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LA UNIÓN RESINERA ESPAÑOLA

Los años cincuenta: cambio normativo y competencia.

Con una política industrial menos rígida y un progresivo incremento de la competencia interna, la industria resinera española finalizó su última etapa expansiva. Aunque la resina siguió siendo su actividad dominante, la expansión del sector en la segunda mitad de los cincuenta posiblemente fue, en su conjunto, más rápida que la registrada en el seno de LURE. En contraste, se trataron de impulsar nuevas vías de expansión, vinculadas a una mayor intensificación de los aprovechamientos forestales (madera, pasta de papel y derivados resinosos) y al novedoso ámbito de la promoción inmobiliaria y el turismo.

A partir de los sesenta, el rápido declive de la industria resinera española, obligó al cierre de instalaciones y a una drástica reducción de plantillas. La producción, significativamente reducida, acabó siendo concentrada en unos pocos establecimientos. Los talleres de aserrío igualmente dispersos y escasamente dotados técnicamente se redujeron en número, mejorando, no obstante, sus instalaciones y equipamiento. Por otra parte, en este caso, el incremento en la demanda de madera, vinculada a la expansión de la construcción, y las nuevas técnicas de tratamiento y procesado introducidas en estas fechas, garantizaron su viabilidad. El desarrollo y la promoción urbanística será un ámbito en el que quiso ver la más sólida alternativa a las insalvables dificultades que amenazaban a la industria de la resina