Udalak

Jaurrieta

El centro neurálgico del pueblo está constituido por la plaza en la que se encuentra la iglesia, de la cual parten, en forma radial, varias calles. Frente a la puerta de la iglesia se encuentra la casa parroquial, que es un bloque exento de tres alturas, con tratamiento mural tradicional y vanos rectos, a excepción del medio punto de la puerta. Más allá de este edificio se abre una segunda plaza, de menores dimensiones, donde se ubican las antiguas escuelas infantiles, hoy colegio público "Nuestra Señora de la Blanca- Andra Mari Zuria" y otro edificio muy remozado, pero que responde a las características de la arquitectura tradicional de la zona, y que recibe el nombre de "Manuelenea". Adosada al muro de la parroquia hay una fuente de piedra con larga "aska" para abrevar y pilar cuadrangular rematado por un frontón triangular.

Volviendo a la plaza principal, un caserón muy remozado conserva un portal de medio punto, abierto en un paño de sillería piramidal, que enlaza con la ventana superior, y en el que una placa lleva la fecha de 1881. De este punto arranca la Calle Mayor, en ascenso progresivo hasta la zona alta del pueblo. Comienza con una casa adaptada al terreno, que conserva un portal idéntico al antes descrito, obra probable de un mismo taller, pero que en esta ocasión luce la fecha de 1896. Siguen casas de formatos muy variados, como casa "Eskutxuri", de dos alturas y con un balcón moderno que atraviesa toda la fachada, o "Etxeto", que recuerda a los modelos más septentrionales de la zona. Son edificios carentes de antigüedad, que a veces incorporan extemporáneos tejados conformados por planchas de uralita. No presentan formatos muy desarrollados, y casi siempre van adosados o con estrechas "artekas" entre ellos. Una de estas casas presenta un tipo de portal propio del siglo XIX, que también hemos visto en el cercano lugar de Oronz, caracterizado por ir rematado por arco rebajado y dovelas de colores alternos, policromía que afecta también a los sillares de las jambas. También en este caso, como en Oronz, lucen labras que representan llaves cruzadas.

De la Calle Mayor parte la calle de la Fuente o Iturriko Karrika, que desciende de nuevo hacia la carretera. Vemos aquí una casa de dos alturas y vanos rectos dotados de antepechos moldurados, y arco de acceso rebajado. Una inscripción da la fecha de 1882.

En la Calle Llana u Ordoki Kalea vemos edificios de variadas tipologías, modernos en general, aunque no faltan los que tienen una cuidada estética, como uno de desarrollo horizontal y dos alturas, que presenta elegantes balcones de forja. Otra casa muestra fachada de mampostería sin enlucir y tejado perforado por una monumental mansarda, abierta en alguna reforma moderna. Enfrente, una casa conserva elementos propios de la arquitectura tradicional de la zona. Más adelante nos encontramos con un edificio que podríamos calificar como típico de la zona. Se trata de una casa de tamaño regular y planta casi cuadrada, repartida en dos alturas y con alto tejado piramidal, cerrado con teja plana que imita la estética de las antiguas tablillas de madera. Muestra muros encalados, que salvan esquinas y enmarques de los vanos. Las ventanas son rectas, y el acceso es un medio punto de dovelas estrechas y arranque marcado por molduras a modo de capiteles clasicistas. Se abre este arco en un paño de sillería piramidal, similar a otros ya descritos dentro del propio casco urbano de Jaurrieta. Una placa decorada con estrellitas muestra la fecha de 1898, mientras que en el otro extremo de la fachada hay un escudo moderno con el nombre del edificio: ARREGUI. Al final de la calle encontramos un caserón de similares características al ahora reseñado, aunque en al paño de sillar que rodea al acceso hay una inscripción más explícita: "SE REEDIFICO/ SIENDO AMO/ DN. FRANCISCO/ SARIO Y/ DA. YSABEL/ PEREZ Y/ MIGELENA/ AÑO DE 1868".

