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SAINT-ESPRIT

La pugna por su jurisdicción. Desde el s. XIII encontramos ecos del empeño de Bayona por mantener a Saint-Esprit bajo su jurisdicción. Hubo discusiones cuando Felipe el Hermoso tomó la ciudad y plazas fuertes de Guyena en 1292. Entonces el barrio de Saint-Esprit, trató pero en vano, de romper los lazos que le ataban a la ciudad de Bayona. La ciudad se resistió y el caballero Bernardo de Durfort fue encargado de realizar una información. Entre las cuestiones que fueron sometidas al nuevo Gobernador había una de gran importancia. «Si los que viven en el comienzo del puente de Bayona son personas e inmuebles sometidos a la jurisdicción de los alcaldes y regidores de Bayona, como los que viven en el recinto de la ciudad». Durfort ganó el pleito para la ciudad de Bayona y sus habitantes. La venida de Luis XI al país enriqueció al barrio de Saint-Esprit al que concedió numerosos privilegios haciendo de él una presa codiciable. El barrio, por otra parte, había comenzado a crecer, después de la unión de Bayona a la corona de Francia; en él se había creado un centro de intereses de una importancia, sin duda restringida, pero que tenía su razón de ser dadas las dificultades de las comunicaciones. El puente sobre el Adour que comunicaba este arrabal con la ciudad, se había roto durante las operaciones del pasado asedio y los bayoneses debido a la profunda miseria que había traído el cambio de régimen, no habían podido arreglarlo. Las relaciones entre los núcleos de las dos orillas se habían relajado un poco y con una audacia favorecida por la singular debilidad del adversario, volviendo sobre pretensiones que la justicia había condenado en otro tiempo, el señor de Albret, uno de los vencedores del asedio de 1452, levantó, en su calidad de Barón de Seignaux, acta de posesión sobre el territorio de Saint-Esprit. Todo esto sucedía poco después de la partida de Luis XI. Bayona respondió inmediatamente a1 desafío. El miércoles 26 de marzo de 1464, Michelot Daguerre, de parte del alcalde de Bayona, recibe orden de presentarse en la vía de Saubadou de Ségur y en el vergel de Menjouin de Irube, vecinos, dice el acta a la que nos referimos, de la ciudad de Bayona en el territorio de Saint-Esprit y jurisdicción de dicha ciudad, para romper ciertos bancos colocados por Monseñor el Bastardo de Albret, el cual ha pretendido actuar como lugarteniente de Monseñor de Albret y en nombre del bailío de Seignanx. A partir de esta época, Bayona y Saint-Esprit están en lucha constante y los procesos se suceden sin tregua. Los canónigos de la colegiata instituida por Luis XI, sobre todo, se muestran los más encarnizados en esta lucha, y es fácilmente comprensible que no podamos contar ni de manera sucinta estos acontecimientos que duraron varios siglos.