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Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial

SPRI

SPRI, acrónimo de Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial, su denominación original, es una Agencia de desarrollo creada por el Departamento de Industria del Gobierno Vasco en 1981 con el objeto de contribuir a la promoción industrial, fomentar la creación de nuevas empresas y la expansión de las ya establecidas, fomentar la cooperación entre empresas, instrumentar financieramente los apoyos del Gobierno Vasco en materia de reestructuración industrial y ejecutar proyectos de contenido tecnológico (Departamento de Industria y Energía, 1982).

Desde entonces hasta la actualidad SPRI se ha convertido en el brazo ejecutor de la política industrial desplegada por el Gobierno Vasco, pero también en la matriz de uno de los grupos más importantes del sector público empresarial del País Vasco. A finales de 2009, el Grupo SPRI está integrado por la sociedad matriz y las siguientes sociedades: la Red de Parques Tecnológicos del País Vasco (Bizkaia, Álava, San Sebastián y Garaia); SPRILUR, la Sociedad del suelo industrial que gestiona 22 polígonos industriales (Industrialdeak) en el territorio de la Comunidad Autónoma; la Sociedad Gestión de Capital Riesgo del País Vasco (SGECR, S.A.), que gestiona 5 fondos de capital riesgo y cuatro sociedades de promoción y participación empresarial con un importe total de más de 200 millones de euros; los cuatro Centros de Empresa e Innovación (CEIs) del País Vasco (CEIA, CEDEMI, SAIOLAN y BERRILAN); y una red exterior de apoyo a la acción del Gobierno y a las empresas vascas en más de 50 países.

SPRI se constituyó como una sociedad pública, con un capital aportado por el Gobierno Vasco y las Cajas de Ahorros de la Comunidad Autónoma. La participación de éstas en su capital, inicialmente del 43 por 100, ha ido descendiendo progresivamente hasta representar en la actualidad un porcentaje ligeramente superior al 1 por 100, siendo el resto aportado por la hacienda vasca. La Agencia está gobernada por un Consejo de Administración, cuyo Presidente es el Consejero de Industria del Gobierno Vasco, y una Dirección General, que ha sido desempeñada por las siguientes personas: Juan Miguel Romeo (1982-83), Jesús Alberdi (1983-87), Roberto Velasco (1987-1991), Javier Retegui (1991-93), Antonio Gallarreta (1993-99), Aitor Cobanera (1999-2004), Mauri Lazkano (2004-2009) y Tomás Orbea (desde 2009). A lo largo de este periodo y de forma acorde con la importancia creciente de SPRI en la industria y la economía vasca, su plantilla total ha pasado de 20 personas a fines de 1982 a más de 200 en 2010.

Las líneas de actuación en materia de política industrial llevadas a cabo por SPRI desde su creación hasta principios de 1991 se centraron en la reestructuración de industrias y sectores con problemas, el relanzamiento y la dinamización industrial y el apoyo al cambio y la innovación tecnológica. En el primer ámbito, SPRI llevó a cabo los programas de reestructuración de los sectores no atendidos por la reconversión de la Administración central, integrados mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas (máquina-herramienta y manual, forja, fundición y estampación, tornillería, armas de fuego y papel, los más importantes). Inicialmente las ayudas se concedieron a empresas individuales, pero desde 1985, con la puesta en marcha del Plan de Relanzamiento Excepcional (PRE), las ayudas se concedieron a sectores en su conjunto, intentando impulsar de forma pionera la cooperación interempresarial.

La política de relanzamiento y dinamización de la actividad industrial se organizó a través de varios programas: apoyo financiero a las empresas (préstamos SPRI a la inversión industrial, Programa de apoyo a la inversión-PAI); puesta en marcha de la Zona de Urgente Reindustrialización (ZUR) del Nervión, en colaboración con la Administración central (desde 1988 transformada en Zona Industrializada en Declive-ZID y ampliada a otras comarcas: el cinturón industrial de Donostia-San Sebastián y el Bajo Deba); oferta de suelo e infraestructura industrial -polígonos y pabellones- (Programa Industrialdeak, con la colaboración de ayuntamientos y Diputaciones Forales); creación de los Centros de Empresa e Innovación (CEIs) con el objetivo de apoyar la creación de nuevos proyectos empresariales (Saiolan en 1985, CEIA en 1987); y creación de una sociedad de capital-riesgo (la Sociedad Gestora de Capital Riesgo, en 1985) que ofreciera financiación a los nuevos proyectos. SPRI también puso en marcha programas horizontales novedosos en aquella época como los de mejora de la formación de directivos y la gestión empresarial (Seminarios Estratégicos Sectoriales, Taller de Empresarios, Programas ONDA, AUDE y AUDE PLUS); y el apoyo a la internacionalización (Baskesport, Sofad, apertura de oficinas de SPRI en el exterior). La política de apoyo al cambio y la innovación tecnológica fue, si cabe, la más innovadora de todas las desplegadas por SPRI en aquellos años, no sólo en España sino en el conjunto de Europa Occidental. Por un lado, se apostó por crear una infraestructura tecnológica de apoyo a las empresas (centros y parques tecnológicos, impulsando la creación, en 1985, del Parque Tecnológico de Zamudio). Por otro, se pusieron en marcha diversos programas horizontales destinados a formar a los trabajadores y a la sociedad en general en las nuevas tecnologías de la informática y la micro-electrónica (programas IMI, TEKEL); programas de equipamiento destinados a favorecer la incorporación de equipos avanzados en la industria (CN-100 y ECTA); y programas de creación de una infraestructura de telecomunicaciones avanzada (Spritel y Sprinet) que lograron crear la primera red telemática en España. En 1989 se creó dentro de SPRI la Unidad de Estrategia Tecnológica e Innovación (UETI), responsable del primer Plan de Estrategia Tecnológica del Gobierno Vasco (1990-1993).

