Sailkatu gabe

DECLINACION (ASIMILACIONES Y DISIMILACIONES, DESINENCIAS DOBLES)

DESINENCIAS DOBLES. En el diccionario (vol. I. pág. 491, col. 1 ª, 2.ª y 3.ª) se expusieron las desinencias declinativas o sufijos casuales a los que se agrega el sufijo proverbal ko. Aqui se expondrán separadamente para mayor claridad. Empezaremos por las desinencias refractarias a su unión.

A) No se agrega este sufijo a la desinencia de actividad. De nik, aitak, gizon orek no nacen niko, aitako, gizon oreko o nikko, nikok... etc.

B) Tampoco se une con el dativo. De niri, aitari, gizon ori a mi, al padre, a ese hombre no salen niriko, aitariko, gizon orriko lo destinado a mí, al padre, a ese hombre. Tal vez no se usen estas combinaciones por ser suplidas por el destinativo: niretzako ura al agua destinada para mí, aitarentzakoa y gizon orentzakoa "la destinada para el padre, la... para ese hombre" son oídas en todos los dialectos, aunque en algunas . variedades sufra alguna permutación el sufijo: neretakoa, aitarendakoa, gizon orendakoa.

C) El posesivo lo recibe, pero 1.° perdiendo entonces el sufijo ko su carácter de proverbal, 2.° mediante el elemento epentético e, 3.° sobreentiéndese la palabra etxe casa. Laguneneko sua (Refranes, 495) el fuego de (casa) del compañero. Vocablos como Markosenekoa el de la (casa) de Marcos, Adaneneko bi dos de casa de Adán son muy usuales en casi todos los dialectos; pero son modismos en que interviene ko, como se ha dicho arriba, no por su carácter propio, sino como sufijo local, compartiendo este puesto con las otras desinencias locales, n, tik, ra... etc. en vocablos como Markosenetik dator viene de (casa) de Marcos, Adanenera doa va a (casa) de Adán, Txantonenean en (casa) de José Antonio. Según se dijo en el & 121, éste es el origen del sufijo toponímico ene (AN) o ne (B) que figura en vocablos como Ferminaenea la casa de Fermina, Abadene casa cural. Un sólo ejemplo recuerdo haber leído (sin haber oído ninguno), en que figura una desinencia doble, formada del posesivo y proverbal. Se registra en el librito de Lizarraga de Elkano llamado Coplac: Firme dagola beti elkarrengo amorea estando siempre firme el mutuo amor (Copla núm. 434). Tal vez haya escrito así obligado por la corta medida del verso. Habitualmente decimos elkarenganako maitasuna o alkarenganako onerespena.

D) Tampoco se une por lo general la desinencia proverbal ko al caso inesivo, mejor dicho a su desinencia n. No decimos zubiangoa sino zubikoa del puente, ni zubietangoa sino zubietakoa el de los puentes. En el dialecto suletino son, sin embargo, corrientes etxenko bat uno de casa, por etxekobat (en Amikuze (BN) etxengo bat) y goizanko argia por goizeko argia la luz de la mañana. En Leizarraga hay parecidos ejemplos: zerua eta lura eta hetango guzia el cielo y la tierra y todo (lo) de en ellos, lo que hay en ellos (Leiz. Othoitz. 99-16); hetango klaritatea la claridad de en ellos (Introd. 8-28). Neuregango dator au este viene a mi favor se lee en Peru Abarca 131-8. Es lógica la desinencia doblengo, tan lógica como la de zubitiko procedente del puente, zubirako destinado al puente... y es muy posible que, habiendo sido corriente su uso en otros tiempos, haya casi totalmente desaparecido, tal vez por influencia de los adverbios declinables que indican el caso inesivo sin desinencia: or ahí, "en" ese lugar; egun hoy "en" este día; atzo ayer, "en" el día precedente. El hecho de decir orko, egungo, atzoko habrá a la larga influido en que se digan zubiko, mendiko, asteleneko en vez de zubiango, mendiango, asteleneango. Otro indicio -de que antiguamente se habrá usado la desinencia doble de inesivo y proverbal nko o ngo aun en dialectos occidentales- nos ofrece el hecho de que cuando el inesivo se emplea dos veces seguidas, repitiendo la palabra en lindo modismo, esa doble ngo se oye por todas partes en dialecto B. Berban berbango guzurtegi ori ese cúmulo de mentiras "de en" (dichas en) cada palabra (Bart. Icas. II 175-31), egunean eguneangoa lo de todos los días (Ibid. 129-31), egunean eguneango egitekoak los diarios quehaceres (Añib. Esku 74-18), astean asteango lo de todas las semanas (Bart. Icas. I. 174-12), urtean urteango lo de cada año (Ibid. 177-22) y las palabras de la oración dominical panem nostrum quotidianum las decimos casi todos los bizkainos así: egunean eguneango gure ogia. En el Ms de Otxandiano, pág. 172, se lee gogoango dot; pero esa desinencia doble n + ko = ngo es distinta de la que aquí se estudia. Así como son muy usuales las locuciones bearko dau por bear izango dau lo necesitará, naiko dugu por nai izango dugu lo querremos... etc., en vez de gogoan izango dot "lo tendré en cuenta, me acordaré de ello" se lee gogoango dot no sólo en el citado precioso Ms bizkaino sino también en el "Borracho burlado" (Revista inter. 1408): gogoango dek betiko mokor-ezur orre tan te acordarás de él para siempre en esos huesos de las nalgas. Hasta ahora se han visto los casos de declinación con cuyas desinencias no se une el proverbal ko.