Concepto

Sugaar (versión de 1997)

Culebra macho. El nombre sugaar significa «serpiente macho», «culebro». En la región de Ataun se dice que sugaar atraviesa frecuentemente el firmamento en figura de una hoz o media luna de fuego. Su paso es presagio de alguna tempestad. Se supone que sugaar habita en regiones subterráneas, de donde sale a la superficie de la tierra por munda, Sugaarzulo de Kuutzegorri, Sugaarzulo de Arrateta (Ataun), del antro del monte Balerdi (Uztei), etc. Habita también en la cueva de Balzola (Dima) en cuya región es conocido con el nombre de Sugoi «culebro» ( Ver MARI). Sugaar u otros genios que habitan en la sima de Agamunda (Ataun) castigan las faltas de obediencia a los padres. En la región de Azkoitia llaman Maju este genio y dicen que es marido del personaje mítico Mari con quien se junta todos los viernes, o a quien va a peinar en las tardes de viernes, según refieren en Zarautz. Este sugaar o culebro es de quien Lope García de Salazar en su «Crónica de siete casas de Vizcaya y Castilla» ( 1454) dijo ser un diablo que en Vizcaya le llaman Culebro, señor de la casa y de cuya unión con una princesa que vivía en Mundaka nació Juan Zuria, primer señor de Vizcaya. Dicen en Azkoitia que, al juntarse Maju o Sugaar con Mari. estalla una furiosa tormenta en aquel lugar. En la región de Betelu llaman a este genio Suarra. Créese que su morada habitual la tiene en el monte Balerdi de donde pasa a Elortalde. Su aparición es en forma de fuego: pero no se le ve la cabeza ni la cola. Es como un relámpago. La gente lo considera como demonio. Hay quien dice que es el alma de un americano de Azkarate, de no buena fama, muerto hace tiempo. Sugaharra figura como nombre de persona en un documento medieval de Navarra que se refiere a un collazo de «villa... que vocitatur Mendicoa». Ver MARI, SURGOI. Ref.: J. M. de Barandiaran: Mitología vasca, p. 79, Madrid, 1960; Eusko-Folklore, 1921 , p. 9-16, 42, 46; 1922, p. 2; 1923, p. 5; 2.ª serie, n.º 7; L. Michelena: textos arcaicos vascos, p. 45-46, Madrid, 1964.

José Miguel de BARANDIARAN