Durante el periodo de 1991 a 1998 SPRI continuó algunas de las líneas de actuación desarrolladas en el decenio anterior e inició otras nuevas. En el ámbito de la reestructuración industrial, los programas más importantes fueron el llamado Plan 3R (rescate, reestructuración y reorientación laboral) destinado a apoyar a las empresas en dificultades debido a la crisis de 1991 a 1994; el apoyo a la reordenación de la industria del acero (siderurgia integral, impulsando la creación de la Acería Compacta de Bizkaia; y especiales, orientando a las empresas supervivientes hacia nuevos segmentos de mercado de mayor valor añadido: automóvil, aeronáutica). En el ámbito de la promoción industrial, SPRI puso en marcha diversos programas nuevos, en colaboración con las Diputaciones Forales, destinados a atraer nuevas inversiones (GARAPEN, EKIMEN), apoyó la creación de un operador vasco de telecomunicaciones, EUSKALTEL, y trató de atraer a Euskadi, aunque sin demasiado éxito, grandes empresas del exterior. Pero también continuó con los programas anteriores de apoyo a la inversión (el PAI se convierte ahora en el Programa AFI); de suelo e infraestructura industrial (creando en 1995 una sociedad integrada dentro del Grupo SPRI, Sprilur, dedicada a gestionar la red de polígonos industriales); de creación de nuevos CEIs (BIC Berrilan en 1992, CEDEMI en 1997); y de apoyo a zonas desfavorecidas (Sociedades de Desarrollo Industrial SORTU); de fomento del capital-riesgo (reforzando la solidez financiera de la SGECR y creando dos nuevas sociedades, la Sociedad de Créditos Participativos Luzaro en 1992 y la Sociedad de Capital Desarrollo de Euskadi-SOCADE en 1993); y dio un mayor impulso a los programas horizontales de apoyo a la internacionalización de las empresas vascas (Plan estratégico de promoción exterior 1993-1996 y 1997-1999, Programa INDOBASK) y de mejora de la formación y la gestión empresarial (Programa RETO y de formación de mandos directivos e intermedios). En el área de tecnología e innovación, por último, SPRI continuó gestionando los programas de apoyo a las actividades de I+D de las empresas (Programa de Gestión Tecnológica e Innovación 1991-96 y Programa INTEK desde 1997 en adelante). En esta etapa se unificaron todos los centros tecnológicos en una Red única y se crearon dos nuevos Parques Tecnológicos, el de Miñano (Álava-Araba) en 1992 y el de Miramón-San Sebastián en 1994, integrados un año más tarde, junto con el de Zamudio, en la Red de Parques Tecnológicos del País Vasco, una sociedad pública dependiente de SPRI. La UETI de SPRI asesoró al recién creado Consejo Vasco de Tecnología en la elaboración del Plan de Tecnología Industrial (1993-1996) y del Plan de Ciencia y Tecnología (1997-2000).

