Udalak

DONAMARTIRI

Antigüedad.Zona de antiquísimo poblamiento como lo demuestra el rico yacimiento -desde el musteriense hasta la Edad Media-hallado en sus tres cuevas de Isturitz, Oxozelhaia (mon. histórico en 1953) y Erberua.

Edad Media. El palacio y solar de Saint-Martin, señores del lugar, remonta sus orígenes al s. XIII, siendo erigido en baronía y vizcondado en 1659. Emparentados los Saint-Martin con los Belzunce y con los Aroue. En cuanto al castillo real «Gaztelua», llamado en la documentación de Rocafort y situado cerca de las cuevas de Oxozelhaia, fue su tenente en 1266 Gillem de Villanueva. Se conocen otros: 1295, García Arnalt de San Per; en 1300, Ochoa de Villanueva; 1328, Lobet de Narbaiz; 1350, García de Baiguer; 1356, Pere de Soraburu; 1360, Bernart de San Esteban; 1375, Juan de Urtubia; 1378, Per Arnalt de Sala. En 1379 el Rey de Navarra otorgó a Bertrucat de Labrit el castillo y tierras de Arberoa, con todas sus rentas y jurisdicciones y derecho de enajenación a súbdito navarro. En 1384, otra donación real recayó sobre Juan de Béarn, capitán de Lorda, a cambio de Murillo el Fruto, con obligación de servirle contra cualquier enemigo del Rey, salvo el de Inglaterra. Fueron tenentes a continuación: 1385, Pedro Sanz de Lizarazu; 1406, Pedro de San Martín; 1411, Juan de Santa María; 1420, Pedro Sanz, señor de Armendarits; 1430, Amaut Sanz de Armendarits. El castillo fue destruido (1455) por el conde de Foix, partidario de Juan II, durante las luchas de agramonteses y beamonteses. v. ARBEROA. Cabe reseñar que en las cuevas de Oxozelhaia fue explotado, desde la alta Edad Media hasta el s. XVIII (1763), un filón aurífero.

Cabeza de distrito. En 1790, Saint-Martin d'Arberoue fue erigido en cabeza del cantón dependiente de Saint-Palais, compuesto por las comunas de Meharin, Saint-Esteben, Saint-Martin d'Arberoue, Ayherre e Isturits.

Guerras napoleónicas. El 13 de febrero de 1814, el alcalde de esta comuna, sin haber recibido ninguna orden de enrolamiento, ni las instrucciones del subprefecto referentes a los que entraban en el ejército en 1815, sino solamente informado por la voz pública del decreto del emperador sobre la necesidad de más hombres, envió al prefecto un delegado con un fuerte contingente de hombres, a pesar de encontrarse esta comuna en territorio ocupado por las tropas invasoras anglo-portuguesas.

Inventarios de 1906. Después de una primera tentativa infructuosa, el inventario de los bienes eclesiásticos de la localidad se hizo con la ayuda de 15 policías. Según «Les Annales catholiques» los policías rodearon la iglesia y colocaron una orden de la prefectura. Las campanas sonaron sin parar, pues aunque no había nadie en la iglesia estaban comunicadas por medio de una cuerda con una casa vecina. El párroco se negó a entregar las llaves al agente, por lo que tuvieron que abrir las puertas con ayuda de ganzúas. El periódico «La Semaine» critica a los maestros, que prestaron colaboración al recaudador.