Literatos

Unamuno Jugo, Miguel de (versión de 1998)

Diputado en las Cortes Constituyentes. Unamuno volvió a España como cabeza intelectual visible de la oposición revolucionaria. Como tal vino, ya implantada la República, a Eibar, el 3 de mayo del 31, al acto de entrega del Decreto que declaraba a Eibar «Muy ejemplar Ciudad». Rechaza la República federal, a la que califica de «sentimentalismo», y se posiciona (es Presidente del Consejo de Instrucción Pública) en contra de la implantación del bilingüismo oficial en el País Vasco y Cataluña calificándolo de «disparatado». Estas fueron, entre otras (urgencias de la reforma agraria, neutralidad de la enseñanza, etc.) las ideas que llevó a las Cortes Constituyentes de 1931 a las que llegó, como independiente, merced al voto socialista de Salamanca. En ellas se ratifica en su discurso de 1901 manifestando que le parece «impío inocularle (al euskera) drogas para alargarle una vida ficticia». Participó en la discusión sobre el Estatuto de Cataluña oponiéndose a la cooficialidad del catalán aunque votó positivamente al mismo (1932). En toda su oratoria se advierte recelo hacia los partidos políticos, que hacen «cosas de ideología y de disciplina de problemas en que eso no puede hacerse» y contra el sentido patrimonial de los republicanos. Y es que, como dice Bécarud, desaparecidos el general y el monarca, «surge en él, muy comprensible, el gran desánimo, la depresión de que son presa aquéllos cuya mecánica mental está centrada sobre la lucha contra un sistema de dominación» y «esta depresión momentánea le hace compararse en La antorcha del ideal... con Moisés y preferir que los otros pasen el Jordán de esta nueva España ``federal y revolucionaria''». Para noviembre de 1932 es un enemigo declarado de la política de Azaña (religiosa, agraria, autonómica) y desconfía de las masas. Reitera querer alejarse cuanto antes de la política para volver a la actividad docente.