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Gochicoa, Romualdo

Romualdo Gochicoa, Tamborilero de la ciudad, Tenor de la Capilla musical de la Iglesia Parroquial y responsable de la formación en solfeo de dos alumnos en la "Academia de Instrumentos", a pesar de la diversidad de sus funciones se queja al Consistorio de las dificultades económicas por las que atraviesa debido a la escasez de su salario. El Ayuntamiento le responde que no puede mejorar sus emolumentos por el momento, pero le promete que será el responsable de una futura "Academia de música vocal" (solfeo) que complemente las ya existentes de Violín y de Instrumentos. Finalmente, y después de sometido a las pruebas pertinentes que refrendan su preparación, Gochicoa es elegido a partir de diciembre de 1881 como nuevo profesor de solfeo con la obligación de impartir clase a 24 alumnos durante dos horas diarias: Gochicoa, tal como establecía el Reglamento, solicitó permiso de ausencia para reponerse de una enfermedad y, dado el periodo vacacional y que un alumno le iba a sustituir en su función de Tamborilero de la ciudad, el Consistorio irunés accedió a su petición el 21 de julio de 1883.

El 13 de agosto de 1887, el Ayuntamiento irunés decidió la disolución de la "Academia de Música" (organismo que había unificado a las tres academias existentes previamente: la Academia de Violín, la Academia de Instrumentos y la Academia Vocal) y de la Banda, entre otras razones, motivada por las malas relaciones existentes entre los directores de ambas instituciones municipales y "en consideración a los disgustos que habían acarreado en el pueblo" su actuación. Pese a todo, se decidió estudiar un nuevo proyecto para crear una nueva "Academia de Música": efectivamente, el primero de octubre de 1887, la Comisión de Música municipal, presidida por el Concejal Victoriano Miota, procede al inventario de todos los bienes en posesión de la Banda de Música y de la "Academia de Música" recién disueltas y propone al mismo tiempo "que se abrieran las clases de instrumentos de cuerda y solfeo, con carácter puramente provisional e interino", nombrándose para asumir dichas clases a los anteriores profesores Eduardo García (violín) y Romualdo Gochicoa (solfeo) y solicitando autorización para "abrir clases de instrumentos de madera y de metal para hacer un tanteo, proponiéndose con todo esto, además, el que los instrumentos que, sin el uso han de echarse a perder, se conserven lo mejor posible". El Ayuntamiento acordó acceder a todas las recomendaciones propuestas por la citada Comisión Directiva de Música" (contrasta esta actitud favorable hacia la "Academia de Música" con la indiferencia respecto a la situación de la Banda. De hecho no volverá a existir de nuevo una Banda municipal hasta 1901) y gracias a estas medidas las actividades docentes en el ámbito musical no se vieron interrumpidas en Irun a comienzos del curso 1887-88 y todo volvió a una relativa normalidad. Una semana más tarde, la citada Comisión acordó el comienzo del curso el 10 de octubre de 1887.