Udalak

GALAR

Urbanismo y construcciones civiles

Presenta una disposición muy similar a la del cercano lugar de Esparza, puesto que se encarama a un promontorio aterrazado, desde donde un corte abrupto del terreno da cara al valle, mientras que hacia el lado opuesto el terreno desciende en muy suave pendiente, permitiendo una disposición desahogada del casco urbano, con casas exentas o alineadas en incipientes callecitas. En la actualidad, el caserío de Galar alterna algunas casas de sabor tradicional, bien conservadas en general, con un número creciente de nuevas edificaciones, levantadas en estilos muy diversos.

Junto a la iglesia se abre una amplia plaza, en la que encontramos un edificio de viviendas de tres alturas, y la casa abacial, cuya fachada principal se abre a una calle contigua. Tiene dos alturas, muros enlucidos y vanos modernos. Desde aquí arranca una calle que desciende suavemente en curva. Un caserón de planta rectangular muestra dos alturas más ático. Los muros van enlucidos, con cadenas de sillar en esquinas y enmarques, con acceso de medio punto y ventanitas en planta baja, cuatro balcones en la planta noble y tragaluces en el ático. Otra casita, situada en un retranqueo respecto de la alineación de la calle, forma una improvisada plazuela delante. La fachada va en sillería de formato alargado, pero los vanos son modernos, agrandados, y van con enmarques de ladrillo. Sigue un caserón exento, con planta cuadrada, dos alturas y tejado a cuatro vertientes. En planta baja se abre por una puerta de medio punto con trece dovelas largas, ventanita y puerta moderna para cochera a un lado. En el primer piso hay tres ventanas de reducida amplitud, rectas. Más adelante hay algún edificio con menores pretensiones, de desarrollo longitudinal y dos alturas. En un nivel inferior, llama la atención otro caserón dieciochesco de dos alturas más ático y tejado a cuatro aguas. Los muros van enlucidos, con las consabidas excepciones en esquinas y enmarques. Todos sus vanos son rectos.

En la plaza central del pueblo vemos una fuente moderna, en piedra, con remate escalonado y relieve central que representa una estrella de ocho puntas, con la fecha 1993. En su entorno se levantan edificios modernos, unifamiliares y adosados, algunos de ellos dotados de cierta personalidad al incorporar paños en entramado de madera y plantas bajas en piedra. Hay así mismo un caserón remozado y parcialmente oculto por construcciones posteriores, con un portalón de medio punto con dovelas radiales.

Ermitas

Pérez Ollo menciona las ermitas de San Miguel y de Santiago Apóstol, hoy desaparecidas.

Parroquia de San Martín de Tours

Como tantas veces ocurre en el ámbito del medievo rural navarro, la iglesia de Galar tiene un origen medieval, momento del que quedan algunos restos, pero fue profundamente alterada en el siglo XVI, en un estilo gótico tardío. Se ubica en un lugar alto y dominante, desde donde no sólo se domina el casco urbano de Galar, sino que supone una magnífica atalaya para observar toda la cuenca de Pamplona. La planta es de cruz latina, con una única nave, transepto destacado en planta y cabecera rematada en testero recto. La nave se divide en tres tramos de igual longitud, mas un crucero de planta cuadrada. El acceso se practica en el segundo tramo, por el lado de la Epístola, y va cobijado por un pórtico sobre pilares. La sacristía es una estancia cuadrada, que se adosa a la cabecera por el lado del Evangelio. En el tramo de los pies encontramos además la escalera de acceso al coro y a la torre, así como una capilla-nicho ejecutada en el interior del muro septentrional, realizada por eliminación de la camisa de sillar del paramento interno y el correspondiente "emplectum" intramural.

Los muros son de sillería, apreciándose las diferentes intervenciones en otros tantos cambios de material. Una ventana recta y un tragaluz abiertos en el brazo sur del transepto, así como un rosetón en el tercer tramo y otra ventana recta en el muro de los pies, dan como resultado una satisfactoria iluminación del interior. A los pies de la nave se levanta un coro alto, moderno y en madera.

En cuanto a la cubrición de la fábrica, los tres primeros tramos presentan bóvedas de crucería simple, mientras que las capillas laterales y la cabecera llevan tracerías estrelladas más complejas, y el crucero bóveda nervada de tracerías mixtilíneas. Los nervios apean en ménsulas, en algún caso decoradas con motivos heráldicos, mientras que algunas claves llevan labrados motivos como el anagrama de Cristo IHS o una crucecita. Los tramos se separan con arcos fajones que apean en pilastras, jalonando así la nave.

