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SUNBILLA

Su pintoresco caserío se halla dividido por las aguas del río Bidasoa, que atraviesa la población. De esta forma natural, Sunbilla se organiza en dos núcleos o barrios, uno a cada orilla del río. El primero de los barrios, margen derecha, estaría estructurado en torno a la carretera que conduce a Pamplona. El segundo barrio, orilla izquierda, se sitúa en torno a la parroquia de San Juan Bautista. Uno y otro se comunican por medio de un antiguo puente, de origen medieval, que salva el río. Su arquitectura popular se generaliza con fachadas de color blanco combinadas en la mayoría de los casos con la particular piedra rojiza del Baztan.

Arquitectura civil

Lógicamente el puente medieval de Sunbilla se convierte en la principal obra de arquitectura civil de la localidad. Construido en sillar y sillarejo, ofrece una rotunda sensación de robustez frente a las posibles crecidas del río, con dos sólidos tajamares en cada uno de sus frentes. Se estructura en torno a tres grandes ojos de medio punto que otorgan la envergadura suficiente para salvaguardar el nivel del Bidasoa. La luz del puente es de aproximadamente cincuenta metros. Cuando se atraviesa caminando se adivina con facilidad la doble pendiente del mismo. Aproximadamente cien metros río abajo, a la altura de la parroquia, se levanta un moderno puente de hormigón sobre el que discurre la carretera.

En la orilla derecha del río, tras abandonar la calzada del puente, se accede al Ayuntamiento de Sunbilla. Levantado en el siglo XIX, una placa en su fachada avisa de la restauración a la que fue sometido durante el año 2000. La fachada principal se divide en tres niveles horizontales que otorgan el mismo aspecto al conjunto. El cuerpo inferior, abierto, se organiza en torno a tres arcos rebajados de piedra rojiza. El nivel central mantiene la línea simétrica de esta arquería pero es sustituida por tres ventanas adinteladas. Cada una de las ventanas aparece remarcada en su perímetro por cadenas de sillar, también de color rojizo. El nivel superior repite la misma estructura y características, con la única diferencia de que cada una de las tres ventanas sirve de acceso a un balcón corrido de moderna forja, que recorre la longitud de la fachada. Todas las ventanas adinteladas aparecen protegidas por contraventanas de madera de color rojo. Enmarcan la estructura de la fachada sendas cadenas de sillar de tono rojizo. Un espectacular alero de madera labrada protege la misma.

Muy cerca del ayuntamiento, dirección Pamplona, en el número 4 de la calle Mayor, se localiza el Palacio de Sunbilla, conocido así por la envergadura que presenta. Se trata de un edificio cúbico enmarcado por cadenas de sillar, de color rojizo, en cada una de sus esquinas. Presenta tres alturas en la organización de su fachada. El nivel inferior se organiza en torno a un arco de medio punto con sendas ventanas adinteladas en cada uno de sus lados. El segundo y el tercer cuerpo mantienen tres ventanas rectas, ocupando la función de balcón la situada en el centro del cuerpo superior. La reja y peso del balcón es soportado por cinco ménsulas de piedra. Al igual que en las esquinas, todos los vanos aparecen delimitados por cadenas de sillar, mientras que el resto de la fachada aparece enlucido. Remata la estructura del conjunto un tejado a cuatro aguas, en el que se abre en cada uno de sus cuatro costados, una buhardilla con tejadillo a dos aguas. Recorre el perímetro de la fachada un hermoso alero de madera tallada que soporta el tejado. Sobre el balcón, un escudo barroco del siglo XVIII decora la fachada.

Dirección Irun, también cerca del consistorio, a la altura del número 21, se localiza otra vivienda que presenta todas las características de la arquitectura popular de Sunbilla. Fachada enlucida de tres niveles, con cadenas de sillar rojizo en las esquinas. El cuerpo inferior es de sillarejo organizado en torno a dos puertas y ventana. En los niveles superiores se repite la estructura con vanos adintelados. Ennoblece la fachada un escudo rococó del siglo XVIII.

Junto a la parroquia de San Juan Bautista, en la otra orilla de Bidasoa, se sitúan varias viviendas aisladas que presentan las mismas características de los edificios civiles ya señalados. La única diferencia es que presentan una distancia mayor unas de otras, acercándose más a la a la estructura del caserío habitual de la zona. Destaca el número 7 de la calle San Juan. Se trata de un edificio meramente vertical, con una fachada enlucida de dos niveles y ático. Enmarcan la fachada sendas cadenas de sillar. El piso inferior se organiza en torno a un gran arco de medio punto situado entre dos ventanas adinteladas. En el nivel central aparecen dos ventanas rectas remarcadas con cadenas de sillar. Entre ambas se sitúa un hermoso escudo barroco. Sobre el mismo, ya en el ático, se abre un vano adintelado similar a los inferiores. Todas las ventanas aparecen protegidas por contraventanas de madera de color verde.

