Urbanismo y construcciones civiles
El pueblo, de muy reducido casco urbano, se encuentra sobre un leve promontorio, desde donde se domina el fondo del valle, por donde transcurría un viejo camino, hoy sustituido por la carretera. El lugar más alto va ocupado por la iglesia, y entre el caserío hay alguna casa de sabor antiguo, intercalada con otras modernas o intensamente remozadas. Llamaremos la atención sobre un caserón de planta rectangular y muros de sillería de formato irregular, que a día de hoy no llevan enlucido. En planta baja se abre un portalón de medio punto con trece dovelas largas sin moldurar, flanqueado por dos ventanitas. En el piso noble hay ventana recta central y balcones laterales, y en el ático tres tragaluces. Lleva adosada una casa de similar empaque pero muy remozada, que conserva un portalón de medio punto similar al antes descrito. En el centro del pueblo hay una fuente moderna, con forma triangular y que aprovecha para su apoyo un aterrazamiento realizado en piedra. Lleva fecha de 1999.
Parroquia de San Bartolomé
La edificación de este templo se enmarca en el gran impulso constructivo registrado en la Navarra rural en torno al año 1200. Esta primera fábrica se realizó en un estilo gótico temprano, aunque con posterioridad se dieron importantes intervenciones en el siglo XVI, aún en un lenguaje de raigambre ojival. La planta consta de una única nave, dividida en cuatro tramos iguales, de los cuales el último ejerce como cabecera, rematada en testero recto. El acceso se practica desde el lado de la Epístola, por el segundo tramo. A este plan original se añaden sendas capillas laterales, situadas en el tercer tramo a modo de transepto, así como la sacristía, que es una estancia de planta cuadrada adosada a la cabecera por el lado de la Epístola. En el muro septentrional hay una escalera intramural para acceso al coro y a la torre.
Los muros son de sillar de buen tamaño pero someramente escuadrado, que al exterior acusan las diferentes intervenciones sufridas a lo largo de los siglos, incluyendo un recrecimiento o reconstrucción de la torre realizada en ladrillo. Al interior muestran un enlucido del que únicamente se salvan los nervios de las bóvedas. Apreciamos dos ventanas rectas, ambos por el lado de la Epístola, en el primer tramo y en la cabecera. A los pies del templo se levanta un coro moderno, ejecutado en madera.
En cuanto al sistema de cubiertas, el primer tramo de la nave lleva una bóveda de terceletes propia del siglo XVI. Siguen dos tramos en los que se conservan otros tantos tramos de bóveda de cañón apuntada, del tiempo de la construcción del templo, y en la cabecera vemos de nuevo una bóveda de terceletes. Los tramos se separan por arcos fajones de perfil apuntado, que apean en ménsulas encastradas en el muro. De las dos capillas laterales, la del lado del Evangelio se cubre con bóveda de cañón apuntado, mientras que su colateral lleva una pequeña bóveda nervada, también en este caso de terceletes. En cuanto a la sacristía, luce un simple cielo raso.
Al exterior, la torre se levanta sobre el primer tramo de la nave, y consta de planta rectangular, fuste corto y ciego, reforzado por estribos, y tejado a cuatro vertientes bajo los que se abren los medios puntos de las campanas. Como hemos dicho más arriba, este elemento acusa una importante reconstrucción en su parte superior, realizada en ladrillo. En cuanto a la puerta, consta de un arco apuntado y doblado, con guardalluvias externo que se prolonga en el apeo del arco, marcando una moldura donde debieran estar los capiteles. Muestra restos de policromía, y en la clave luce un pequeño crismón trinitario.
El interior va presidido por un retablo barroco de la segunda mitad del siglo XVIII. Su traza consta de banco, un cuerpo de tres calles, y ático tripartito, con aletones laterales y rematado por frontón curvo. Se organiza mediante columnas salomónicas, y lleva abundante decoración que invade todo el retablo, con viva policromía roja y dorada. El sagrario es contemporáneo de la mazonería. En cuanto al programa iconográfico, en el cuerpo figuran San Francisco Javier y San Nicolás, que flanquean a una Virgen con el Niño reaprovechada, propia del siglo XVI y que ocupa el espacio central. En al ático encontramos a San José, San Bartolomé, titular del templo, San Antonio Abad y un Crucificado.
En la capilla del lado del Evangelio se encuentra el retablo de San Eutropio, del siglo XVI, compuesto por una serie de tablas atribuidas al maestro de Gallipienzo, y en mal estado de conservación. Su traza consta de un banco tripartito y un cuerpo de tres calles, con guardapolvos laterales y doseletes con tracerías caladas góticas en el remate. Entre la iconografía, que se representa de medio cuerpo en la predela y de cuerpo entero en el cuerpo, distinguimos en el banco un San Jerónimo, una Virgen de la leche y un San Julián. En el cuerpo se representa a San Agustín, San Eutropio, titular del retablo, y San Fermín. Una inscripción, en caracteres goticistas, reza: ESTA CAPILLA Y RETABLO HIZO HAZER EL VENERABLE RECTOR DON MARIN DE USTARROZ MAYOR DE DIAS AÑO 1572. Cerca hay un sagrario intramural del siglo XVI, y en el mismo lado pero fuera de la capilla un Crucificado barroco del XVII.
En el lado de la Epístola se encuentra el retablito renacentista de San Agustín, con las tablas pintadas de la Anunciación, en el que las figuras llevan filacterias donde se reproduce el diálogo de María con el ángel, y Santa Bárbara identificada por un letrero, centrando una talla de San Agustín, gótica. En el ático va un Calvario, rematado por frontón triangular. En el sotocoro encontramos una pila de bautismos con basa circular, fuste cilíndrico y copa gallonada con decoración de pomas.
Joseba ASIRON SAEZ (2008)