Guardianes de la nueva frontera. Los pueblos del valle de Esteríbar solicitaron en el año 1617 que se quitara la guardia permanente del puerto de Zubiri, costeada por los pueblos del valle. Dicha guardia se había establecido para evitar las incursiones de los franceses, que disputaban por diferencias sobre límites en la frontera. En el año 1614 las diferencias habían quedado arregladas por lo que los de Esteríbar solicitaban a las Cortes que se suprimiera la guardia. Las Cortes apoyaron los deseos de los de Esteríbar, pero no obtuvieron nada del rey en este sentido. En el año 1683 se declaró la guerra entre Francia y España, rompiendo las hostilidades Luis XIV de Francia con d pretexto de no haberse cumplido lo convenido en el tratado de Nimega. En el mes de marzo de 1684 un cuerpo de ejército francés al mando del mariscal de Bellefont, penetró por Roncesvalles, dando la impresión de que pretendía atacar Pamplona, [Idoate en Rincones..., t II, pp. 86-88]. El número de invasores se cifraba en 15.000. La Corte se apresuró a ordenar a los valles fronterizos que acudiesen en defensa de la frontera. Los primeros en acudir fueron los del valle de Esteríbar, en número de 147, junto con los del valle de Erro, en número de 145 hombres, con sus respectivos capitanes y a las órdenes del sargento mayor D. Jerónimo de Ibero. Sin embargo, las tropas francesas se retiraron a San Juan de Pie de Puerto, desapareciendo el peligro, por lo que a los pocos días fueron levantadas las tropas que guarecían la frontera. De los 147 hombres que fueron de Esteríbar, fueron socorridos solamente 100, corriendo los demás con los gastos de la expedición.