Udalak

IRURTZUN

Urbanismo y construcciones civiles

Todavía a mediados del siglo XIX la localidad no tenía más que 25 casas pero, merced a su estratégica posición respecto a las vías de comunicación, Irurtzun a experimentado un crecimiento inusitado, que ha convertido a la pequeña aldea del siglo XIX en un nudo de comunicaciones y un pujante centro industrial. En la Edad Media dos castillos podían ser divisados desde este lugar. Sobre el actual paso de Dos Hermanas, en la peña más cercana al lugar de Etxeberri, se levantaba el castillo de Aizita, citado al menos entre 1276 y 1474, que según Iñaki Sagredo constaba de dos torres unidas por un recinto murado. En el extremo opuesto se encuentra, hoy bastante desfigurado por las abusivas canteras, el paso de Oskia, donde los roncaleses intentaron frenar a los invasores castellanos en 1512, tal vez emulando la fallida gesta espartana del paso de las Termópilas. Dominaba este desfiladero el castillo de Orarregi, documentado al menos entre 1276 y 1420. Estos dos castillos, junto al de Irurita en Urdiain, nos hacen ver la importancia estratégica de esta zona, con el encuentro de los caminos que desde Donostia-San Sebastián y desde Vitoria-Gasteiz conducían hacia Pamplona-Iruña. La importancia militar se tradujo luego en relevancia económica, al convertirse en vital nudo de comunicaciones.

Hoy en día Irurtzun tiene un urbanismo un tanto variopinto, algo caótico y marcado por años de un tráfico rodado apabullante. Se pueden observar caseríos de desarrollo horizontal y grandes tejados a dos aguas, tan abundantes en Sakana y Arakil, o caserones dieciochescos de tejados "en pabellón", junto a edificios de estilo ecléctico, chalets interpretados en estilo neovasco, series de casas de las denominadas "casas baratas", propias de los organismos de protección oficial de los años 50 y 60 del siglo XX, y bloques de pisos de marcada verticalidad, pensados para absorber una inmigración masiva y muy difícil de asimilar respetando los preceptos de la arquitectura tradicional de la zona. La Plaza de los Fueros es hoy un punto importante en la vida del lugar. Allí se ubica el centro de salud, la Casa Consistorial y el frontón. Enfrente se abre el casco antiguo de Irurtzun, centrado en la calle Amaia. Comienza con un caserón de tres alturas y ático, cubierto a dos aguas, que repite los modelos vistos en el valle, hacia el este. Otras casas tienen formatos más reducidos, con tres alturas, ventanas cuadrangulares, frecuentes balcones, y puertas con arcos de medio punto o rebajado. En una de ellas se lee: AÑO 1820/ ERICE. Otra, con arco de medio punto moldurado, lleva el la clave una cruz flanqueada por dos estrellitas, y la inscripción: AVE MARIA. IRURZUN. AÑO 1762.

En la parte alta del pueblo, al otro lado de la carretera, la casa parroquial, junto a la antigua iglesia, es un volumen cúbico de tres alturas, con los muros enlucidos y con cadenas de sillar en esquinas y enmarques de los vanos.

Ermitas

Pérez Ollo cita la de Santiago y Santa Ana, en la carretera a Lekunberri, bajo el desfiladero de Dos Hermanas. Fue visitada por el obispo Igual de Soria en septiembre de 1797. Era compartida con Etxeberri.

Parroquia de San Martín

Florencio Ansoleaga proyectó la actual parroquia nueva, en los últimos años del siglo XIX. Se trata de un templo de cruz latina, con una única nave de cuatro tramos más un transepto marcado en planta, y cabecera profunda con dos dependencias laterales, de las que una hace las veces de sacristía, con un ábside poligonal de tres lados rematando la fábrica. A los pies se levanta un pórtico que cobija la entrada, y se aprecia también el reforzamiento de los muros que hace posible que las dos torres apoyen en el primer tramo de la nave, al modo del gótico francés. De hecho, el lenguaje arquitectónico empleado, de estilo ecléctico, maneja recursos historicistas en algunos puntos. Los muros reciben un planteamiento novedoso, alternando la mampostería con hiladas horizontales de ladrillo rojo, que dan un toque cromático al conjunto. Además, se utilizó cemento en algunos enmarques y ángulos. Al exterior llama la atención el pórtico, de gran empaque, con arcos de medio punto de ladrillo sobre pilares. Cobija una portada de arco apuntado con dos arquivoltas. Por encima, el muro hastial culmina con una torre de corto fuste y sección cuadrada, con chapitel piramidal y cruz en remate.

Al interior podemos encontrar un retablo mayor neorrománico, obra probable del imaginero contemporáneo Florentino Istúriz. También hay una pila bautismal, procedente de la iglesia vieja, con fuste poligonal y taza semiesférica gallonada. También se custodian en la sacristía algunas obras de platería procedentes de la antigua parroquia.

Parroquia vieja (actual Casa de Cultura)

Originariamente la iglesia conformaba un núcleo apartado del casco urbano propiamente dicho, tal y como ocurre en otras aldeas cercanas como Urritzola, Izurdiaga o Aizkorbe. Con el tiempo se hizo necesario edificar un nuevo templo, ya citado y que se ubica tan sólo unos metros por debajo de la antigua fábrica. Por último, el crecimiento desmedido de Irurtzun fagocitó los espacios intermedios, englobándolo todo en el actual casco urbano.

El edificio de la antigua iglesia ha sido reconvertido en Casa de Cultura, recuperando así para el pueblo su edificio más antiguo y emblemático. Persisten los muros perimetrales, que se levantan en sillería, y en los que se abre la primitiva portada, interesante ejemplar de estilo gótico. Enmarcada por dos contrafuertes, consta de un arco apuntado, decorado con una tracería trilobulada también apuntada. Tiene tres arquivoltas lisas y sin decoración, entre las que corren fajas decoradas con motivos vegetales, más un guardalluvias con ajedrezado muy menudo. Estas arquivoltas apean en columnas que llevan capiteles muy mal conservados, pero en los que se aprecian roleos, un animal cuadrúpedo y alguna figura humana. El antiguo mobiliario de este templo se ha perdido en su gran mayoría, salvo las piezas citadas al hablar de la nueva parroquia.

Joseba ASIRON SAEZ (2007)