Al exterior destacaremos en primer lugar la torre, de proporciones pesadas y carácter ciego y macizo, con planta rectangular, fuste corto prismático y campanas que se alojan en huecos rematados por arcos escarzanos, culminado todo por tejado en pabellón. El pórtico es obra moderna, bajo tejadillo simple que lleva estructura de madera y dos pilares de piedra de sección cuadrangular. La puerta propiamente dicha es de estilo románico, resto del primitivo templo medieval, datable como del siglo XII. Consta de arco de medio punto, cuyo abocinamiento se salva mediante tres arquivoltas, que apean en columnas con capiteles. La decoración alterna motivos tales como florecitas inscritas en círculos, palmetas y dragones con cabezas de pájaro, todo ello muy estilizado. El tímpano va reforzado en su parte inferior por dos ménsulas cóncavas, molduradas pero sin labra figurativa, y lleva decoración en relieve, con motivos heráldicos.

En el presbiterio, preside el templo un retablo bajo la advocación de San Martín de Tours, titular del templo, ejecutado en el siglo XVII aunque reaprovecha elementos propios de otro anterior, realizado en el siglo XVI, y cuyo autor fue el conocido ensamblador Pedro de Arraidu, de la escuela romanista de Pamplona. Presenta traza estructurada en banco, dos cuerpos de tres calles y ático entre aletones laterales, coronado por frontón curvo. Se estructura mediante columnas de orden compuesto, pareadas. El sagrario pertenece a la obra original. En cuanto a la iconografía, en el banco admiramos las escenas romanistas en relieve del Lavatorio de los pies y la Última Cena, más las figuras alternas de los Padres de la Iglesia (San Ambrosio, San Agustín, San Gregorio y San Jerónimo) y los Cuatro Evangelistas (San Lucas, San Juan, San Marcos y San Mateo). En el primer cuerpo vemos las tallas modernas de San José, San Francisco Javier y el Sagrado Corazón de Jesús. Entre el primer y segundo cuerpo hay un friso donde se recuestan las figuras de las Virtudes Teologales, y ya en el segundo cuerpo vemos las tallas romanistas de la Virgen del Rosario, San Martín, titular del templo y del retablo, y San Juan Bautista. En el ático se encuentra el Calvario, flanqueado por sendos ángeles.

En el muro del lado del Evangelio encontramos un Crucificado romanista, propio de los primeros años del siglo XVII, cuya anatomía rotunda y poderosa se identifica con el estilo, aunque también es cierto que se registra, a simple vista, alguna desproporción en los miembros. Aparece muerto, con la cabeza reclinada al frente, el cuerpo ligeramente arqueado y paño de pureza de escaso desarrollo.

Ya en el brazo septentrional del transepto, encontramos el retablo de la Virgen del Rosario, que es una obra romanista ejecutada hacia 1621 por Pedro de Arraidu, autor también del retablo mayor, como hemos visto antes. La traza es recta, con banco, dos cuerpos de tres calles y ático entre aletones, culminado por frontón curvo, partido y avolutado, y rematado con dos pirámides del tipo escurialense. Conforme a la norma del estilo, la escultura aparece perfectamente ordenada y jerarquizada, de suerte que son relieves en banco y calles laterales, y de bulto redondo en la calle central. El programa iconográfico comienza en el banco con las figuras de cuatro apóstoles, alternados con los Cuatro Evangelistas. En el primer cuerpo están las escenas de la Visitación y del Nacimiento de María, además de la talla central de la Virgen con el Niño, de ejecución correcta y anatomía poderosa. Entre los dos cuerpos se encuentra un friso en el que se representan relieves de santas, en concreto Santa Catalina de Alejandría, Santa Bárbara, Santa Lucía y Santa Águeda. En el segundo piso vemos relieves de Santiago, San Miguel, Santo Domingo de Guzmán y San Pedro mártir de Verona, flanqueando la talla central de Santo Domingo.

En el lado de la Epístola, el brazo sur del transepto luce un retablo bajo la advocación de Santa Águeda, idéntico en su traza respecto al colateral simétrico descrito, y obra también de Pedro de Arraidu. En el banco se representan Evangelistas y Virtudes Teologales. En el primer cuerpo figuran relieves de Santa Águeda ente el juez y el Martirio de la santa, flanqueando la talla titular, que representa a Santa Águeda vestida a la romana, con un sentido evidentemente clasicista. Sostiene en la mano una bandeja con los pechos cercenados, como suele ser habitual. En el segundo cuerpo vemos las figuras de dos apóstoles, más las de San Juan Bautista y San Francisco de Asís. En el ático se representa la Degollación del Bautista.

En el sotocoro encontramos una pila de bautismos gótica, con basa circular, corto fuste cilíndrico y taza poligonal. En la sacristía hay un Crucificado renacentista del siglo XVI, con un Cristo de anatomía detallista pero algo achaparrada, muerto, con los ojos cerrados y la cabeza un poco ladeada, ligerísima torsión del tronco y paño de pureza anudado en el costado izquierdo. Se conservan así mismo varias piezas de orfebrería.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)