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URKABUSTAIZ

Evolución. La primera documentación, recogida en el Cartulario de S. Millán de La Cogolla, es del año 937 cuando el abad Lifuarre, con sus compañeros, donó al monasterio de S. Esteban de Salcedo, agregado por Fernán González, conde en Castilla y en Álava, el año 947 al de S. Millán de la Cogolla, una iglesia y sus pertenencias en Abeiza, entre otras; la iglesia estaba dedicada a S. Millán y a Santiago.

En el documento emilianense de 1025, conocido como la Reja de S. Millán, aparecen dentro de Álava nuclear y como tributarios de la Cogolla, Urca aportando ocho rejas y, a continuación, Boara con una reja. Urca es, con seguridad, Urcaerria, la parte septentrional de Urkabustaiz, desaguando al Cantábrico: Goiuri, Oiardo, Uzkiano, Unza y los despoblados de Apregindana y Ondona. Boara es, muy probablemente, Bustaiz, la parte meridional desaguando al Ebro: Beluntza, Izarra, Larrazkueta, Abezia y Abornikano. Al igual que en las próximas, geográfica y productivamente, Zigoitia, Zuia y Kuartango, no se señalan los pueblos de estos distritos en los que los aprovechamientos comunales de montes y prados serían en la época la fuente principal de recursos.

Consolidado el feudalismo, en la zona muy probablemente en la segunda mitad del siglo XI, Urkabustaiz fue incorporada, de manera definitiva a la Corona de Castilla en 1179. Según la crónica de Lope García de Salazar, de fines del siglo XV, María Iñiguez de Piedrola, del linaje de los Mendoza, aportó como dote en su casamiento, en la segunda mitad del siglo XII, con Sancho García de Salcedo, señor de Ayala, Urcabuseas e las aldeas del Valle de Orduña. Este señorío, nuevo para los Ayala, aunque contestado inicialmente por los Mendoza a los que venció el nuevo señor, perduró hasta la abolición de los señoríos, definitivamente en 1837. El nuevo señorío de los Ayala estuvo defendido, desde muy pronto, por la torre de Abornikano. Los Ayala consiguieron para el convento de Quejana el patronato de la parroquia de Abornikano, dotando asimismo a las monjas con parte de las rentas (1378) de la parroquia de Abezia.

Las resistencia de los habitantes de la Hermandad de Urkabustaiz al señorío, también jurisdiccional, de los Ayala se articuló de diferentes maneras. En primer lugar, pretendiendo y consiguiendo en algún caso igualar su status con el de la Hermandad de Ayala, más ventajoso, en segundo lugar litigando conjuntamente ambas hermandades sobre el carácter jurisdiccional del señorío. En 1557 los representantes de Urkabustaiz y el señor de Atanasio de Ayala y Rojas, hijo del comunero Pedro López de Ayala, conde de Salvatierra, llegaron en Ampudia (provincia de Palencia) a una concordia sobre asuntos jurisdiccionales y sobre aprovechamientos de los montes. A diferencia de Cuartango y Salvatierra, realengas tras la derrota del comunero en 1521, Urkabustaiz tras 1525 fue restituida al señorío jurisdiccional de los Ayala.

Urkabustaiz, pobre agrícolamente, aunque menos que las zonas cantábricas, desde tiempos medievales fue un cruce de caminos, bien documentados, entre el valle de Léniz, la Llanada alavesa, Miranda de Ebro y el curso bajo del Bayas, Losa, Orduña, Ayala y el mar. Caminos de arrieros y de comerciantes, algunos de estos últimos originarios de esta Hermandad de Urkabustaiz como los Sarria-Abecia-Eguiluz, establecidos en Sevilla a finales del siglo XVI. De Abezia procedía también Martín Iñiguez de Abecia, obispo de Tuy durante el reinado de los Reyes Católicos.

Hasta bien entrado el siglo XX la economía de Urkabustaiz se cimentó en la ganadería y en la silvicultura lo que explica la existencia de juntas para la explotación comunal de los recursos como la Comunidad de Guibijo y la de San Bernabe, ambas comunes con algunos pueblos de Kuartango y otras privativas, como las de Basaude y la de Altube. La abundancia de madera y consiguientemente de carbón así como la arriería y la proximidad a las minas de hierro explican la instalación en 1726, con capital bilbaíno, de una ferrería en Abornikano, en terreno de un antiguo molino concejil, ferrería que perduró más de siglo y medio. Así el recuento en Álava de 1733-1737 da un porcentaje de 6,95% de propietarios, de 34,22% de arrendatarios, un 10,7% de varios, ningún pobre y un 48,13% de jornaleros, este último el porcentaje más alto de todas las hermandades (excluidas Vitoria ciudad y unas cuatro hermandades cuya documentación no se conserva) alavesas.

La construcción, durante la segunda mitad del siglo XVIII, de la carretera del señorío de Vizcaya por la Peña de Orduña produjo una minoración en el tránsito por los caminos de Urkabustaiz, hermandad que solo en la segunda mitad del siglo XIX vería terminada la carretera entre Altube y Orduña. Otros duros golpes para Urkabustaiz fueron la guerra de la Independencia, y las Guerras Carlistas, que generaron ventas de comunales para pagar deudas de guerra. En 1863, Urkabustaiz veía pasar los trenes del ferrocarril de Bilbao a Castejón por Miranda de Ebro lo que se tradujo en la instalación de una estación en Izarra, en la creación de un nuevo barrio al levante de la anterior y en el comienzo, lento y moderado, de la industrialización. Por el contrario el proyectado ferrocarril Vitoria-Izarra nunca se inició.

Alberto GARATE GOÑI