En la Calle de Santa Águeda, descendiendo hacia el río, vemos casas de modelos eclécticos, que ensayan un tipo de vivienda comunitaria elegante y propia de principios del siglo XX o incluso de finales de la anterior centuria. Otra casa, muy remozada, presenta un arco de gran apuntamiento, mutilado por la incorporación posterior de un balcón. Una inscripción nos da la fecha de una de las intervenciones, 1905. En la parte baja de este barrio se ven casitas muy arregladas y con diseños variopintos, a menudo adosadas formando airosas alineaciones, predominando en general las que tienen un formato reducido, con arcos de medio punto y rebajados. Una de estas últimas presenta un escudo remetido en la fachada, representando las armas de la localidad y la fecha de 1760. Otra, situada al fondo de un callejón, presenta de nuevo el modelo de portal de medio punto, con molduras clasicistas en los arranques e inserto en un paño de sillería piramidal. Remite pues al modelo del XIX varias veces comentado, aunque adelantando un tanto la fecha, a tenor de la inscripción que se lee en la clave: "AVE MARÍA/ PURISIMA/ SIN PECADO/ CONCEBIDA/ AÑO DE/ 1821".

  • Parroquia del Salvador

Parece ser que, en origen, se trataba de un edificio tardogótico realizado en el siglo XVI. En el incendio de 1880 se perdió la mayor parte de la fábrica, y en la reconstrucción subsiguiente se intentó imitar aquella misma estética, pero utilizando la madera como materia prima. Posteriormente, en 1925, se reedificó la cubierta en ladrillo enlucido. La planta es de una única nave, dividida en tres tramos, más una cabecera poligonal de cinco lados. Los tramos segundo y tercero están afectados por sendas capillas laterales, a modo de transepto, en cuyo brazo meridional se practica el acceso, protegido por un pórtico sobre pilares. Alineado con este transepto, en el muro de la Epístola, va adosada la torre. En cuanto a la sacristía, es una estancia de planta irregular abierta entre la cabecera y el brazo septentrional del transepto.

Los muros son de buena sillería, algo más menuda en la torre. Para dar luz al interior se perforaron con sendas ventanas de medio punto y amplio derrame, abiertas a ambos lados del presbiterio, y tragaluces alargados en los paños del ábside, así como otra ventana de medio punto en el muro occidental. A los pies de la nave se levanta un coro de madera.

La fábrica se cubre con tramos de crucería simple, realizada en ladrillo y con nervios de yeso, que afecta también al transepto, mientras que la cabecera recibe bóveda de paños nervada realizada con idéntico material. Los baquetones apean en ménsulas encastradas en el muro, aunque a la altura del transepto descansan sobre pilares cuadrangulares y medias columnas.

Al exterior anotamos en primer lugar la torre, de planta ligeramente rectangular y adosada al muro de la Epístola, en su primer tramo. Tiene fuste macizo y una imposta da paso al recrecimiento operado tras el incendio de 1880, claramente apreciable por el cambio de material. El tramo superior va ocupado por un reloj moderno, sobre el que se levanta un cuerpo de campanas octogonal, perforado por medios puntos para las campanas y rematado por una cupulilla que luce en sus frentes pirámides y mansardas perforadas por ojos de buey. El acceso va protegido, como se ha dicho antes, por un pórtico sobre pilares y cubierto por tejado sobre estructura de madera. La puerta propiamente dicha consta de un arco apuntado sin decoración, cuyo ligero derrame se salva mediante tres arquivoltas igualmente lisas.

Al interior, la conservación de los objetos de arte mueble quedó muy comprometida por el incendio de 1880, aunque las obras traídas de algunas de las ermitas han paliado parcialmente tal pérdida. El presbiterio va presidido por la imagen de la Virgen Blanca- Andra Mari Zuria, titular de la ermita homónima. Se trata de un ejemplar románico tardío, datable como de comienzos del siglo XIII, en el que el Niño aparece ya desplazado a la rodilla izquierda de la Virgen, como será canónico en el estilo subsiguiente. El geometrismo y la sujeción compositiva a las limitaciones del material son muy notables, así como un tratamiento de los plegados muy somero y esquemático. También se encuentra en este ámbito un Crucificadobarroco, obra del XVII. Anotamos también la talla de la Virgen del Rosario, romanista de la primera mitad del XVII.

