Udalak

Tolosa (1998ko bertsioa)


Servicios y beneficencia históricos.
Las obras pías instituidas en esta villa para alivio de sus habitantes son las siguientes. Las del bachiller Juan Martínez de Zaldivia, fundadas en 1583 por su testamentario para dotación de un maestro de latinidad y de dos doncellas pobres casaderas y limosna de pobres, bajo el patronato del Ayuntamiento. Las de Antón de Arsuaga instituidas el mismo año para celebración de misas, limosna de pobres vergonzantes y obras de la iglesia, por cuyos patronos nombró al vicario, alcalde y fiel. Las de Catalina de Monteflorido, fundadas en 1584 para dotación de una capellanía, aniversarios, organista y sochantre, cuyo patronato dejó al Ayuntamiento. Las de María Juanis de lriondo, instituidas en 1583 para pobres vegonzantes, luz de una lámpara de la parroquia, y otros fines piadosos, con igual patronato. Las de Catalina de Abalia, fundadas en 1586 para la limosna de pobres vergonzantes, luz de una lámpara y fábrica de la iglesia; cuyo patronato dejó al alcalde, vicario, fiel y regidores. Las de Baltasar de Iriarte, instituidas el propio año para dotación de dos doncellas pobres casaderas de esta villa o de la de Hernialde, una capellanía y limosnas de pobres vergonzantes; dejando por patronos al vicario, alcalde y fiel. Las de Martínez de Ayestarán Barrena y Zaldivia, fundadas en 1603 para dotación de capellanías, organista y maestro de escuela, bajo el patronato de los capitulares, vicario y sucesor de su casa. Las del capitán Juan de Urrutia, instituidas en 1635 para limosna de pobres vergonzantes, pósito de trigo, dotación de doncellas pobres casaderas parientas del mismo, cuyo patronato dejó a esta villa. Tolosa tuvo en lo antiguo dos establecimientos de beneficencia con la denominación de hospitales. Uno está situado adjunto a la iglesia parroquial con destino a acoger a los pobres del pueblo; el otro junto a la ermita de la Magdalena, para la curación de los que adolecían del mal de San Lázaro. Este último quedó extinguido a fines del s. XVI por no acudir ya a él enfermos de la clase. En adelante no hubo más que el intramural expresado, cuya situación no era la mejor. Era además un edificio no bastante capaz para el número de pobres que se acogían en él, a consecuencia del aumento que tenía el vecindario, y fue por lo tanto preciso construir una Casa de Misericordia de más extensión y de mejores condiciones. Se obtuvo para el efecto la competente real licencia en 1771. Se alcanzó otra en 1775 para vender el hospital viejo y las ermitas de Santa Lucía y la Magdalena, invirtiendo su importe en las obras del nuevo establecimiento. Principiadas éstas, quedaron concluidas para el año de 1781. En el mismo propuso la villa a la real aprobación las constituciones con que debía gobernarse la nueva Misericordia (real cédula de 1 de octubre de 1782); se concedieron además los arbitrios necesarios para el sostenimiento del establecimiento. Tales era: el impuesto de 32 maravedíes en azumbre de aguardiente y demás licores; la rifa de uno o dos cerdos en cada año; las limosnas que se recogiesen por la junta del gobierno; la entrega de cien tejas y cincuenta ladrillos anuales por el tejero de la villa. Esta Casa de Misericordia fue incendiada completamente en la noche del 25 de junio de 1813 por la tropa del coronel Francisco de Longa, al tiempo de la ocupación de la villa por los aliados. como venganza de haber servido de hospital de los franceses. Para su reedificación de nueva planta, se obtuvo el 11 de julio de 1817 real facultad de exigir cierto arbitrio sobre el aceite y jabón que se consumiesen en esta villa y su jurisdicción y quedaron terminadas las obras para el año de 1821 , ascendiendo su coste a 212.634 reales. El gobierno interior de esta casa se puso en 1830 al cuidado de las hermanas de Caridad, con cuyo motivo se hicieron algunas obras y una nueva capilla de San Juan Bautista. Se amplió considerablemente este edificio entre los años de 1848 y 1851; en el de 1857 se ejecutó a sus espaldas otro independiente, que pudiese servir de hospital en los casos de epidemias. Por último, en el s. XIX se construyó otra casa para dormitorio de niñas. Este establecimiento, además de ser casa de misericordia para los pobres del pueblo, fue de socorro para los del distrito provincial y, al mismo tiempo, caja de expósitos. En el año 1861 se acogieron en él diariamente de 360 a 370 personas entre hombres y mujeres, niños y niñas, Sus estancias importaron 276.902 reales de los que 140.000 fueron de cuenta de la villa, y los restantes 136.902 de cargo de la provincia. Los pobres que estaban sanos, y se hallaban en disposición de trabajar, se dedicaron los hombres, al cultivo de la huerta y heredades contiguas, cuidado del ganado y oficios mecánicos: las mujeres a hilar y hacer otras labores. Tuvo escuela de niños y niñas, donde recibieron la competente instrucción en sus respectivas clases. Esta clase estuvo regida por una junta municipal de beneficencia, nombrada con arreglo a la ley general, y al frente de su gobierno interior hubo catorce hermanas de Caridad, y además un capellán para la asistencia religiosa de los enfermos acogidos en ella.

Centros. Asamblea local de la Cruz Roja (1924). Batzoki de Tolosa: pionero de los batzokis guipuzcoanos. En 1930 se dio un festival de teatro vasco representándose las obras «Jo ta uts de Luxemendi» y «Bost urtian» de T. de Alzaga. Centro Republicano: abierto el 17 de julio de 1910 y clausurado el 17 de diciembre de 1930. A comienzos de 1936 se crea en Tolosa un Gipuzko Mendizale Batza, compuesto en su mayor parte por jóvenes de Eusko Gaztedi, siendo su presidente P. Leunda. Se proponía recorrer las tierras de Guipúzcoa difundiendo la cultura e historia vascas. Ski Club Tolosano (1909). Ver ESQUI.