Literatoak

Corpas Mauleón, Juan Ramón

En 1985 obtiene el Premio de Relato Breve "Ciudad de Guadalajara" y gana, asimismo, el Premio "Ciudad de Irún" con El Vino del virrey (San Sebastián, Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa, 1986; Madrid, Confederación Española de Cajas de Ahorros, 1987), relato en el que ofrece una lograda ambientación histórica del enfrentamiento entre los bandos navarros de agramonteses y beaumonteses, marco que le sirve de escenario para narrar la historia de Vespasiano de Gonzaga, duque de Travieto, quien volará el castillo de Lizarra. La tarea será vengada por el abad del Monasterio de Irache, Miguel de Uxanavilla, quien envenenará al duque con el vino del padre copero.

A medio camino entre el ensayo histórico y la narración literaria, aparecen luego varios glosarios: Arteta 100 años (Pamplona, Mancomunidad de Aguas de la Comarca de Pamplona, 1995); Postales de Pamplona (Pamplona, Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, 1996), sobre una colección de postales de Javier Soria y Miguel Echagüe; o "Del Crismón, antecedentes, orígenes, coincidentes y otras alucinaciones", dentro del libro colectivo Crismones (Lizarra, ed. Instituto Príncipe de Viana y Museo Gustavo de Maeztu, 1997), en el que vuelven a reunirse Corpas, Irazoki y de Miguel, y al que incorpora comentarios en prosa sobre la "iniciación ", el Yang-Yin, la Isla Mandala, la Corona, la Esvástica, el Lauburu, el Crismón, el laberinto y otros símbolos.

Aunque nunca abandona del todo el relato (varios de ellos continúan apareciendo en revistas literarias, gastronómicas o enológicas), sólo en 2001 vuelve a publicar de nuevo una colección de doce cuentos ambientados en el pasado e incluidos en el libro Fábulas (Valencia, Pre-textos, 2001; Museo Gustavo de Maeztu, 2001), cuya intención no es tanto recrear sucesos históricos como poner de manifiesto lo nebuloso que es el pasado y lo poco fiables que pueden llegar a ser las versiones que de él se transmiten. A juicio de Martín Nogales, estos relatos participan de la historia, pero también del juego literario y de la literatura apócrifa, apoyándose en manuscritos y testimonios de otros autores que funcionan como fuentes meramente literarias, al estilo de Borges o Italo Calvino. (Martín Nogales, 2002).