Olerkariak

Campal, Julio

Según escribiera a su muerte Gerardo Diego (1968):

"la semilla de Julio Campal ha comenzado a multiplicarse y a florecer. La poesía sigue, el arte sigue. Y él, nuestro amigo, sigue viviendo entre nosotros, en nosotros, en la obra de todos".

Otro poeta, Antonio Fernández Molina (1968) hace no menor consideración de Campal:

"Luchando con todas las dificultades consiguió crear entre nosotros, cuando en general los poetas estaban tan desinteresados en ello, un ambiente propicio para la vanguardia. Trabajó con los medios que tuvo a mano, aprovechando todas las ocasiones, sacrificándose hasta lo heroico, para dar difusión a todo lo nuevo, para crear un clima de interés por la actividad artística y literaria".

El propio Campal tenía una idea interventora de la cultura en la vida, al afirmar que "sentir que uno va delante, abriendo caminos en lo desconocido, es una emoción grande, embriagadora, pero los riesgos son mayores", pues para el poeta uruguayo, "la vanguardia representa un tipo de sensibilidad que es necesario en toda sociedad bien constituida que desea el progreso". La vanguardia no se restringe tampoco para él a una suerte de literatura o arte rígidamente concebidos, sino que es un compromiso con su tiempo, un "trabajo dentro de la sociedad y dirigido a la sociedad", según sus propias palabras. En uno de los últimos actos públicos en que Campal entendía que "el público es tan responsable como el artista del destino común del arte", y que "el arte de nuestro tiempo se hará por la unión de todos nuestros esfuerzos y nunca de forma individualizada".

Partidario de la acción, como señala José Luis Campal, el poeta de la vanguardia escribió infinidad de notas, manifiestos y propuestas artísticas, y editaba hojas sueltas o folletos que tuvieron gran consideración en la cultura del momento: La poesía española actual (1965) y La poesía contemporánea y su futuro (algunas reflexiones sobre la misma) (1966). Era partidario en su acción cultural de impartir conferencias y de la relación directa con el público. Como tal, impartió conferencias en muchas ciudades españolas, exponiendo sus ideas innovadoras y presentado revistas, poemas y grabaciones fonográficas para ilustrar sus teorías. Aportó mucha información sobre revistas y publicaciones de vanguardia en todo el mundo, publicaciones que eran desconocidas en el medio cultural autárquico del franquismo, pues su propósito era "ofrecer un panorama de información seria, responsable y experimentada sobre lo que está sucediendo en el mundo".