Palacio Subizar. En las inmediaciones de las ruinas de la parroquia de San Tiburcio, se localiza este antiguo palacio también conocido como Casa de San Tiburcio. Se trata de un noble edificio cúbico, posiblemente del siglo XVI, que presenta cuatro fachadas enlucidas de tres alturas. La deteriorada fachada principal se organiza en torno al gran arco de acceso de medio punto. En los niveles central y superior aparecen tres ventanas dinteladas entre cadenas de sillar. Sobre la clave del arco de medio punto, ligeramente desplazada por el peso del tiempo, aparece labrado un pequeño escudo de armas labrado con cinco panelas. Cuenta la leyenda que en el siglo XVI el escudo de este palacio era de oro. Cabe recordar, que en dicha centuria su propietario era el poderoso Diego Subizar, mientras que en el siglo XVIII lo era el marques de Besolla. Al primero de ellos fue a quien, los habitantes de Sunbilla, solicitaron clemencia para levantar otra iglesia en la localidad, al margen de la de San Tiburcio.

Arquitectura religiosa

Parroquia de San Juan Bautista. La primitiva iglesia de San Juan Bautista se construye en 1550 cuando, por aclamación popular, se solicitó al patrón de la iglesia de San Tiburcio, Diego de Subizar, licencia para la construcción de una iglesia más cercana al núcleo de Sunbilla. Ya en el siglo XVII, y debido a su reducido tamaño, se destruye este templo, levantado sobre madera, y se realiza una nueva iglesia barroca. Se localiza en la orilla derecha del río Bidasoa, orientada la zona de los pies hacia el mismo. Presenta una habitual planta de cruz latina de tres tramos, crucero con capillas laterales y cabecera recta. Sobre la cabecera y junto al crucero se levanta la planta de una torre del siglo XIX. El interior, la zona de la nave, se articula en torno a tres bóvedas rebajadas, mientras que sobre el crucero se alza una bóveda de arista. La cabecera aparece cubierta mediante una bóveda de cañón. Al exterior se presenta como un templo de proporción horizontal, en el que rompe la armonía la mencionada torre levantada sobre la cabecera. Dispone de muros enlucidos, con cadenas de sillar de tono rojizo, en todas las esquinas y contrafuertes situados en la zona de la nave. Sobre los muros enlucidos sobresale alguna piedra de la misma tonalidad. La torre de la parroquia data del siglo XIX. La forman dos cuerpos cúbicos que repiten las características anteriormente mencionadas. En el segundo cuerpo se abren cuatro arcos de medio punto con función de campanario. Se remata la torre en forma de chapitel, solución muy habitual en las parroquias de la zona. En el tejado parroquial llama poderosamente la atención un, asonante y fuera de lugar, moderno alero de hormigón que recorre todo el perímetro de la planta. En la parte inferior, entre ambos lados del crucero y los pies de la parroquia, se alza un elegante pórtico de madera sobre pilares de piedra. Bajo el mismo, se resguarda una sencilla portada de medio punto que sirve de acceso al interior, desde el lado de la Epístola. Esta galería se cubre con teja a lo largo de su perímetro. Junto a la torre parroquial, se abre una cuidada zona ajardinada en la que se exhiben varias estelas funeraria.

El retablo mayor es de estilo ecléctico y fue realizado en la primera mitad del siglo XX. Igualmente, las imágenes que guarda, de los patronos San Juan Bautista y San Tiburcio, son contemporáneas a la ejecución del mismo. En otras dependencias del interior parroquil se localizan tres retablos rocococós del siglo XVIII, con advocaciónes de la Inmaculada, la Soledad y San José. Presentan un banco sobre el que se levanta un cuerpo entre motivos de rocalla.

Antigua iglesia de San Tiburcio. Se trata de la primera iglesia con la que contó Sunbilla hasta la erección de la de San Juan Bautista en el siglo XVI, más cercana y al núcleo urbano y a la postre más práctica para sus habitantes. Se localizaba aproximadamente a un kilómetro de la localidad, lugar que hoy albergan sus ruinas, junto al citado Palacio de Subizar. Conservó el culto hasta el siglo XIX, momento en el que la definitiva ampliación de la parroquia de San Juan Bautista, convierte a la de San Tiburcio en un lugar de segundo orden para los oficios religiosos. Desde este momento la parroquia se irá deteriorando progresivamente hasta ofrecer el aspecto ruinoso que hoy presenta. Entre la maleza que la cubre y la techumbre de Uralita adosada, que aprovecha la original estructura, todavía se pueden apreciar parte los muros perimetrales de sillarejo. Según los mismos, presentaba planta rectangular y cabecera recta. Urgiría una prospección arqueológica, por parte de la administración, para clarificar su origen y poder determinar históricamente esta antigua iglesia.

Fernando GARCIA NIETO (2007)