Economía tradicional. Al comenzar el siglo XIX los vecinos se dedicaban a la pesca, construcción de embarcaciones y algunos a la agricultura. Antiguamente poseía, sobre la ría del Oria, importantes astilleros donde se construían navíos y fragatas para la Armada, galeones y otras embarcaciones más pequeñas. El puerto tenía bastante tráfico, que decayó a lo largo del siglo, así como la construcción naval, al llenarse la barra de arena. Sólo entraban barcos de pesca y pataches que realizaban el comercio de hierro y anclas suscitado por la ferrería y la fábrica de tales instrumentos que poseía la villa. En 1860 Gorosábel reseñaba: «Los habitantes de esta villa se emplean comúnmente en la agricultura y pesca de mar; y hay algunos carpinteros dedicados a la construcción de barcos. Las cosechas de trigo y maíz son escasas: las de castaña, legumbres y otros frutos cuasi ningunas; y solamente es de alguna importancia la de la manzana el año que corresponda». Molinos antiguos: Txanka-bekoa, Txanka-goikoa y Zalmaristi. (Ref. Antxon Aguirre Sorondo: «Tratado de Molinología»). Según el censo agrario de 1962, en este ayuntamiento había 74 explotaciones agrícolas, 4 de 0,1 a 1 Has., 22 de 1 a 5 Has., 34 de 5 a 20 Has., 14 de 20 a 100 Has., ninguna de 100 y más Has. El régimen de tenencia era el siguiente: Propiedad: 742; arrendamiento: 143. En 1986, con el ingreso en el Mercado Común, fue declarado este municipio «zona de montaña» haciéndose acreedor a un subsidio del 35 % sobre el proyecto de desarrollo integral del mismo.
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