Modisto de alta costura de fama internacional nacido en Getaria en 1894, fallecido en Valencia el 23 de marzo de 1972.
Sus padres fueron pescador y modista respectivamente. Comenzó su vida profesional en San Sebastián donde pronto se hace con la clientela más elegante bajo el mecenazgo -se dice- de una marquesa. De San Sebastián pasa a Barcelona y luego a Madrid; allí es nombrado modisto de la reina Victoria Eugenia. Al estallar la guerra del 36 posee una casa de alta costura de renombre que abandona en 1937. Se traslada a París donde triunfa espectacularmente. Compraba entonces los modelos de éxito de las grandes casas de modas de París, en especial de Chanel. Coco Chanel decía de él:
"Los demás son dibujantes o modelistas, o inspirados, o genios... Balenciaga es un costurero. Es, en efecto, el único capaz de dibujar, crear, cortar y coser un "tailleur" o un vestido, enteramente solo".
Instalado en París, en la avenida de Jorge V, presenta un desfile ese mismo año obteniendo un rotundo éxito. Dos veces al año presenta su colección compuesta por doscientos modelos. Lanza modas que luego seguirán todas las elegantes del mundo: el traje-saco, la manga tres cuartos, el talle alto... Sus clientes se llaman Grace de Mónaco, Fabiola de Bélgica -a quien por cierto diseñó y realizó su vestido de novia-, la duquesa de Windsor, la Begum, Elizabeth Taylor, Marlene Dietrich... Ha llegado a ser uno de los mejores modistos de nuestro tiempo, creando además escuela. Algunos de los que han trabajado con él tienen hoy nombre internacional, como Courrèges, Givenchy, Ungaro y el mismo Rabane, también donostiarra este último. En julio de 1968, los periódicos dieron la asombrosa noticia del cierre (1 de julio) de su casa central de París y de la gestión de cierre de sus talleres de Madrid (290 operarios). Las causas del cierre fueron económicas. Los impuestos franceses acapararon la mayor parte de los ingresos de la firma, de forma directa o a través del impuesto sobre salarios, que alcanza el 80 por 100 del volumen pagado a sus 400 empleados. Por otra parte, la política de De Gaulle alejó a muchos compradores norteamericanos que suponían el 70 por 100 de sus clientes. La segunda razón, según han explicado personas allegadas al modisto, es el cambio experimentado en las mujeres en cuanto al gusto del vestir, ya que se prefiere renovar el guardarropas cada estación del año a vestir unos pocos trajes bien cortados. Las nuevas tendencias "hippies", "beat", etc... han hecho menos elegante y más práctico el vestuario femenino.
Tras su cierre, pasa a residir a Igeldo (Donostia) y posteriormente en Javea (Valencia), donde muere en 1972. Muy poco antes había firmado su último trabajo: el traje de novia de la Duquesa de Cádiz.