Kontzeptua

Paleolitikoa (1993ko bertsioa)

Tipología de las poblaciones. De las gentes que a fines del Paleolítico Inferior -correspondientes a las cultura Achelense-frecuentaron algunas Zonas del país se han conservado algunos instrumentos de piedra, pero ni un solo resto de sus propios huesos. No conocemos, pues, su atribución tipológica pero se debe pensar que lógicamente pertenecían a la estirpe del Homo erectus que desde hacía bastantes cientos de miles de años se había extendido por Eurasia, desde su "cuna" africana. Son escasísimos los restos humanos recuperados en la excavación de yacimientos vascos del Paleolítico Medio: un húmero de adulto (probablemente femenino) en la superficie del nivel VIII (formación de terraza anterior al primer nivel Musteriense) y dos piezas dentarias (de dos adultos distintos) en Lezetxiki y cinco piezas dentarias de un joven en el nivel III de Axlor. Aparte hay referencias inconcretas a posibles restos, hoy extraviados, en Olha 1 e Isturitz. Ofrecen las características atribuidas al Homo sapiens neanderthalensis. También son muy pocos los restos del Homo sapiens sapiens (el "hombre de Cro Magnon") conservados en los yacimientos vascos del Paleolítico Superior. Destaca la serie dispersa por varios niveles del depósito de Isturitz. Se recuperaron en este yacimiento hasta nueve conjuntos, siendo de especial importancia los hallados en el Auriñaciense Típico (hemimandíbula y restos menores de un adulto), Gravetiense (varias piezas pertenecientes a un mínimo de cinco o seis adultos), Gravetiense tardío (de siete u ocho individuos -niños, joven y adultos-: algunos con señales de manipulación de descarnado de los huesos post mortem) y en el Magdaleniense Medio (varios restos, entre ellos un supuesto cráneo-copa sobre calota craneal de adulto). Dos piezas dentarias humanas del Magdaleniense Final se han hallado en Erralla. En cuanto al importante conjunto de Urtiaga que encontraron T. de Aranzadi y J. M. de Barandiarán al excavar la cueva entre 1933 y 1936 (un cráneo completo y otros restos en el nivel D, del Magdaleniense avanzado; cinco piezas craneales y otros fragmentos en el nivel C, del Aziliense), parece que procede de un depósito inicial mucho más reciente (del Calcolítico) que habría sido revuelto, introduciendo en aquellos niveles bastantes anteriores las piezas humanas referidas.