Durante el periodo de 1999 a 2008 la política de promoción industrial orquestada desde SPRI continuó a grandes rasgos las líneas generales trazadas en la etapa anterior, con algunos cambios dirigidos a reforzar la nueva estrategia económica del Gobierno Vasco, centrada en mejorar la posición competitiva de Euskadi a través de una Segunda Gran Transformación basada en la innovación como fuerza conductora, reforzar la base científica del sistema vasco de innovación e impulsar la diversificación industrial hacia nuevos sectores intensivos en ciencia y conocimiento. En el ámbito del apoyo a la creación de empresas, la inversión y el empleo, continuaron viejos programas como los de Proyectos estratégicos, GAUZATU (heredero de los GARAPEN-EKIMEN, pero sustituyendo las subvenciones a fondo perdido a las empresas por anticipos reintegrables si el proyecto tiene éxito) y ADEFIN; añadiéndose otros nuevos como los Programas HOBEKI, AFI y Sucesión en las PYMES y los Programas de apoyo al emprendimiento (EKINTZAILE y BARNEKINTZAILE, orientados a promover nuevos proyectos de carácter innovador). En el ámbito de la internacionalización se lanzaron tres programas nuevos destinados a intensificar este proceso entre las empresas vascas: el Programa ATZERRI para aumentar la base exportadora; el Programa GAUZATU implantaciones exteriores; y el Programa ELKARTZEN. Desde 2006 estos programas fueron sustituidos por otros más genéricos dirigidos a promover la cooperación entre empresas en esta línea tanto en el País Vasco como en los mercados exteriores y a potenciar el uso de la red exterior de SPRI. Por último, SPRI continuó sus viejos programas de infraestructuras y sueldo industrial, dirigido desde la sociedad Sprilur; de apoyo financiero a nuevos proyectos a través de SGCR, S.A.; y de formación de directivos y mejora en la gestión. En el ámbito de la innovación, SPRI continuó los programas de apoyo a la I+D anteriores (INTEK) y creó otros nuevos (SAIOTEK y ETORTEK, desde 2002; GAITEK, INNOTEK y NET's, desde 2007; EMAITEK y ETORGAI desde 2008); impulsó la creación de un cuarto parque tecnológico, el Polo de Innovación Garaia en Arrasate-Mondragón, integrado en la Red de Parques Tecnológicos del País Vasco; y puso en marcha, a partir de 2002, los Centros de Investigación Cooperativa (CICs), destinados a impulsar la investigación básica y aplicada a través de la cooperación entre centros tecnológicos, grupos de investigación, universidades y empresas y a apoyar la estrategia de diversificación industrial hacia nuevos sectores como las biociencias, las micro y nanotecnologías, las energías alternativas o el turismo.

Desde 2007, SPRI lideró la puesta en marcha de una serie de actuaciones dirigidas a potenciar y difundir la cultura de la innovación entre las empresas y la sociedad: la red Innovanet, Berrikuntza Agendak, Foros de Innovación, Programa Aldatu y Directiv@21, entre los más importantes. SPRI instrumentó, por último, los diversos programas del Plan Euskadi en la Sociedad de la Información (PESI 2002-2005) y del PESI 2010-Agenda Digital de Euskadi, que reflejaban la fuerte apuesta realizada por el Gobierno Vasco de extender las tecnologías de información y comunicación (TICs) entre los ciudadanos, las empresas y la Administración. En el primer caso, los programas más conocidos fueron el KONEKTA ZAITEZ (que subvencionaba la compra de ordenadores por parte de las familias) y la creación de una red de 260 KZGUNES, centros destinados a impulsar el uso y el conocimiento de las TICs entre la sociedad. En lo que respecta a las empresas, los programas más destacables fueron el HOBEKI DIGITALA y el ENPRESA DIGITALA, cuya realización más notable fue la creación de centros con ese mismo nombre en cada uno de los Parques Tecnológicos de la CAPV para difundir el uso de las TICs y formar al personal de las empresas en el empleo y uso de esas tecnologías.

SPRI también fue la agencia encargada de poner en marcha la estrategia de diversificación económica emprendida por el Departamento de Industria hacia nuevos sectores intensivos en ciencia y conocimiento a partir de 2002. En este año se puso en marcha la estrategia BioBasque 2010 con el objetivo de crear un nuevo sector industrial, las biociencias, como se había realizado a mediados de los años noventa con el sector aeronáutico. Los avances logrados han sido muy considerables: en 2008 el sector de biociencias está integrado por más de 70 empresas y un empleo total de 3.000 personas, coordinado por la Agencia BioBasque, integrada en SPRI; dispone de dos CICs (CIC bioGUNE yCIC biomaGUNE) y una bioincubadora de empresas (Biokabi), organismos todos ellos con sede en el Parque Tecnológico de Bizkaia. A fines de 2008 SPRI lanzó la estrategia nanoBasque, que suponía una fuerte apuesta por incorporar la nano-ciencia y las micro y nano-tecnologías al sistema productivo, impulsando la creación de un organismo coordinador, la Agencia nanoBasque, dos CICs ya existentes (CIC microGUNE yCIC nanoGUNE), una nanoincubadora y un nanofondo de capital-riesgo.

Desde 2009 en adelante SPRI ha continuado los programas de la etapa anterior, reagrupados en dos grandes líneas estratégicas, COMPITE y LIDERA, y ha puesto en marcha varios programas nuevos orientados a apoyar el mantenimiento de la actividad económica y del empleo de las empresas vascas en la coyuntura de crisis abierta a partir de 2008 (RESISTE). A fines de 2010 SPRI ha cambiado su nombre por el de Sociedad para la Transformación Competitiva, y ampliado su objeto social hacia la promoción en los sectores de comercio y turismo, alineándose con la estrategia de impulsar la transformación competitiva de la economía vasca diseñada en el Plan de Competitividad Empresarial 2010-2013 aprobado por el Gobierno Vasco. No obstante, la Sociedad mantiene su acrónimo como marca consolidada y de prestigio.