, ya que dicha disciplina no estaba instituida como especialidad independiente. En esta época tiene estrecha relación con el Dr. Martínez Lage, quien dirige el servicio de neurología de la Clínica Universitaria en Pamplona, acudiendo muchos fines de semana a sus sesiones clínicas y contacta con otros neurólogos como Nieves Carrera, Jose Félix Martí Massó y Juanjo Zarranz. En 1973 obtiene la plaza de jefe de servicio de neurofisiología de la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu, donde continúa su labor asistencial hasta que en el año 1977, acogiéndose a una excedencia, se traslada definitivamente al Hospital Provincial de Guipúzcoa, donde desempeñaba la jefatura de la sección de neurología desde 1975 hasta su jubilación hospitalaria en la sanidad pública en el año 2000, tras contribuir a la unificación de los servicios de neurología en un único servicio en el inicialmente llamado complejo hospitalario Donostia (actual Hospital Donostia). Probablemente su época más fructífera como neurólogo clínico la desarrolló en el Hospital de Guipúzcoa, en su madurez intelectual, llegando a formar un progresivo y compacto equipo de neurólogos como Luis Guereca, Javier Olascoaga, Bixen Olasagasti, Carlos Sistiaga y Maite Martínez Zabaleta. Sus excelentes relaciones personales y profesionales con el neurocirujano Enrique Urculo Bareño, hicieron que se consolidase lo que podría llamarse una incipiente unidad de neurociencias, que culminó con sesiones clínicas y monográficas interdisciplinarias; llegando a publicar conjuntamente en el número 27 de la revista de neurología de 1998 un trabajo titulado "Valoración de la técnica de Mullan en el tratamiento de la neuralgia del trigémino". Socio de Políclinica Gipuzkoa desde su fundación en 1975.

Miembro de la sociedad española de neurología desde 1965 y de la sociedad vasca de neurología desde su fundación en 1988. En marzo de 2007 recibe un homenaje de sus compañeros en la XXVIII reunión de la Sociedad Vasca de Neurología en Orio, siendo el presidente de la junta directiva el Dr. Juanjo Zarranz y Javier Olascoaga el neurólogo encargado de la ponencia sobre Javier Urcola. Miembro de la Sociedad Bascongada de Amigos del País.

Sus grandes aficiones eran el mar y la pesca, la montaña y la lectura. Bien conocido por los arrantzales hondarribitarras con quienes mantuvo frecuentes y grandes relaciones. El periodista y escritor Álvaro Bermejo le definió como "neurólogo ilustrado". Importante conversador de cualquier materia, sabedor de buenos consejos, enemigo de dogmas, de espíritu reposado pero inquieto, desordenado, ácrata, crítico, de humor socarrón y escéptico, pudieran resumir la personalidad de este ilustre neurólogo.