Un enamorado de su pueblo -don Luis Rodríguez Gal, muy conocido por su seudónimo "Luis de Uranzu"- es autor de un bellísimo libro, Un pueblo en la frontera, donde describe la intimidad de la vieja anteiglesia antes de constituir, por sucesivos ensanches, la moderna ciudad. Dice que la plaza de San Juan era el corazón de Irún. Hay un viejo grabado que la reproduce en medio de su animación cotidiana. Puede verse en él
"la Casa Consistorial, la casa solar vulgarmente denominada Bordatxuri, de Aranzate. donde estuvo instalada la primitiva aduana y más tarde un hotel".
Uranzu nos señala que allí estaba la famosa columna de San Juan Arri: el arranque de la calle Mayor (antes de abrirse el Paseo de Colón), con la casa-posta o parada de diligencias; la casa de Errazu, con su escudo y su reloj de sol, y la casona en la que aparece un letrero indicando el puesto de policía.
"A la izquierda del grabado -sigue Uranzu- la esquina del palacio de doña Vicenta Olazábal, donde se estableció más tarde el Casino (quemado en 1936). En su solar y jardín se levanta hoy el Colegio de San Marcial, de los Hermanos de la Doctrina Cristiana. En la época del grabado no había ferrocarril. No existía más puente internacional que el de Behobia. Se viajaba en diligencia, en silla de posta o a caballo, y como el camino real pasaba por la plaza y el mercado diario se hacía a un lado de ella, se comprenderá que toda la vida de Irún se centrara en la plaza de San Juan".
Hoy la plaza queda en un extremo de la ciudad cuyo eje es, sin duda, el magnífico Paseo de Colón y su vertical Avenida de Iparralde, antes de Francia.
Para principios de siglo una buena parte del ensanche se había llevado a cabo desplazándose Irun, desde la pequeña colina donde se hallaba asentada, a las vegas y llanuras de la orilla del Bidasoa. En 1909 se formulaban quejas del mal estado de las aceras del Paseo de Colón, vía principal de la nueva población. En 1903 el kiosko de música levantado en la Plaza del Ensanche. luego de España. tuvo un presupuesto de 7.821 pesetas. El 18 de diciembre de 1908 el Ministerio de la Guerra expedía una Real Orden denegando autorización para construir una vía de comunicación entre Irun y Hendaya. En 1909 se proponía en el Ayuntamiento el embaldosado de las aceras del Paseo de Colón. En 1900 se pidió al ayuntamiento que subvencionase a la nueva banda de música para que amenizara las fiestas en las plazas de San Juan y del Ensanche, centros de la tradicional anteiglesia y villa, y de la moderna ciudad.
En 1926 hubo un concurso de proyectos de ensanche y reforma interior de la ciudad para el que se presentaron seis propuestas, concediéndose el primer premio a los arquitectos señores Recarte y Elizalde. En 1929 se inauguraba el nuevo Matadero las dependencias de la Casa Consistorial y se daban por terminadas las obras del ensanche de la calle Mayor. Aprobado el nuevo proyecto de ensanche, el ayuntamiento desglosaba de él las obras de la avenida del Parque y prolongación del Paseo de Colón, formando proyecto aparte con un presupuesto de 1.200.000 pesetas a cargo de las corporaciones municipal y provincial por partes iguales. En 1937, después del incendio de Irun, el problema era ya de reconstrucción.