Udalak

UNCITI

Alzorriz. La Parroquia de Nuestra Señora de la Candela es una edificación gótica del siglo XIV; conserva algunos vestigios románicos (tímpano de la portada y pila bautismal) y protogóticos, de las construcciones anteriores. Nave única de cuatro tramos y cabecera pentagonal y dos capillas a modo de brazos de crucero. Cubierta de crucería simple con nervios baquetonados y claves entre fajones de sección cuadrangular que apean en ménsulas poligonales; bóveda estrellada en la cabecera. Coro de madera sobre abovedamiento rebajado del siglo XVI. Portada gótica con 5 arquivoltas baquetonadas sobre imposta moldurada lisa que hace las funciones de capitel; sobre ella, tímpano románico del siglo XII con crismón y decoraciones geométricas. Pila bautismal de taza cilíndrica decorada con dientes de sierra y galería de arquillos de medio punto y doble franja de motivos geométricos. Una reja del siglo XVI da paso al presbiterio, presidido por el retablo mayor. Se trata de una obra de estilo romanista de rica articulación iconográfica con fondos clasicistas, debida a Juan de Echenagusia, realizada a partir de 1596 y policromada en 1609 por Sebastián de Zárate.

Artaiz.La parroquia de San Martín de Artaiz es uno de los mejores ejemplos del románico rural navarro. Construcción comenzada a finales dels. XII, estilísticamente relacionable con Loarre, acusa así influencias jaquesas que en Navarra se manifiestan principalmente en Echano, Catalain o Azuelo. A la época primitiva pertenecen portada y cabecera, al siglo XIII la cubierta de cañón apuntado y la torre, y a reformas efectuadas en el siglo XVI los tramos intermedios de la bóveda, que se decoran con terceletes moldurados. Presenta planta de nave única dividida en cuatro tramos y cabecera semicircular. La portada es de medio punto abocinada con tres arquivoltas baquetonadas lisas las interiores y con una hilera de rosetas la exterior, todo cerrado por friso jaquelado. Las columnas, de basa y fuste liso, presentan interesantes capiteles y cimacio reticulado. Los seis capiteles, de izquierda a derecha, presentan: doble hilera de palmetas, bolas y caulículos y tallos vegetales rematados en dos cabezas con la figura sedente de un anciano los dos primeros, que denotan grandemente la influencia jaquesa; un león y un perro coronados por mascarón el tercero. En el cuarto capitel, dos águilas picotean las cabezas de dos personajes, mientras un tercero monta sobre un grifo; dos arpías entre palmetas y caulículos y, en el último, perdido en parte, aparece un león devorando dos figuras humanas. El crismón del tímpano, entre rosetas, nos recuerda el de la puerta meridional de Leire. La portada está rematada por un alero de canes con representaciones antropomorfas --entre las que destacan varios músicos-- y metopas, y cornisa reticulada. Las metopas por su parte representan escenas bíblicas. Toda esta estatuaria del alero es del máximo interés iconográfico. El interior conserva pila bautismal medieval con pedestal cuadrado, fuste liso y taza cilíndrica decorada con galería de arcos de medio punto con capiteles y dobles columnillas, rematando en hilera de bolas. Del ajuar cabe destacar un Crucificado romanista de principios del siglo XVII, el retablo de Santa Catalina, renacentista de mediado el siglo XVI con buenas tablas, obra de Pedro Durango y Pedro Segura, y una talla de San Martín, de la misma época y de estilo renacentista de acento popular. Pinturas. Al ser restaurado el edificio en 1958, José Esteban Uranga descubrió tras el retablo unas extraordinarias pinturas murales góticas del segundo cuarto del siglo XIII, hoy conservadas en el Museo de Navarra. Se trata de una representación lineal de influencia aragonesa, formando una única escena, de la adoración del Cordero por la Iglesia triunfante,según el Apocalipsis. De gran valor y rareza iconográficos, que no se limita al tema, escaso y tardío en el arte occidental, sino que también se manifiesta en el tratamiento de las indumentarias de los personajes. Desde el punto de vista técnico, el dibujo presenta un trazo negro, continuo y de gran fuerza, sobre fondo monocromo rojo oscuro. Figuras bidimensionales que trascienden disposiciones planas de la pintura lineal gótica y agrupadas procesionalmente, denotan ritmo de personal factura. Pese al encuadre arquitectónico que presentan, apuntan hacia un naturalismo de los ademanes. Estas pinturas parecen obra del llamado Maestro de Artajona, relacionable con talleres aragoneses, presentando analogías con Uncastillo, Sigena y Sos. Para un estudio detallado del tema, ver Lacarra Ducay, M. Carmen: La pintura mural gótica en Navarra, Pamplona, 1974.

Cemorain. Iglesia de la Visitación, protogótica de h. 1200, remodelada en el siglo XVI, principalmente la portada y las cubiertas. Nave única de tres tramos y cabecera recta. Cubiertas de nervios moldurados, de terceletes y estrellada; en el tramo de los pies se conserva la original, de bóveda apuntada con arco fajón sobre pilastras suspendidas en ménsulas trilobuladas. Interesante portada renacentista de arco triunfal flanqueado por dos columnas acanaladas con arco de medio punto cajeado decorada con relieves de querubines y rosetas sobre impostas molduradas y pilastras asimismo cajeadas. El recinto está rodeado por un cerco que delimitaba el antiguo cementerio, obra de Domingo de Sarasti sobre traza del Fratín, de principios del siglo XVII. Pila bautismal medieval de doble basa circular con bolas, fuste cilíndrico y taza circular ornada con galería de arcos de medio punto e hilera de dientes de sierra.

En el despoblado de Muguetajarra subsiste la antigua iglesia de San Pedro, ermita rural de origen medieval y factura protogótica, de h. 1200.

Raondo. Procedentes de la iglesia de este despoblado de Unziti, también citado como Erraondo y como Errondo, se conocen dos piezas fechables en la segunda mitad del siglo XII que fueron enajenadas en los años 30 y localizadas en Nueva York a principios de la década de 1940. Se trata de una pieza de tímpano con la representación de la multiplicación de los panes y peces y de Jesús en el desierto que Gudiol adscribe al artista de la iglesia de Cabestany, en el Rosellón, y un interesantísimo dintel románico con un crismón cuya particularidad iconográfica radica en la superposición del anagrama al cordero y en estar flanqueado por sendas parejas de ángeles, representación esta escasa, de influencia aragonesa --jaquesa-- y relacionable con el tímpano de la ermita de San Bartolomé de Aguilar de Codés. Asimismo, el museo del castillo de Javier conserva algunos capiteles de la misma procedencia. En lo que respecta a la historia del despoblado, ver RAONDO. Respecto a los concejos de Najurieta, Unciti y Zabalceta y al lugar de Zoroquiain, ver las voces correspondientes.