Udalak

BEIRE

La población de Beire está constituida por un alineamiento de casas en forma de calle y un núcleo más compacto donde están la iglesia y el palacio, convertido luego en convento. El caserío, de reducido tamaño se extiende en torno a la Iglesia parroquial de San Millán. La villa poseía también dos ermitas que han desaparecido, dedicadas a San Julián y San Juan. La Parroquia de San Millán es una construcción de reducido tamaño, erigida según cánones góticos del siglo XIV. En el siglo XIX, se sometió al templo a una gran reforma añadiéndole el crucero y la cabecera, siendo ello obra firmada por León Gómez y fechada en 1817. Como resultado, se crea una iglesia con planta de cruz latina, con nave gótica del siglo XIV y crucero y cabecera clasicistas. La bóveda que cubre la nave es de crucería simple, con nervios y arcos fajones de sección pentagonal. Destaca en su interior la Capilla de los Ezpeleta, del siglo XVIII, que se encuentra abierta hacia la cabecera por el lado del Evangelio; presenta planta rectangular y esta cubierta con una bóveda de medio cañón sobre lunetos. El coro pertenece a la segunda mitad del siglo XVI, se encuentra ubicado a los pies, entre un arco rebajado con decoración de tacos. Para acceder al mismo, existe una portada por el lado de la epístola, con un arco trilobulado que da acceso a una escalera de caracol de época gótica. Se concluye el interior parroquial con la sacristía, adosada a la cabecera. Presenta planta cuadrada con cubierta de medio cañón y lunetos, sobre una línea de imposta lisa. En el exterior del templo, se diferencia la sillería de la parte medieval (nave con contrafuertes), de la moderna (crucero, capilla mayor y sacristía). En la fachada principal, son de época gótica los dos primeros cuerpos; el inferior con la portada gótica y el superior, con un vano de forma ojival, mientras que la torre con el frontón y la espadaña se sitúan en la reforma llevada a cabo en 1817. La portada gótica corresponde al siglo XIV y está apuntada por seis arquivoltas baquetonadas, sobre columnillas rematadas en capiteles con temática antropomorfa. La mayoría de ellos están dedicados a la vida de San Millán, titular de la parroquia, pero se encuentran gravemente deteriorados. Como elementos ornamentales internos destacan el retablo rococó del Sagrado Corazón, de mediados del siglo XVIII y un dosel de madera tallada del siglo XVIII, que sirve de marco a un Cristo crucificado romanista, de inicios del siglo XVII. Cerca del templo se encuentra el Colegio de los Claretianos, que fue palacio de los Condes de Ezpeleta. Entre las obras de arquitectura civil, sobresalen alrededor de la parroquia, tres casas blasonadas con las que cuenta la villa. Una de ellas es de estilo barroco, con un escudo del siglo XVIII con leones y yelmo. La segunda cuenta con un escudo de estilo rococó, de la segunda mitad del siglo XVIII, mientras que la tercera de las casas, está flanqueada por un escudo del siglo XVI. Como último elemento civil de la población, sobresale el puente de sillar de origen medieval, con dos arcos apuntados que salvan a Beire de las aguas del río Zidakos.