Guerra de 1936-1939. A pesar de su proximidad con Alava, en su mayor parte dominada por los militares insurrectos, Gorbea permaneció, hasta junio de 1937, en poder de las fuerzas leales a la República, salvo alguna esporádica ocupación por los nacionales. Así, al principio de la guerra, una avanzadilla nacional logró llegar hasta la ermita haciendo prisioneros a dos jóvenes nacionalistas vascos, Elguezábal y Cortabarría, que serían fusilados en Vitoria. Ante la proximidad del peligro, un grupo de 75 nacionalistas al mando de un capitán fue encargado de la vigilancia del macizo. Las tropas de Franco no conseguirían hacerse con la cumbre hasta el 1 de abril de 1937, en que iniciada la ofensiva sobre Vizcaya, la IV Brigada la conquistó en un profundo avance a través de la loma de Berretin, viéndose obligados a abandonar el Gorbea al día siguiente ante el contraataque de los batallones Malato y Lenago il. La recuperación de esta situación no sólo tuvo un efecto psicológico positivo para el Gobierno de Euskadi sino también militar ya que se volvía a disponer de un observatorio sobre la aviación de Vitoria, Logroño y Burgos. Dos meses y medio más tarde, el 16 de junio, ocuparon los nacionales definitivamente el Gorbea por medio de la III Brigada. Ref. M. Bande: Vizcaya, pp. 82 y 186; A. de A.: "H. D. G. E.", p. 254; El pueblo vasco frente a..., Documentos, publicación del Clero Vasco, Ed. Egi-Indarra, Toulouse, 1966, p. 431; Steer: El Arbol de Guernica, p. 83.