En Bilbao (Bizkaia). Hasta la construcción de la Plaza Nueva, la Plaza Vieja o Mayor -en épocas llamada de la Constitución- junto con la plazuela de Santiago, fue el catalizador de la vida histórica de la Villa. Estuvo situada la Plaza Vieja en la Ribera, en solares hoy ocupados por el mercado de abastos, junto a las murallas, en un espacio que abarcaba desde la calle Somera hasta la de Carniceria Vieja. Cerrada en uno de sus lados por la iglesia de San Antón, en ella estuvieron el antiguo Ayuntamiento, el Consulado y el corral de comedias, así como el primer rollo jurisdiccional de la Villa, destruido en las Matxinadas del s. XVIII. Fue el centro de la vida pública de Bilbao, lugar de proclamación de Reyes y señores, de ejecuciones judiciales, así como de festejos públicos, motines populares y levantamientos armados. A finales del s. XVIII, Nicolás Antonio de Loredo, síndico y procurador de la Villa, lanzó el proyecto de abrir una plaza entre las calles Correo, Sombrerería, Fueros y Ascao, en terrenos de los jardines de Ascao, propiedad del antiguo convento de la Cruz. El plan, que proyectaba la realización de una plaza porticada al estilo de las construidas en Vitoria y San Sebastián, no fue comenzado hasta 1830, siendo acabado 20 años más tarde. Estuvieron en la Plaza Nueva las primitivas sedes de la Sociedad Bilbaína y de la Diputación.