En el muro de la Epístola encontramos una pila aguabenditera del siglo XVI, así como dos tallas romanistas de San Sebastián y San Antonio Abad, que al parecer proceden del retablo perdido en el incendio, obra de los ensambladores Pedro de Arraydu yMartín de Echeverría, ambos del círculo del gran Juan de Anchieta. En el lado del Evangelio podemos encontrar dos tallas barrocas de San Francisco Javier y Santa Catalina de Alejandría.

En la sacristía, por último, y además de algunas piezas de orfebrería, se custodia un Crucificado gótico, obra del siglo XIV, de tamaño superior al natural, con anatomía estilizada y un tanto esquematizada. Se representa a Cristo muerto, con la cabeza ladeada y paño de pureza amplio y de complejos plegados.

  • Ermitas

Pérez Ollo cita tres, las de Nuestra Señora de la Blanca, San Pedro y Santa Águeda. Esta última, situada en el monte Menditxusia, se encuentra hoy arruinada y su imagen titular barroca, así como la de otra santa procedente de este mismo lugar, se custodian en la casa parroquial.

La ermita de Nuestra Señora de la Blanca es obra medieval, edificada ya a principios del siglo XIII, pero en un lenguaje retardatariamente románico. La planta es de una única nave, dividida en cuatro tramos, de los cuales el último ejerce como cabecera recta. El acceso se ubica por el lado meridional, a la altura del segundo tramo, y a la cabecera se adosa por el lado opuesto una pequeña sacristía rectangular. Los muros son de sillarejo, y además del acceso se perforan por una ventana abocinada de medio punto que da luz a la cabecera. A los pies de la nave se levanta un coro alto de madera. La fábrica se cubre con una bóveda de cañón de directriz apuntada, reforzada por arcos fajones del mismo perfil, que apean sus empujes en ménsulas lobuladas encastradas a media altura en los muros de carga. El acceso es un sencillo arco apuntado, y a los pies del edificio se levanta una espadaña moderna. El interior va presidido por un retablo barroco de cuerpo único y tres calles, articuladas mediante columnas salomónicas, más ático rematado con frontón triangular. La Virgen Blanca que lo presidía está en la parroquia, como hemos visto antes, y de las dos tablas pintadas que le flanqueaban resta solo la de San Juan Evangelista, además del Crucificado del ático.

Dentro del casco urbano del pueblo se encuentra la ermita de San Pedro, que consta de una única nave rectangular. Los muros van en mampostería con entramado de madera, y se perforan mediante una ventana abierta en el muro de la Epístola. Lleva un coro de madera a los pies de la nave, y se cubre con un sencillo tejado a doble vertiente sobre estructura de madera. La puerta consta de un arco apuntado de sabor civil, con nueve dovelas cortas, y sobre el muro de los pies apea una espadaña. Va presidido por un retablo plateresco, obra del siglo XVI, cuya traza consta de banco, un cuerpo dividido en tres calles y ático entre aletones, rematado por frontón avenerado. En el banco figuran pinturas que representan escenas de la vida de San Pedro, con el Quo Vadis? y la Crucifixión de San Pedro centrando una tabla donde se representa una Piedad. En el cuerpo se encuentran las tallas de bulto de San Andrés y San Pablo, centrando una talla del titular como pontífice. En el ático está la tabla del Calvario.

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  • LACARRA DUCAY, Mª Carmen (et. alt.). Navarra, guía y mapa. Estella: C.A.N. 1983, pp. 173-174.
  • MENÉNDEZ PIDAL, Faustino; MARTINENA, Juan José. Libro de Armería del Reino de Navarra. Pamplona: Gobierno de Navarra, 2001, pp. 102.

JAS 2011