Kontzeptua

Balea-ehiza (1977ko bertsioa)

La pesca de la ballena y Bayona. Bayona tenía también un gran interés por la pesca de la ballena. En primer lugar, cuando solamente se practicaba a lo largo de las costas, una parte de las rentas señoriales exigidas a las poblaciones marítimas del vizcondado de Bayona se pagaba generalmente en ballenas y ballenatos; las lenguas de ballena eran el deleite de nuestros antepasados, se las tenía por bocado de rey y aparecen en la renta episcopal. Todo era materia aprovechable en este enorme y preciado animal. La grasa, la carne, que se empleaba para la alimentación de la población humilde, hasta los huesos con los que los pescadores se servían para cercar sus jardines. Según el Libro de Oro, el 20 de febrero de 1261, Vital de Bielle da a la iglesia de Santa María y al Cabildo, el diezmo de todas las ballenas que provenían del puerto de Biarritz. Per V. de Bolten, hijo del difunto V. de Bielle, continuó, con el consentimiento de su mujer, este diezmo, que se encuentra con poca diferencia, en la mayoría de todas las ciudades litorales del golfo. En el Livre des Etablissements, se encuentra un acuerdo hecho entre Bayona y Biarritz sobre la pesca y la venta de ballenas, fechado en febrero de 1335 y 6 de mayo de 1342. Se indica cómo debían de ser llevados los cetáceos al puerto. En cuanto al diezmo, fue pagado regularmente hasta 1498. El 3 de marzo de este año, entre las promesas del obispo de Bayona y del Cabildo, Duhalde, abad, es decir alcalde, y los jurados de Saint-Martin de Biarritz, reunidos en la capilla de Notre Dame de la Pitrié, hicieron una transacción a propósito del diezmo de las ballenas "balenats et cascrats". Desde hacía 10 ó 12 años no se había cogido nada y había por otro lado pérdida de cuerdas, arpones, barcos, pinazas y hombres; en adelante el diezmo se tomaría del "quintal al 20, del centro y parte grasa de la lengua, sin comprender la cabeza, la cola y las aletas". En 1512 Biarritz se negó a pagar, por lo que hubo un proceso que ganó el cabildo. El 10 de Septiembre de 1566 se convino en abolir este derecho mediante la cantidad de 925 1.t. pagada una vez a los canónigos al 7 % de interés y 92 1/2 de renta. El 15 de noviembre de 1667, hay un nuevo acuerdo de pago del vigésimo. Sin duda Biarritz no pagaba en absoluto, ya que en 1580, habiendo capturado sus pescadores una ballena pequeña que vendieron en Saint-Jean-de-Luz, fueron condenados a pagar el vigésimo a los canónigos, el 18 de abril de 1582. Otros procesos más tuvieron lugar: habiendo sido cogidas cuatro ballenas en 1611, 1612 y 1614, los jurados de Biarritz fueron condenados a pagar el diezmo. Esta renta cesó cuando dejó de capturarse el cetáceo en nuestras costas. El sello de Biarritz representa la pesca de la ballena. Los archivos de Bayona contienen numerosas citas relativas a la pesca de la ballena; señalemos ante todo, en 1720, una deliberación que anunciaba la formación de una Compañía para la pesca de la ballena, que perjudicaría los intereses de Bayona y del país de Laburdi, lo que prueba que esta industria estaba aún floreciente, ya que en 1675, casi todos los capitales de nuestra ciudad estaban comprometidos en las expediciones de pesca. En 1565, fueron .enviados 2 quintales de lenguas de ballena como presente al rey Carlos IX y a la reina Catalina de Medicis. En 1765, el armador Jean Batoedat envía dos navíos a la pesca de la ballena, el Béarnais, por capitán Detcheverry, y el Bayonnais, por capitán Jean Pellot hijo. En 1713, el privilegio para la pesca de la ballena en el río Saint-Laurent se otorgó a Darragorry, armador de San Juan de Luz. Al final del siglo XVIII, la pesca de la ballena estaba acabada en Bayona así como en todas las demás ciudades del Golfo Cantábrico. Ref. Edouard Duceré: Dictionnaire historique de Bayonne, 2 vols, Bayonne, 1911-1915.