Revistas

Revista Euskara

Publicación mensual de la Asociación Euskara de Navarra desde febrero de 1878 a 1883 (6 volúmenes).

La autorización del Gobierno Civil explicitó que debía de mantenerse al margen de las cuestiones políticas. En su iniciación su junta directiva estuvo integrada por su Director, Nicasio Landa; Redactor jefe, Teófilo Cortés; Editor, Norberto Irigoyen; Inspector, Ramón Irurozqui; Administrador, Bruno Iñarra y Secretario de redacción, Hermilio Oloriz. Su representación en Pamplona la ejerció D. Arturo Campión, y, en el resto del país: Juan E. Delmás en Bilbao, Federico de Areitio en Durango, José Manterola en San Sebastián, Joaquín Herrán en Vitoria y Venancio Arámburu en Azkoitia. Poseyó también puntos de venta en Madrid y La Habana. Tirada: 4.000 ejemplares. En el n.º 1 presentó el Programa de la Asociación cuyos párrafos más significativos son:

"El objeto de la Sociedad es conservar y propagar la lengua, literatura e historia vasco- navarras, estudiar su legislación y procurar cuanto tienda al bienestar moral y material del país (...) Si el pueblo euskaro, cuya raza, cuyo genio peculiar, cuyas costumbres son tan esencialmente distintas de las de lo otros pueblos, ha podido conservar su personalidad, y se ha mantenido con su genuino carácter y sus varoniles virtudes a través de los siglos, es indudablemente porque supo guardar, como en depósito sagrado esa antiquísima lengua vascongada que eminencias del saber estudian hoy con afán en toda Europa, y sería vergonzoso que lo que extraños se esfuerzan en sostener, y respetuosos enaltecen, dejáramos nosotros olvidar. A impedir que desaparezca tan admirable idioma, y a propagarlo, si posible fuese, se dedicará con empeño la Asociación. El cultivo de la literatura vascongada, hoy olvidada o desconocida; el de la gloriosa historia del país vasco-navarro, en la cual tan elocuentes avisos, tan provechosas enseñanzas y tan heroicos ejemplos hemos de encontrar; la conservación de esas patriarcales costumbres y usos antiquísimos que, todavía, se abrigan en el santuario de nuestros hogares, y el estudio de las sabias leyes de esta noble tierra, obra insigne de aquellos sencillos varones que, adelantándose a su época, dotaron al país, en edades remotas, con instituciones que las naciones más cultas procuran establecer hoy como las últimas conquistas del progreso moderno, han de ser objeto de su preferente atención en la región especulativa de la ciencia. Por último, los intereses morales y materiales serán también mirados por la Asociación con especialísimo interés, que si "nobleza obliga" este país, donde tan rápidamente se han implantado siempre los verdaderos adelantos, debe marchar, hoy más que nunca, a la cabeza de los pueblos laboriosos y civilizados (...) La Asociación ha de ser un campo neutral donde, olvidando mezquinas divisiones, se estrechen en fraternal abrazo todos los hijos de la euskal-herria cuyo corazón se interese vivamente en el brillo y renombre de nuestra hermosa y honrada patria, aspiren a labrar su felicidad y bienestar y sientan la necesidad de que este pueblo conserve incólume el patrimonio moral, científico, literario y artístico que le legaron sus mayores".

Se redactó en vascuence y en castellano, a discreción de los autores, aunque se ven bastantes poesías y breves trabajos de prosa euskérica traducidos, además, al erdera. Su contenido es predominantemente literario, con investigaciones históricas y otros temas. En esta revista se publicaron un buen número de poesías euskéricas premiadas en los certámenes organizados por d'Abbadie en los Juegos Florales.

"Nuestros lectores conocen el programa de las fiestas que ha de dar la Asociación Euskara de Navarra en Elizondo, el próximo julio, con la cooperación de Mr. Abbadie, y saben que forman parte de estas fiestas, no las bárbaras corridas de toros y novillos, como es uso y costumbre en España que formen el principal elemento de los regocijos públicos, sino certámenes de música y poesía popular que dulcifican las pasiones, elevan e iluminan la inteligencia y glorifican la virtud y el patriotismo".

Su vida fue sólo de 6 años ya que contó con dificultades de índole interna, "la desidia, la apatía de nuestro carácter, más propio para el batallar de los campos, que para la lucha tranquila y reposada de las ideas"; y externa, "las disposiciones vigentes sobre la imprenta, que la obligan a velar sus pensamientos, a atenuar sus pretensiones y a sostener nada más que a media asta, la patriótica bandera de la Asociación". En sus páginas hallaremos la gran mayoría de los componentes futuros del nacionalismo vasco moderno (raza, idioma, tradición, memoria histórica, folklore, leyenda, etc.) y la consagración del Zazpirak Bat encarnado en la voz Euskal Erria.