Ordenes Religiosas

TRINITARIOS

Orden de la Santísima Trinidad de Redención de Cautivos. Fundada en Francia a finales del s. XII por San Juan de Mata y San Félix de Valois. Se dividió a partir del s. XVI en dos corrientes distintas: 1) La de los Trinitarios Calzados, cuyo monasterio principal en Navarra fue el de Puente la Reina, fundado en 1209 e incautado por el Estado con motivo del decreto dictaminado por el conde Toreno el 3 de septiembre de 1835; 2) La de los Trinitarios Descalzos, cuyo convento fue levantado en Pamplona en 1607 y suprimido a raíz del decreto anteriormente mencionado. En virtud de una proposición hecha por un religioso trinitario de la provincia de Cantabria, se acordó en las Juntas de Zarautz de 1591 la erección de un monasterio de la misma orden en la villa de Orio (Gipuzkoa). Para este efecto, Francisco de Elorriaga, de la propia vecindad, ofreció donar ciertas casas, huertas, tierras y manzanales, que tenía en ella, bajo diferentes condiciones, siendo las principales la limitación del número de religiosos que podían establecerse, las obligaciones que hubiesen de tener, puntos donde pudiesen cuestar, etc. Se consiguió además la circunstancia de que la provincia hubiese de ser la patrona de esta casa, sin constituirse por eso en la obligación de contribuir con cantidad alguna a su erección y sostenimiento de sus individuos. Previos los requisitos acostumbrados en tales casos, no tardó en establecerse la Orden en las casas cedidas por el bienhechor Elorriaga; pero no pudiendo sostenerse en aquel paraje por la falta de limosnas, los padres trinitarios tuvieron que abandonar el convento en 1597. Quedó, pues, extinguido éste entonces, sin que se hubiese rehabilitado después. [Ref. Gorosabel, P.: Noticias de las cosas memorables de Guipúzcoa, t. IV]. En 1634, el P. Dan, ministro del convento de la Santa Trinidad de Fontainebleau, fue encargado de una redención. Rescató en Túnez 42 cristianos, entre los cuales se encontraba Claude Truche, de San Juan de Luz. En 1638 los padres Philippe Andrugen y Athanase de las Hayes, trinitarios, rescataron en Túnez a Bertrand Despal, de Bayona. Los Mathurins llevaron de Salé, en Francia, en 1641, un gran número de cautivos. Eran: Augustin de Hartigue, 28 años, de Siboul (Ziburu, sin duda), diócesis de Bayona; Estienne de la Tirache, 28 años, nativo de Biarts, diócesis de Bayona; Guillaume Retel, 31 años, nativo de Bayona; Jacques de Losset, 27 años, nativo de Bayona; Jacques Daguerre, 24 años, natural de Siboul, diócesis de Bayona; Jean la Garande, 35 años, natural de Bayona; Jean de Bernos, 33 años, natural del burgo de Saint-Esprit, diócesis de Aqs; Jean de Borde del Vivier, 24 años, natural de Bayona; Martin de Hibaniette, 30 años, natural de Siboul, diócesis de Bayona; Simón Hecharte, 20 años, natural de Bidart, diócesis de Bayona. Dos cautivos de nuestra tierra fueron rescatados por los Trinitarios, en 1643: Dominique de Hyriad, de Bayona, y Martin d'Arusteguy, de San Juan de Luz, y tres en 1645: Guillaume Roman, Michel de la Borde y Pierre Suard, los tres de Bayona. En 1654, los padres de la Trinidad llevaron de Salé a la Rochelle a Bernard d'Espaignet, Jean Petit y Laurent Debalda, de San Juan de Luz. Dos religiosos del convento de Nôtre-Dame de la Merci de Burdeos rescataron en Argel, en 1662, a Jean Doyennard, de Arrau, en el país de Soule (Zuberoa) y a Jean d'Archemguiber, de Saint-Etienne, en Baja Navarra. En 1667, el P. Ducot, del mismo convento, rescató en Argel por 1.200 libras a Augur Detcheverry, natural de Saint-Pée casado en Askain. [Ref. Moreau, R.: Histoire de l'âme basque, Burdeos, 1970]. En Hegoalde los trinitarios también trabajaron en lo que se refiere al rescate de cautivos, que fueron los siguientes: En 1649 rescataron a Pedro de Echabarria, natural de Durango, y a Gaspar Martínez, natural de Mungia; en 1654 a Francisco Martínez de Gamarra, natural de Bilbao; en 1662 a Santiago de Zubiaur, Antonio Quiñones, Francisco Blanco y Francisco García, de las Encartaciones y a José de Guesala, natural del valle de Arratia. En 1674 a Francisco de Aguirre, natural de Bilbao, y a José de Ocerin Jáuregui, de Elorrio; en 1682 a Juan de Avellaneda, de Portugalete y Francisco de Landa, de Balmaseda, rescatados en Argel, Tetuán y Mequinez, respectivamente. Para atender a futuros rescates se autorizó a los trinitarios a recaudar limosnas por toda Bizkaia. (Ref. Estanislao Jorge de Labayru: Historia General del Señorio de Bizcaya, V, II.).

Bernardo ANAUT